La nueva guerra económica: ¿Quién ganará el pulso entre EE.UU. y China?
Mientras Trump intensifica la guerra comercial, China fortalece sus lazos globales y gana aliados estratégicos
Un escenario de confrontación global
Donald Trump ha impulsado su estrategia comercial más agresiva hasta la fecha, elevando los aranceles sobre productos chinos hasta un exorbitante 145%. A su vez, ha amenazado a los socios tradicionales de Estados Unidos con nuevos impuestos a menos que negocien en sus términos. Esta política de "o aceptas, o pagas" ha causado un reacomodo en las alianzas económicas mundiales: países tradicionalmente cercanos a Washington están buscando acercarse a Pekín.
La decisión reciente de Suiza de enviar a su presidente a Washington, mientras su ministro de Exteriores viajaba a Pekín para reforzar lazos comerciales, es tan solo un botón de muestra. Una década de política exterior estadounidense centrada en contener a China ha sido repentinamente trastocada por las prioridades de la actual administración.
China aprovecha la oportunidad
China ha visto en el descontento global una oportunidad única. De acuerdo con el primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, "ambas potencias dicen no querer forzar a nadie a tomar partido, pero en la práctica buscan que otros ingresen en sus respectivas órbitas". (Discurso, 16 de abril).
Beijing ha expandido su influencia:
- Con acuerdos económicos en Vietnam, Camboya y Malasia.
- Con contactos con Japón para proponer una respuesta coordinada.
- Con ofertas de inversiones y mercados abiertos para países como Kenya y Azerbaiyán.
Incluso en Europa, China ofrece levantar sanciones para reactivar su acuerdo comercial con la UE, enviando claras señales de su disposición a construir nuevos puentes.
El precio de una guerra de aranceles
El impacto de los aranceles no es menor. El tráfico marítimo hacia el puerto de Los Ángeles cayó un 36% en dos semanas recientes (Port Optimizer), reflejando la gravedad de la fractura comercial. Empresas estadounidenses han alertado por incrementos de precios y posibles desabastecimientos, en momentos donde la inflación continúa siendo una preocupación.
Mientras, Trump sostiene que "China quiere hacer un trato, obviamente. Pero nosotros hemos cortado en seco el comercio", en un intento por mostrar fuerza.
¿Una batalla perdida en la percepción global?
Quizás el mayor costo para EE.UU. no sea económico, sino de imagen internacional. Según una encuesta de Ipsos publicada recientemente, por primera vez más personas a nivel mundial consideran que China tiene un impacto positivo en el mundo, en comparación con Estados Unidos. Este cambio en la percepción refleja el desgaste que la política exterior estadounidense ha sufrido bajo una política comercial altamente agresiva.
La resistencia a elegir un lado
Para muchos países, verse atrapados entre EE.UU. y China es un dilema imposible. Según Matthew Goodman, del Council on Foreign Relations, "no pueden prescindir de uno u otro: necesitan a China como fuente de insumos, pero también al mercado estadounidense".
Algunos datos relevantes:
- China, primer exportador mundial, tuvo un comercio récord de 6 billones de dólares en 2024.
- EE.UU., principal importador mundial, registró un déficit comercial récord de 1.2 billones de dólares.
- La ASEAN comerció 477 mil millones de dólares con EE.UU. en 2024, pero su comercio con China es aún mayor.
La estrategia de China para el "desacoplamiento"
En Beijing, la narrativa es clara: prepararse para lo peor. Bajo la dirección de Xi Jinping, la dirigencia china se enfoca en planes de contingencia, buscando resistir un "desvinculamiento total" de EE.UU. Victor Gao, vicepresidente del Center for China and Globalization, compara el desafío actual con la tradición histórica de China de resistir invasores: "al final, todos desaparecen", concluyó.
China también ha mostrado que está dispuesta a usar su "arma económica": ha presionado a Corea del Sur para evitar que exporte artículos con minerales chinos hacia compañías de defensa estadounidenses, bajo amenaza de sanciones. Esto añade una nueva dimensión a la confrontación.
¿Quién tiene la ventaja?
Ambos jugadores tienen fortalezas importantes:
- EE.UU. posee la mayor economía individual del mundo y una capacidad militar incomparable.
- China lidera en crecimiento económico, dominio tecnológico en sectores clave y es el primer socio comercial de numerosos países.
La guerra de tarifas, lejos de resolverse, parece ser el prólogo de una competencia geopolítica mucho más larga e intensa.
Como resume Hal Brands, experto del American Enterprise Institute, "China intentará explotar el comportamiento abrasivo de Trump para ganar terreno entre los aliados de EE.UU. y los países del Sur Global".
La partida apenas comienza, y el ganador de este enfrentamiento modelará el orden mundial de las próximas décadas.