Explosión en Irán: ¿Un accidente químico o una falla crítica en la logística militar?

La tragedia en el puerto Shahid Rajaei reabre heridas y preguntas sobre el manejo de materiales peligrosos en tiempos de tensión geopolítica.

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Una tragedia que sacudió Irán

El pasado sábado, una enorme explosión seguida de un incendio devastador sacudió el puerto Shahid Rajaei en Bandar Abbas, al sur de Irán. El saldo es desgarrador: 28 personas fallecidas y cerca de 1,000 heridos, según confirmó Pir Hossein Kolivand, jefe de la Sociedad de la Media Luna Roja de Irán.

Este evento no solo conmocionó a la nación islámica, sino que también encendió las alarmas a nivel internacional debido a su supuesta vinculación con un cargamento de perclorato de amonio, un componente utilizado como propelente en la fabricación de misiles balísticos.

¿Qué causó la explosión?

Según informes de la firma privada de seguridad Ambrey, en marzo de este año el puerto habría recibido una partida de perclorato de amonio desde China. La carga, destinada a reabastecer los arsenales iraníes menguados tras ataques contra Israel, podría haber tenido un manejo negligente, detonando la catástrofe.

El portavoz del Ministerio de Defensa iraní, General Reza Talaeinik, negó rotundamente que el puerto manejara «combustible militar» importado. No obstante, no ofreció una explicación clara sobre qué material causó la detonación de semejante magnitud. Esta postura alimentó varias teorías, siendo una de ellas el manejo imprudente durante el almacenamiento del químico.

Imágenes apocalípticas y respuesta de emergencia

Las redes sociales se inundaron de videos que muestran nubes de humo rojizas, apuntando a la participación de compuestos químicos inflamables — fenómeno también observado en la explosión del puerto de Beirut en 2020, donde el nitrato de amonio fue el protagonista.

Helicópteros y aviones cisterna sobrevolaron las llamas durante la noche, vertiendo agua de mar para controlar la situación. Mientras tanto, el Gobernador de Hormozgán declaró tres días de duelo.

Una cadena de errores: ¿Por qué no se trasladó la carga?

La pregunta que muchos analistas se hacen es ¿por qué Irán no retiró inmediatamente un cargamento de semejante peligrosidad?. Tras el desastre del puerto de Beirut —que dejó más de 200 muertos— la comunidad internacional reforzó las regulaciones sobre almacenamiento de químicos explosivos. Sin embargo, en este caso, parece que no se aprendieron las lecciones del pasado.

Una posibilidad es que los sitios de procesamiento de combustible para misiles en Irán fueron objetivo de ataques israelíes recientes, limitando las ubicaciones seguras donde trasladar la mercancía.

Implicaciones estratégicas

La explosión ocurre en un momento delicado: las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos están estancadas, y las tensiones regionales con Israel siguen al rojo vivo.

El Financial Times había informado en enero que dos barcos cargados con perclorato de amonio partieron de China rumbo a Irán. El hecho de que uno de estos buques estuviera en las cercanías del puerto Shahid Rajaei en marzo da peso a la hipótesis del mal manejo de materiales estratégicos.

Según expertos en defensa, la pérdida de esta carga podría significar una seria degradación en la capacidad de respuesta balística de Irán en caso de un conflicto regional.

Reacciones internacionales

En un gesto poco habitual, el presidente ruso, Vladimir Putin, desplegó aeronaves de emergencia hacia Bandar Abbas para ofrecer asistencia. Este movimiento subraya la importancia geoestratégica de Irán para Moscú, especialmente tras el creciente aislamiento ruso debido al conflicto en Ucrania.

Mientras tanto, gobiernos occidentales han mantenido un cauteloso silencio, a la espera de mayores precisiones sobre la naturaleza exacta del material involucrado.

¿Podría repetirse una tragedia como Beirut?

La explosión de Beirut en 2020 se debió a 2,750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas negligentemente durante más de seis años. La tragedia dejó más de 300,000 personas sin hogar. En este caso, aunque las cantidades exactas manejadas en Bandar Abbas no han sido reveladas, el patrón de humo y los efectos de la explosión sugieren una potencia destructiva comparable.

Según The New York Times, expertos en química forense señalaron que un incendio próximo actuó como detonante, algo que también pudiera haber ocurrido en Irán.

Un riesgo regional creciente

Además del riesgo de que explosiones de este tipo cobren nuevas vidas, existe la posibilidad de que instalaciones críticas —como refinerías o arsenales militares cercanos— sean afectadas, provocando catástrofes aún mayores.

"Una de las lecciones más dolorosas del desastre de Beirut fue que situaciones de manejo negligente en entornos portuarios suelen ser ignoradas hasta que ocurre una tragedia", afirma Jeffrey Lewis, experto en control de armas del Middlebury Institute of International Studies en Monterey.

En momentos donde Medio Oriente vive una tensión constante entre Irán, Israel y potencias del Golfo, cada chispa puede escalar velozmente a un incendio descontrolado tanto en sentido literal como diplomático.

La necesidad urgente de reformas

Los errores evidenciados en la tragedia de Bandar Abbas resaltan la urgente necesidad de revisar los protocolos de almacenamiento y transporte de materiales peligrosos en Irán. No solo para prevenir tragedias humanitarias, sino para evitar que amenazas latentes desestabilicen aún más la región.

Por ahora, lo que queda en la memoria colectiva son las imágenes de fuego, dolor y pérdida; y un llamado silencioso pero estruendoso a no repetir los errores de un pasado demasiado reciente.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press