No existe una descripción. Nada más soy una persona que trata de vivir el día a día haciendo lo que le gusta. Amo escribir, no soy buena pero no me interesa eso, la música es mi oxigeno, la lluvia, los árboles, los libros, el chocolate son razones de mi existencia, con lo que puedo justificarla. Mi grupo favorito es Pink Floyd y mis libros favoritos Cien años de Soledad y Rayuela. Cortázar y Garcia Márquez me abrieron los ojos a otras realidades. Solamente creo en el amor hacía uno mismo y la de la familia. Los animales son lo más sagrado que puede tener el mundo. El arte lo más bello en todos sus aspectos. Quiero creer en una humanidad solidaria, pacifica y honesta que esta muy lejos de eso, pero tal vez albergando la esperanza de que con trabajo y esfuerzo se pueda construir. La justicia debería ser el pilar de la tierra pero esta desaparecida. Solamente queda nuestra esencia. No sabemos nada sobre la muerte, el alma, lo supremo, el universo. Somos migajas en la una tierra conquistada. Buscamos la felicidad y no sabemos que es. El crecimiento espiritual es a lo que venimos a éste mundo después de tanto pensarlo. Cualquier trabajo y dinero no se comparan, solo superficialidades para desconcentrarnos de nuestro propósito. No creo en una ayudante creo en los seres humanos. Un mundo asediado por la tecnología que en vez de buscar una liberación nos ha esclavizado y nos ha puesto en un plano infeliz en que las personas están enloqueciendo. Un mundo cada vez más violento y caótico, y yo solo me refugio en mis discos, en las letras y en aquellas páginas amarillas que me transportan a otros mundos increíbles. Donde las mentiras y el falso amor brotan como espumas en el mar ¿Qué paso con el romanticismo y la entrega total hasta donde la muerte nos separé? ¿Qué paso con la liberación de la mujer en donde cree que eso significa dar todo por el sexo, en vez de trabajar y demostrar que las mujeres también tenemos que aportar a la sociedad? Así es mi vida, llena de preguntas, dudas, decepciones y alegrías.