Trump y la Guerra Cultural: ¿Colón o los Pueblos Indígenas?
La disputa sobre la celebración de Columbus Day revive viejos debates sobre identidad, historia y política en Estados Unidos
El Resurgimiento de Columbus Day en la Era Trump
Donald Trump ha dejado claro que no apoyará la conmemoración del Día de los Pueblos Indígenas junto con el tradicional Columbus Day. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, afirmó: "Estoy rescatando el Día de Colón de las cenizas". Trump acusó a los demócratas de tratar de destruir la reputación de Cristóbal Colón y, por extensión, el legado de la comunidad italoamericana en EE.UU.
Esta postura no resulta sorprendente dado el historial de Trump, quien durante su presidencia se opuso ferozmente a las revisiones del pasado que enfatizaban la diversidad y las injusticias históricas. Según Trump, rescatar a Colón es restaurar un ícono tradicional de la cultura estadounidense.
¿De dónde viene Columbus Day?
La celebración de Columbus Day tiene raíces complejas. Originalmente, se instauró como respuesta a la violencia contra inmigrantes italianos. En 1891, once inmigrantes italianos fueron linchados en Nueva Orleans. Este brutal episodio condujo a la proclamación del primer Columbus Day en 1892, bajo el mando del presidente Benjamin Harrison.
En 1934, el presidente Franklin D. Roosevelt institucionalizó Columbus Day como feriado nacional, buscando reconocer la creciente influencia de la comunidad italoamericana. Sin embargo, Cristóbal Colón nunca pisó el territorio que hoy conforma Estados Unidos continental, lo cual ha avivado debates sobre la relevancia histórica de su figura.
Indigenous Peoples Day: Una Corrección Histórica
Durante su mandato, Joe Biden fue el primer presidente en emitir una proclamación para reconocer el Día de los Pueblos Indígenas. Según el texto, se buscaba "celebrar las contribuciones invaluables y la resiliencia de los pueblos indígenas" y reconocer "su soberanía inherente".
Biden admitió en su proclamación que Estados Unidos fue "concebido bajo una promesa de igualdad" que "nunca ha cumplido plenamente", especialmente en lo relativo a los pueblos indígenas.
Este cambio de narrativa se inserta en una tendencia más amplia de revisar críticamente la historia nacional, un esfuerzo que Trump y sus seguidores han combatido activamente.
Colón: ¿Héroe o Villano?
Los críticos de Columbus Day argumentan que Colón no debe ser celebrado debido a las consecuencias devastadoras de sus exploraciones: explotación, esclavitud y genocidio de poblaciones indígenas. De hecho, su llegada abrió la puerta a siglos de colonización brutal.
Activistas han presionado por años para reemplazar Columbus Day por el Día de los Pueblos Indígenas, una iniciativa que ha ganado terreno en estados como California, Dakota del Sur y Nuevo México. En muchos lugares, ambas celebraciones coexisten, reflejando la fractura cultural de la sociedad estadounidense.
Trump y la defensa de los símbolos tradicionales
Trump ha convertido la defensa de figuras como Cristóbal Colón en un eje de su guerra cultural. Durante su mandato, revivió estatuas derribadas, como la estatua de Colón en Baltimore, que fue restaurada con fondos federales en 2020 tras ser derrumbada durante las protestas contra la violencia policial.
Su insistencia en preservar estos símbolos revela una estrategia política: movilizar a votantes conservadores que sienten que los valores tradicionales estadounidenses están siendo atacados por un progresismo "desenfrenado".
El contexto actual: una nación dividida
La disputa sobre Columbus Day forma parte de una guerra cultural más amplia que polariza a Estados Unidos. Este debate no solo es histórico; es profundamente político. Según una encuesta de Pew Research Center de 2022, el 45% de los estadounidenses apoya cambiar el Día de Colón por el Día de los Pueblos Indígenas, mientras que un 49% se opone.
Estas cifras reflejan una división ideológica ligada, en gran medida, a la afiliación partidista: entre los demócratas, el 68% apoya el cambio, frente a solo el 23% de los republicanos.
¿Qué representa realmente Columbus Day?
Para los defensores tradicionales, Columbus Day celebra la valentía, la exploración y el espíritu al que atribuyen el surgimiento de la civilización americana. Para los críticos, simboliza el dolor y la opresión de los pueblos originarios.
Las ciudades y estados que rechazan Columbus Day buscan reconocer las voces que históricamente fueron silenciadas, avanzando hacia una imagen más inclusiva del pasado de EE.UU.
El peso político de los símbolos
Trump, que basó gran parte de su campaña en "hacer América grande otra vez", entiende perfectamente el poder simbólico de las figuras históricas. Defender Columbus Day no es solo una cuestión cultural; es una jugada electoral calculada para reforzar su apoyo entre votantes conservadores, especialmente dentro de comunidades italoamericanas tradicionalmente demócratas pero que han mostrado mayor apoyo a los republicanos en años recientes.
No es solo Trump: Un contexto histórico de disputas
En EE.UU., la historia de debates sobre símbolos no es nueva. Ejemplos incluyen las controversias sobre la bandera confederada y los monumentos a generales del Sur. La historia, como el arte o la literatura, es un campo de batalla donde se disputa la identidad nacional.
Eventos como la restauración de monumentos, las proclamaciones presidenciales y los debates legislativos sobre feriados reflejan las tensiones profundas entre dos visiones opuestas de lo que significa ser estadounidense.
¿Cabe reconciliación?
La coexistencia de Columbus Day e Indigenous Peoples Day en muchos lugares sugiere una posible vía intermedia: reconocer tanto los logros como las heridas del pasado. Sin embargo, dadas las tensiones actuales, parece poco probable que se alcance un consenso nacional a corto plazo.
El debate sobre Colón no es simplemente sobre un explorador del siglo XV, sino sobre quiénes somos como país hoy. En última instancia, más que sobre historia, se trata de la lucha continua por definir la identidad estadounidense del siglo XXI.