Ser madre en Gaza: El brutal precio de dar vida en medio de la guerra

Entre el hambre, las bombas y la miseria, las mujeres embarazadas de Gaza luchan por sobrevivir y traer vida en el escenario más adverso

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La maternidad en un campo minado

La historia de Yasmine Siam es el reflejo brutal de lo que significa hoy concebir y tratar de sobrevivir en Gaza. Con siete meses de embarazo, ella vivía hacinada en un campamento de tiendas, sacudida noche tras noche por bombardeos israelíes, luchando contra la desnutrición y los horrores de una guerra que no da tregua.

Su relato, recogido el 9 de abril de 2025, revela que hacía más de un mes que no comía carne, y que su peso había caído dramáticamente a tan solo 57 kilos. Como muchas mujeres en Gaza, su acceso a atención médica era mínimo y el simple trayecto para un ultrasonido implicaba recorrer caminos desechos en carretas tiradas por burros.

Miscarriages: una tragedia en números

La devastación de Gaza no solo ha dejado ruinas físicas: ha diezmado las posibilidades de una maternidad segura. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) estima que el 20% de las 55,000 mujeres embarazadas están desnutridas, y la mitad enfrenta embarazos de alto riesgo.

  • En enero y febrero de 2025, los abortos espontáneos en el Hospital Nasser de Khan Younis se duplicaron respecto al mismo periodo en 2023.
  • De acuerdo con Doctores sin Fronteras, actualmente se registran hasta 40 abortos espontáneos por semana.
  • El número de mujeres que mueren durante el parto pasó de aproximadamente dos casos al año a cinco casos al mes, según el hospital.

"No necesitamos esperar para ver los efectos futuros. Los riesgos ya están aquí", advirtió Yasmine Shnina, supervisora de matronas en Nasser.

Amar en tiempos de guerra: la historia de Yasmine y Hossam

En medio de la ruina, floreció una historia de amor. Hossam Siam pidió la mano de Yasmine tras conocerla en un improvisado convivio entre vecinos desplazados. A pesar de su inicial rechazo —"No esperaba casarme en una guerra"—, finalmente aceptó tras largos paseos junto al mar.

Se casaron el 15 de septiembre de 2024, en una ceremonia humilde pero cargada de esperanza. Solo unas semanas después, la noticia del embarazo de Yasmine llenaba de ilusión a la familia. En un contexto normal, sería una celebración; en Gaza, sin alimentos ni recursos médicos, se convirtió en un acto de resistencia.

Gaza: un campo de obstáculos para dar vida

Desde el 2 de marzo de 2025, Israel interrumpió el suministro de alimentos, medicamentos y suministros a más de dos millones de gazatíes. La escasez de carne, frutas y verduras frescas es total. El agua potable es un lujo que pocos encuentran, y miles de personas viven entre basura y aguas residuales.

La falta de acceso a revisiones prenatales, infecciones causadas por condiciones insalubres y la ausencia de medicamentos básicos crean un cóctel mortal. Por ejemplo:

  • Solo nueve de los catorce hospitales con servicios de maternidad siguen abiertos, y funcionan de forma parcial.
  • De los 130 partos diarios en febrero y marzo, una cuarta parte necesitó cesáreas de emergencia.
  • Más de la mitad de los medicamentos esenciales para maternidad y cuidado neonatal han desaparecido, según el Ministerio de Salud de Gaza.

"Incluso lo más básico es imposible ahora", alertó Katy Brown de Doctores sin Fronteras.

Bajo tierra y sin respiro: hospitales asfixiados

El Hospital Nasser, uno de los pocos que intenta brindar cuidados de emergencia, también fue atacado. Según Dr. Ahmad al-Farra, durante una ocupación israelí, incubadoras y equipamiento neonatal fueron destruidos. Aunque el hospital fue parcialmente reconstruido, los desafíos son enormes:

  • A veces, hay hasta 15 bebés prematuros necesitando respiradores, pero solo disponen de dos máquinas CPAP para neonatos.
  • Hay 20 máquinas CPAP atascadas fuera de Gaza, junto con 54 ecógrafos y kits de obstetricia, todos bloqueados por el asedio.

"Antes veía un caso de neumonía necrotizante al año; hoy he tratado 50", dijo al-Farra. Cuatro de esos bebés murieron.

Una lucha en cada respiración

La guerra no discrimina: las mujeres embarazadas son víctimas frecuentes de bombardeos. Una cirujana relató el caso de una mujer que, estando de cuatro meses, sufrió heridas de metralla que devastaron su útero. El feto no pudo ser salvado, y futuras gestaciones serán de altísimo riesgo.

El hambre, la angustia constante, el dolor físico de la malnutrición y la tristeza de la pérdida son cargas diarias para las madres gazatíes. Según Rosalie Bollen de UNICEF, no es solo cuestión de falta de cantidad en los alimentos, sino también de diversidad nutricional y el estrés tóxico continuo en que viven.

La dolorosa despedida

Después de la alerta de dolor y sangrado el 9 de abril, Yasmine fue a un campamento médico solo para escuchar que debía "esperar". A las 3 a.m., trasladada a un hospital de emergencia, perdió finalmente a su hijo. Su bebé, que alguna vez fue símbolo de alegría en tiempos oscuros, descansó en una tumba improvisada en el desolado paisaje de Gaza.

"Quisiera retroceder una semana en el tiempo, esconderlo dentro de mí y no dejarlo ir jamás", confesó Yasmine, devastada.

A pesar de todo, no pierde la esperanza de volver a ser madre. En Gaza, ser madre no es solo dar vida; es resistir.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press