¿Puede Donald Trump resucitar la industria del carbón en EE.UU.?

Entre nostalgias, decretos y realidades económicas, el carbón enfrenta un futuro incierto

El renacimiento prometido: nuevos decretos ejecutivos

El presidente Donald Trump ha intensificado sus esfuerzos para revivir una de las industrias más emblemáticas de Estados Unidos. En un conjunto de nuevas órdenes ejecutivas firmadas en abril de 2025, Trump autorizó la minería de carbón en tierras federales y permitió a antiguas plantas eléctricas de carbón seguir operando, bajo la excusa de la creciente demanda de electricidad, impulsada en parte por el auge de los centros de datos, la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos.

Además, concedió una exención de dos años a cerca de 70 plantas de carbón envejecidas respecto a las regulaciones federales que limitan las emisiones de productos químicos tóxicos.

Una industria en declive imparable

A pesar del espaldarazo político, el panorama económico sigue siendo implacable. Según la Agencia de Información de Energía de EE.UU., la producción de carbón cayó de 1,000 millones de toneladas en 2014 a 578 millones de toneladas en 2023. El empleo minero también ha seguido disminuyendo: de 900,000 trabajadores en la década de 1920 a apenas 45,476 en 2023.

Estados como Virginia Occidental y Kentucky, cuna de la cultura minera en Estados Unidos, concentran casi la mitad de las minas activas. Paradójicamente, Wyoming, con solo 15 minas, lidera la producción debido a la mecanización y la accesibilidad del mineral.

Elon Musk y el recorte en la seguridad minera

En un giro inesperado, el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, propuso cerrar 34 oficinas de la Administración de Seguridad y Salud en Minas (MSHA) en 19 estados, buscando ahorrar $18 millones. Esta decisión podría comprometer las inspecciones periódicas obligatorias y, por ende, la seguridad de miles de trabajadores.

Jack Spadaro, exinvestigador de seguridad minera, advirtió que los recortes "podrían significar inspecciones menos exhaustivas y pondrían vidas en riesgo." Un informe del Appalachian Citizens’ Law Center reveló que entre enero de 2024 y febrero de 2025 se realizaron cerca de 17,000 inspecciones en las oficinas que ahora están en la mira.

Más allá de la combustión: innovaciones del carbón

Mientras las plantas generadoras languidecen, algunas empresas intentan reconvertir el uso del carbón. Core Natural Resources, con base en Canonsburg, Pensilvania, trabaja en la producción de ánodos para baterías de ion de litio usando carbón de Virginia Occidental, buscando así reducir la dependencia de China.

Además, están desarrollando espumas de carbono para aplicaciones aeroespaciales y de defensa, demostrando que el "oro negro" aún tiene cabida en el futuro tecnológico.

La ilusión en la cultura minera de Virginia Occidental

El optimismo persiste en las comunidades mineras. Ava Johnson, la joven ganadora del certamen de belleza del Festival del Carbón de Virginia Occidental, simboliza la nostalgia y esperanza. “No puedes ser un verdadero virginiano occidental sin entender los sacrificios que hicieron por nosotros”, afirmó mientras exploraba las ruinas del Kay Moor Mine, en el New River Gorge National Park.

El sentimiento de orgullo por la industria minera está tejido en el ADN de estados como Virginia Occidental, donde los mineros no solo son trabajadores esenciales, sino también íconos culturales, mascotas deportivas y símbolos presentes hasta en los menús de restaurantes locales.

¿Realismo o espejismo político?

El apoyo de Trump al carbón le ha granjeado una base sólida en Virginia Occidental, donde ganó la mayoría en todas las elecciones desde 2016. Sin embargo, los analistas advierten que factores de mercado más poderosos que cualquier acción gubernamental han condenado a la industria.

"No hay nada que Trump pueda hacer para revertir el destino del carbón de manera significativa", aseguró Tyson Slocum, profesor de política energética y climática en la Universidad de Maryland. "El capitalismo, y no el ambientalismo, ha sido el verdugo del carbón".

Slocum sostiene que la caída del carbón responde al abaratamiento y mayor limpieza del gas natural y al auge de las energías renovables. Según cifras oficiales, durante el primer mandato de Trump, el número de empleos mineros en Virginia Occidental apenas varió, bajando ligeramente de 11,561 a 11,418.

Entre la nostalgia y la realidad: ¿qué nos espera?

El Departamento de Energía estima que para 2050, las energías renovables representarán cerca del 50% de la matriz energética de EE.UU., relegando aún más al carbón, a pesar de los actuales intentos de resucitarlo.

Sin embargo, la persistencia de pequeñas comunidades, el desarrollo de nuevas aplicaciones del mineral y el deseo de mantener viva una cultura centenaria sugieren que el carbón no desaparecerá del todo.

"No estamos hablando sólo de empleos; estamos hablando de un estilo de vida completo", recalcó Heather Clay, organizadora del Festival del Carbón.

Las órdenes ejecutivas de Trump buscan revitalizar una industria agotada, pero las fuerzas económicas globales, la innovación tecnológica y las cambiantes prioridades sociales apuntan en una dirección distinta. ¿Será suficiente una dosis de nostalgia y decretos presidenciales para revertir décadas de decadencia? Todo parece indicar que la respuesta, lamentablemente para muchos esperanzados, es no.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press