Reclutamiento Militar en EE.UU.: ¿Aumento Orgánico o Mérito de Trump?
El resurgimiento del alistamiento militar tiene múltiples causas que van más allá de la política partidista. ¿Qué papel juegan las estrategias del Pentágono frente al liderazgo republicano?
¿Un renacer militar estadounidense?
Tras varios años de desafíos en la captación de nuevos soldados, el reclutamiento militar en Estados Unidos ha experimentado un notable repunte entre los años fiscales 2023 y 2025. Según datos del Departamento de Defensa, en el año fiscal 2024 (octubre de 2023 a septiembre de 2024) se alistaron aproximadamente 225,000 nuevos reclutas; un 12.5% más que en el año anterior, cuando se sumaron 200,000.
Las redes sociales, los medios conservadores e incluso figuras destacadas del partido republicano han atribuido este aumento al expresidente Donald Trump y a su nuevo Secretario de Defensa, Pete Hegseth. Sin embargo, tanto expertos como los propios datos del gobierno apuntan a una realidad más compleja y multifacética.
Desmontando un mito viral
Una de las afirmaciones que ha ganado tracción es que la llegada de Trump al poder y el nombramiento de Hegseth impulsaron mágicamente el entusiasmo por enlistarse. Esta narrativa se intensificó tras la difusión de un gráfico en televisión nacional durante un segmento de Fox News, donde se mostraba un incremento significativo en los primeros meses del actual año fiscal.
No obstante, esta conclusión ignora el contexto. Como señala Katie Helland, directora de Políticas de Acceso Militar del Departamento de Defensa, en declaraciones ofrecidas en una mesa redonda con medios: “Este patrón de crecimiento comenzó antes de las elecciones de 2024”.
En efecto, el aumento del reclutamiento fue producto de una batería de medidas técnicas y estratégicas implementadas durante el mandato de Biden, incluyendo modificaciones a los cursos preparatorios, expansión de incentivos financieros e innovación digital.
Factores reales del aumento
A continuación, se enumeran las principales causas que explican el actual auge del reclutamiento militar en EE.UU., según informes oficiales y análisis independientes:
- Modernización del reclutamiento digital: Se ha abandonado poco a poco la dependencia de centros físicos ubicados en centros comerciales para concentrarse en plataformas digitales que alcancen a los jóvenes donde realmente están: internet y las redes sociales.
- Mejoras en incentivos económicos: Bonificaciones más atractivas, becas educativas reforzadas y promociones aceleradas han motivado a más jóvenes, especialmente en contextos de inflación.
- Programas preparatorios: Tanto el Ejército como la Armada inauguraron cursos como Future Soldier Preparatory Course (agosto de 2022) y Future Sailor Preparatory Course (abril de 2023), que ayudan a superar deficiencias académicas y físicas previas al alistamiento.
- Contexto laboral: Aunque el desempleo sigue bajo, algunos jóvenes consideran al ejército como una fuente estable de ingresos ante ofertas privadas limitadas o inestables.
Mark Cancian, asesor del Center for Strategic and International Studies, no duda en subrayar que “una buena parte de esto también es resultado de los recursos añadidos por la administración Biden y el Congreso”.
La complejidad del perfil del recluta
No hay que olvidar que un 77% de los jóvenes entre 17 y 24 años en EE.UU. no califica actualmente para el servicio militar sin algún tipo de excepción, debido a condiciones como obesidad, adicción o problemas de salud mental. Esto ha llevado al Ejército y otras ramas a adaptar sus estrategias, introduciendo programas que no solo mejoran habilidades físicas y cognitivas, sino que también buscan apoyar la salud mental.
Además, un informe publicado en enero por el Departamento de Defensa retiró el argumento de que la afiliación política influye significativamente en el deseo de enlistarse. El principal motivador es económico: 53% de los encuestados (jóvenes entre 16 y 21 años) citaron “dinero/pago” como la razón de peso. En cambio, el 72% identificó el temor a lesiones o la muerte como la principal razón para evitarlo.
La política: ¿esperanza o propaganda?
Analistas como Katherine Kuzminski, del Center for a New American Security, apuntan a que si bien es posible que una administración republicana resulte más atractiva para ciertas familias conservadoras, eso no basta para explicar un fenómeno tan amplio como el aumento nacional en reclutamiento.
“Puede que haya adolescentes, o más probablemente sus padres, que se sienten más cómodos con una administración republicana. Pero eso por sí solo no explica el repunte”, afirma Kuzminski.
De hecho, incluso el Departamento de Defensa ha evitado comentar sobre si la administración de Trump ha jugado un papel determinante, enfocándose más bien en las políticas acumuladas que han ido madurando desde 2022.
Una comparación histórica
Al poner en perspectiva los cambios en el reclutamiento militar, vale la pena señalar que históricamente la capacidad del gobierno federal para atraer a jóvenes ha estado condicionada más por factores estructurales (como guerras, recesiones o becas educativas) que por cambios de partido en la Casa Blanca.
Por ejemplo, durante los años posteriores al 11 de septiembre, el reclutamiento aumentó drásticamente debido al sentimiento patriótico y a la guerra global contra el terrorismo, no necesariamente porque los jóvenes respaldaran a la administración Bush.
Asimismo, la implementación del GI Bill tras la Segunda Guerra Mundial mostró que los incentivos tangibles y sostenibles funcionan mejor que cualquier narrativa política.
¿Qué esperar a futuro?
La tendencia parece sostenerse. La exsecretaria del Ejército, Christine Wormuth, confirmó en enero de 2025 que se proyecta alcanzar 61,000 nuevos alistamientos antes de septiembre. Además, ya hay 20,000 firmantes inscritos en el programa de ingreso diferido 2026.
“Lo verdaderamente asombroso es que las contrataciones del primer trimestre de este año han sido las más altas de los últimos 10 años”, comentó Wormuth.
Aun así, expertos como Gyude Moore, del Center for Global Development, advierten que el verdadero desafío radica en no sobrepolitizar el tema y en asegurar que los programas, incentivos y estrategias se consoliden mediante políticas institucionales sólidas y no por liderazgos fugaces.
Errores de interpretación
En esta era digital, donde una gráfica puede convertirse en tendencia en segundos, conviene ser meticulosos. El caso del reclutamiento militar es ejemplo claro de cómo las narrativas partidistas pueden distorsionar realidades complejas.
La asignación exclusiva del mérito del aumento a personajes como Donald Trump o Pete Hegseth es técnicamente incorrecta. Algo contribuyeron, quizá, pero mucho más importantes han sido los esfuerzos de modernización, la inversión sostenida del Congreso, el trabajo de planificación estratégica de las fuerzas armadas y el propio contexto económico y social del país.
En resumen, Estados Unidos se encuentra viviendo una transformación en la forma y el fondo de reclutar a sus jóvenes soldados. Enfrentar esa realidad con objetividad y planificación será clave en los próximos años.