Del legado de Francisco a la esperanza: la relación entre la Iglesia Católica y los pueblos indígenas
El Papa de las Américas dejó una herencia compleja marcada por disculpas históricas, polémicas canonizaciones y el inicio de un camino de reconciliación con los pueblos originarios de América.
El pontífice que miró a los pueblos originarios
El papado de Francisco, el primero en la historia proveniente de América Latina, será recordado no solo por su estilo pastoral cercano, sino también por haber intentado, con ciertos matices y contradicciones, reconciliar a la Iglesia Católica con los pueblos indígenas de América. Desde disculpas por atrocidades pasadas hasta gestos simbólicos y repudiaciones doctrinales, Francisco abordó un tema históricamente olvidado por la institución que dirige desde hace siglos.
Disculpas que marcaron época
Uno de los episodios más significativos durante el papado de Francisco ocurrió en julio de 2022, cuando, frente a un cementerio cerca de una antigua escuela residencial en Maskwacis, Alberta (Canadá), el pontífice ofreció una disculpa pública por el papel de la Iglesia en el sistema de escuelas residenciales, donde más de 150,000 niños indígenas fueron separados de sus familias y obligados a abandonar sus lenguas y culturas.
“Estoy profundamente dolido, lo siento por las formas en que, lamentablemente, muchos cristianos apoyaron la mentalidad colonizadora de los poderes que oprimieron a los pueblos indígenas”, dijo Francisco ante una multitud que incluía a sobrevivientes y familiares de víctimas. La declaración fue recibida con lágrimas, aplausos y emociones encontradas.
Wilton Littlechild, un sobreviviente y ex Gran Jefe de la Confederación del Tratado Seis, comentó: “Nos puso en un camino muy fuerte hacia la reconciliación, pero no puede detenerse allí”.
La controversia de Junípero Serra
Pese a sus avances, Francisco también generó descontento con ciertas decisiones. En 2015, durante su visita a Estados Unidos, canonizó a Junípero Serra, el fraile franciscano español que fundó las primeras misiones en California. Para muchos indígenas, Serra representa el comienzo de una era de opresión, puesta en marcha a través de misiones donde se reprimieron lenguas, culturas y hubo evidencias de castigos físicos.
Activistas indígenas, así como grupos de derechos humanos, criticaron esta canonización por considerar que validaba los abusos cometidos durante el periodo misional. Valentin Lopez, presidente del grupo tribal Amah Mutsun en California, fue uno de los más críticos: “¿Cómo pueden considerarse santas esas acciones?”.
Para contrarrestar estas críticas, el Vaticano sostuvo que Serra fue un defensor de las comunidades indígenas frente a las autoridades coloniales. Francisco incluso expresó que Serra había luchado por “la dignidad de la comunidad nativa”.
Una visita histórica y un gesto con peso
La visita de Francisco a Canadá no solo se limitó a discursos. Durante su estadía, el Papa recibió un penacho ceremonial, símbolo de honor reservado tradicionalmente para guerreros y líderes nativos. Este gesto fue tanto celebrado como criticado por miembros de las comunidades indígenas.
Littlechild explicó que otorgó el penacho como símbolo de perdón. “Cuando se lo di, le dije: ‘Te perdono por lo que me pasó de niño’”, relató. Para muchos, fue un momento de catarsis; para otros, un símbolo incómodo de una herida todavía abierta.
La Doctrina del Descubrimiento y su repudio
En 2023, el Vaticano repudió formalmente la Doctrina del Descubrimiento, una serie de bulas papales del siglo XV que legitimizaban la apropiación de tierras indígenas por parte de países europeos. Estas doctrinas fueron invocadas para justificar la colonización de América por España y Portugal, y algunas de sus consecuencias perduran en la jurisprudencia moderna.
“Las bulas no reflejaban adecuadamente la dignidad y los derechos de los pueblos indígenas”, reconoció entonces el Vaticano en un comunicado.
Para Fernie Marty, miembro de la Sacred Heart Church of the First Peoples, la decisión de Francisco fue evidencia de que el Papa “pasó de las palabras a las acciones”. Lo denominó “reconcili-acción”.
Sin embargo, para líderes como Lopez, el repudio no fue suficiente: “Los documentos aún no han sido rescindidos, lo que significa que técnicamente siguen vigentes”.
México y Bolivia: Encarnando otra mirada
Aunque el caso de Canadá fue el más mediático, las muestras de acercamiento del Papa también se dieron en otras regiones. En Bolivia, Francisco pidió perdón en 2015 por los crímenes cometidos durante la conquista de América: “Pido humildemente perdón, no solo por las ofensas de la Iglesia en sí, sino también por los crímenes cometidos contra los pueblos originarios”.
En México, defendió el uso de lenguas y tradiciones indígenas en la liturgia católica, promoviendo una espiritualidad más intercultural que integrara los elementos autóctonos en la fe cristiana. Esta medida fue especialmente bien recibida por comunidades rurales y eclesiásticos que habían luchado por décadas por la inculturación del Evangelio.
Un legado inconcluso
Para muchos líderes indígenas, admiradores y críticos, lo hecho por Francisco fue importante, pero no definitivo. Kenneth Deer, activista mohawk que en 2016 pidió al Papa la revocación de la Doctrina del Descubrimiento, declaró: “Fue muy progresista, y podría haber sido aún más si el Vaticano no lo hubiera contenido”.
Incluso cuando el Vaticano evitó usar el término “genocidio” para referirse a las escuelas residenciales, Francisco hizo comentarios personales en los que reconoció abiertamente que el sistema sí había tenido efectos genocidas, según Deer: “Ese es el Papa que uno quiere escuchar, el Papa sin guion”.
Cifras del horror
- Más de 150,000 niños indígenas fueron enviados a escuelas residenciales en Canadá.
- El Centro Nacional para la Verdad y la Reconciliación ha documentado más de 4,000 muertes en estas instituciones, aunque investigadores creen que la cifra real podría ser mucho mayor.
- Los internados funcionaron durante más de 100 años; el último cerró en 1996.
El reto del próximo Papa
Francisco deja un legado de valentía, pero también de temas sin resolver. Las futuras decisiones deberán considerar si avanzar por el mismo camino o dar un giro en la relación con los pueblos indígenas. Como expresó el activista Deer: “El próximo Papa tiene que seguir trabajando, seguir evolucionando. Hay que cambiar”.
No cabe duda de que la figura de Francisco marcó un antes y un después. Su papado abrió puertas que durante siglos estuvieron cerradas. Sin embargo, la reconciliación verdadera requerirá mucho más que disculpas: hará falta acción, justicia y voluntad institucional.