John Reid desafía a su partido: polémica, discriminación y una candidatura en riesgo

Un escándalo en medio de la campaña

John Reid, el primer hombre abiertamente gay en buscar un cargo estatal en Virginia, ha decidido mantener su candidatura a vicegobernador a pesar de la presión creciente dentro del Partido Republicano para que renuncie. La controversia surgió después de que se descubriera un perfil en Tumblr, vinculado por nombre de usuario a la cuenta de Instagram de Reid, que contenía imágenes explícitas de contenido sexual.

La situación escaló rápidamente cuando el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, quien inicialmente había respaldado a Reid, le pidió formalmente que abandonara la contienda. Reid respondió con firmeza, negando cualquier vinculación personal con la cuenta de Tumblr y acusando a sus oponentes de fabricar ataques para sabotear su campaña.

¿Guerra civil dentro del Partido Republicano?

El conflicto entre Reid y su partido expone las tensiones internas dentro del Partido Republicano de Virginia. Tras la salida de su único oponente, Pat Herrity, por motivos de salud, Reid había logrado consolidar su posición como candidato oficial. Sin embargo, lejos de reforzar su posición, la situación lo hizo blanco de demandas para que renunciara.

"Recibí una cascada de llamadas insistiendo en que me retirara porque, supuestamente, los votantes cristianos nunca me apoyarían", declaró Reid en un video difundido en redes sociales. "No acepté ese análisis y me niego a declinar la nominación que he trabajado tanto por conseguir".

La homosexualidad y la política en Virginia

La situación de John Reid revive opacos capítulos de discriminación dentro del panorama político estadounidense. En particular, en estados como Virginia, donde sectores ultraconservadores mantienen fuerte influencia en el electorado. Según el Pew Research Center, en 2022 solo el 48% de los republicanos aseguraba apoyar plenamente los derechos LGBTQ+.

Reid, consciente de la vulnerabilidad que su orientación sexual podría representar en una contienda política, se expresó con amargura: "Siempre temí que alguien inventaría mentiras sobre mí por ser gay".

¿Fabricación de evidencia?

Una de las cuestiones más polémicas es la autenticidad del perfil de Tumblr. Aunque la cuenta aparentemente usaba un nombre de usuario relacionado con otras redes de Reid, este alega que cualquier persona en internet puede crear una cuenta con esa característica. "Cualquiera podría hacerlo. No tengo relación alguna con ese contenido", enfatizó Reid.

Este tipo de manipulaciones es una preocupación creciente. Según un reporte de 2024 de la Electronic Frontier Foundation, las suplantaciones de identidad en redes sociales han aumentado un 37% en los últimos tres años, alimentando guerras sucias en entornos políticos cada vez más polarizados.

Un ataque dentro de las filas aliadas

La desilusión de Reid con el gobernador Youngkin es profunda. "No esperaba que el gobernador al que he apoyado me pidiera renunciar sin mostrarme evidencias ni permitirme defenderme", expresó.

Youngkin había respaldado a Reid días antes del escándalo, posteando en X (antiguo Twitter): "John está listo para trabajar con (Winsome Earle-Sears) y (Jason Miyares) para mantener a Virginia como el mejor estado para los negocios". Esta contradicción entre el apoyo inicial y la posterior presión para su salida ha expuesto grietas visibles dentro del partido.

La hipocresía de las "buenas costumbres"

El rechazo a Reid también pone de relieve un doble rasero en cuanto a la moralidad y la política. Otros escándalos recientes confirman que la indignación suele ser selectiva. Basta recordar el caso de Susanna Gibson, candidata demócrata que fue atacada por supuestas transmisiones sexuales en línea durante su campaña al Parlamento de Virginia en 2022.

"¿De verdad sorprende que publicar imágenes íntimas de otros tenga consecuencias? Pensamientos y oraciones", escribió Gibson de forma sarcástica en su cuenta de X el mismo día del escándalo de Reid.

¿Fragmentación peligrosa rumbo a las primarias?

El escándalo llega en un momento crítico: días antes del inicio de la votación anticipada para las primarias del 2 de mayo. Si bien Reid sigue en la contienda, su imagen ha quedado golpeada no sólo por las acusaciones, sino también por la falta de respaldo entre las bases del partido.

La organización religiosa conservadora Family Foundation Action no tardó en emitir su veredicto: "Apoyamos firmemente el llamado del gobernador Youngkin para que John Reid se haga a un lado. Los virginianos quieren funcionarios electos que representen sus valores".

Un futuro en suspenso

Reid no ha dado señales de interés en retirarse, a pesar de las presiones cada vez mayores. Su presencia en la boleta podría tener profundas consecuencias para la estrategia republicana en Virginia, donde el partido aspiraba a mantener su actual control gubernamental.

¿Será su resistencia un acto de heroísmo frente a la intolerancia o una apuesta kamikaze que arrastrará al partido a una derrota? La respuesta comenzará a definirse el próximo 2 de mayo cuando los virginianos empiecen a votar.

Lo que está en juego

• Gobernador: Winsome Earle-Sears (actual vicegobernadora, también republicana) busca suceder a Youngkin.
• Vicegobernador: John Reid, en solitario tras la salida de Herrity.
• Fiscal General: Jason Miyares, busca la reelección.

Aunque la diversidad del "ticket" republicano podría haber sido un activo electoral —una mujer afrocaribeña, un hombre cubano-estadounidense y un hombre abiertamente gay—, las divisiones internas y el escándalo alrededor de Reid podrían volverse un talón de Aquiles.

¿Un espejo para Estados Unidos?

El caso Reid ilustra, en miniatura, las batallas culturales más amplias que se libran en Estados Unidos: entre tradición y progreso, exclusión e inclusión, conservadurismo y apertura. Como dijo Barack Obama en 2016: "La forma en que tratamos a nuestros conciudadanos refleja la fuerza de nuestra democracia". Virginia está a punto de ofrecer su veredicto.