El renacer de Abel Tesfaye: de The Weeknd a la gran pantalla con “Hurry Up Tomorrow”
Tras dejar atrás su alter ego musical, Abel Tesfaye se sumerge por completo en el cine con una película íntima y experimental que marca el cierre de su trilogía artística.
De estrella del pop a cineasta: el verdadero sueño de Abel Tesfaye
Abel Tesfaye, mundialmente conocido como The Weeknd, ha iniciado una transición artística que pocos en la industria se atreven a hacer: dejar atrás una identidad musical consolidada para abrazar su pasión de toda la vida, el cine. Tras conquistar la industria musical con una trilogía de álbumes éxitos como After Hours y Dawn FM, ahora sorprende con su incursión cinematográfica a través del filme “Hurry Up Tomorrow”, una obra que no solo actúa como cierre de su saga artística, sino también como el punto de partida de una nueva etapa personal y profesional.
La película, dirigida por Trey Edward Shults (Waves, It Comes at Night), cuenta también con las actuaciones de Jenna Ortega y Barry Keoghan, y ya está generando expectación no solo por su propuesta estética y sonora, sino por ser el vehículo principal de Tesfaye para dejar atrás a The Weeknd y mostrarse como Abel.
Un proyecto cinematográfico con alma musical
“Hurry Up Tomorrow” no es una película cualquiera. Tal como explicó Tesfaye en entrevistas recientes, la producción representa una especie de epílogo a su célebre trilogía discográfica. Más allá de su valor narrativo o visual, la cinta es también el resultado de años de planificación, en donde la música y el cine convergen como nunca en la carrera del artista canadiense.
“En todos mis álbumes hay ADN cinematográfico”, comentó Tesfaye. “Siempre he querido hacer películas, contar historias largas, y sabía que si hacía música con ese enfoque iba a poder llegar eventualmente al cine.”
La afirmación cobra total sentido al ver la evolución de su obra. Desde los primeros videos de The Weeknd marcados por una estética sombría y emocional, hasta los espectáculos inmersivos de sus giras mundiales, todo indicaba que el canadiense veía sus discos como partes de un todo mayor... una historia que, ahora entendemos, quería terminar en la gran pantalla.
Un nuevo aliado creativo: Trey Edward Shults
El encuentro de Tesfaye con Shults fue, según ambos, un golpe de suerte cósmico. El director, conocido por sus relatos intensos y emocionales, encajó perfectamente en la visión de Abel.
“Desde el inicio, Abel me dio la confianza necesaria para hacer esta película algo nuestro”, declaró Shults. “Fue casi mágico. Pude ver la pasión y la entrega con la que abordaba este proyecto. No era un músico queriendo probar suerte en el cine; era un verdadero autor buscando contar su historia.”
Ambos artistas encontraron en esta colaboración una especie de catarsis. Shults, quien en sus primeros proyectos trabajó con familiares cercanos por cuestiones presupuestarias, abrazó este nuevo reto con entusiasmo. Por su parte, Abel redescubrió la emoción de crear, despejado de las expectativas comerciales que rodean a una superestrella del pop.
La simbólica muerte de The Weeknd
Mucho se ha hablado de la “muerte” artística de The Weeknd, un personaje que Abel construyó y evolucionó a lo largo de más de una década. Desde sus inicios misteriosos con el álbum House of Balloons hasta llenar estadios en todo el mundo, The Weeknd se convirtió en un ícono de la cultura pop. Pero para Abel, ese personaje dejó de tener cosas que decir.
“Sentí que ya no tenía nada más que comunicar como The Weeknd”, confesó. “Estaba en el escenario y, por primera vez, no sentía conexión. Mi voz me fallaba... y no por problemas físicos. Fue entonces que me di cuenta que necesitaba parar y replantearlo todo.”
Caída en medio del éxito: la pérdida de la voz como señal
Durante una de sus giras en 2022, Tesfaye perdió la voz en pleno concierto. Aunque físicamente no sufrió daño alguno, la experiencia lo marcó profundamente.
Ese incidente, sumado al agotamiento emocional del personaje de The Weeknd, lo llevó a una introspección que desembocó en la creación de “Hurry Up Tomorrow”. No se trató simplemente de cambiar de medio, sino de tomar la decisión consciente de sanar como artista.
“La gente gasta grandes cantidades de dinero para ir a un concierto mío. Y yo ya no podía darles eso. Ahí entendí que algo muy profundo debía cambiar”, expresó el cantante.
La lección amarga de “The Idol”
Antes de esta película, Tesfaye dio un primer paso en la actuación con la serie “The Idol” para HBO. Pese a la abrumadora promoción y el enfoque estético de Sam Levinson (creador de Euphoria), la serie fue criticada por su guion desarticulado y una excesiva dependencia de la provocación.
“No sentía que esa serie fuera realmente mía”, admitió Abel. “Sí, fue mi primer intento en esto, y claro que aprendí. Pero también reafirmó mi intuición: quería tomar el control completo de lo que estaba creando.”
Aunque “The Idol” fue polémica, dejó dos enseñanzas claras: la necesidad de conexión interna con la obra y la importancia de encontrar colaboradores que compartan su visión. Afortunadamente, eso sí lo logró con Shults, Ortega y Keoghan.
Una película que reencuentra el alma de Abel
“Hurry Up Tomorrow” ha sido descrita como un cruce entre el musical experimental y el thriller emocional. Con referencias visuales a clásicos como Trainspotting y Eternal Sunshine of the Spotless Mind, así como sonidos atmosféricos similares a los de Kid A de Radiohead, la película es una experiencia sensorial tan intensa como emocional.
Jenna Ortega y Barry Keoghan, ambos en el punto más alto de sus respectivas carreras, aportan potencia actoral a una historia introspectiva sobre identidad, disociación y redención. La participación de Keoghan (nominado al Oscar por The Banshees of Inisherin) fue clave, según Tesfaye, para anclar emocionalmente el relato.
“Esta película me devolvió la alegría de hacer arte”, dijo Tesfaye. “Fue como volver a empezar. Como si tuviera 18 años de nuevo, soñando con rodar mi primera película.”
Un nuevo Abel para una nueva era
La historia de Abel no es solo la de un ídolo pop transitando hacia el cine. Es también la de un hombre reconciliándose consigo mismo, entendiendo sus límites y aspiraciones.
Hoy, con Hurry Up Tomorrow como brújula emocional y artística, Abel Tesfaye se presenta como un creador total, sin máscaras ni pseudónimos. Un hombre que eligió ser artista más allá del éxito, más allá del personaje, y sobre todo, más allá de The Weeknd.
“Ahora soy yo quien guía la historia, no un alter ego”, concluyó.
Y quizás, ahí radica el verdadero arte.