Alex Cora alcanza los 1,000 partidos como mánager de los Red Sox: luces y sombras de una carrera fascinante

Entre una Serie Mundial, una suspensión polémica y su regreso al banquillo, repasamos la evolución de Alex Cora como uno de los líderes más significativos de las Grandes Ligas

Un hito dorado bajo la lluvia de Cleveland

La lluvia que azotó Cleveland el pasado viernes impidió el inicio de la serie entre los Red Sox de Boston y los Guardians, pero no pudo empañar el significado especial de la jornada para Alex Cora. El puertorriqueño estaba a punto de dirigir su partido número 1,000 como mánager de los Medias Rojas, una hazaña reservada solo para los nombres más emblemáticos de la franquicia. El doble juego del sábado marcará oficialmente su ingreso en ese selecto grupo.

“Cuando alguien mencionó el 999 ayer, pensé: ‘vaya, eso es mucho’”, dijo Cora antes del aplazamiento. “Han sido buenos años. Muchos altibajos, no solo con la organización, sino también a nivel personal, incluyendo la suspensión”.

En la cima desde el principio

Alex Cora tomó las riendas de los Red Sox en 2018 y creó un impacto inmediato. En su primera temporada como mánager, llevó al equipo a una sensacional campaña con 108 victorias en temporada regular, dominando los playoffs y conquistando la Serie Mundial ante los Dodgers de Los Ángeles. Fue la culminación de una temporada casi perfecta y un debut soñado para cualquier mánager.

Con ese título, Cora se convirtió en el segundo mánager latinoamericano en ganar una Serie Mundial, después de Ozzie Guillén (White Sox 2005). Él no solo rompía barreras dentro de un deporte históricamente complejo para las minorías, sino que lo hacía con estilo, empatía y conocimientos tácticos de primer nivel.

El escándalo de los Astros que lo cambió todo

Pero no todo fue gloria. En enero de 2020, las Grandes Ligas lo suspendieron por un año por su implicación en el escándalo de robo de señales de los Astros de Houston en 2017, cuando era coach de banca. El escándalo sacudió las bases del béisbol profesional y rápidamente los Red Sox decidieron cortar lazos.

“Tuve días buenos, días malos y también horribles”, reconoció Cora al rememorar ese periodo. “Pero siempre me presenté... he sido muy genuino, transparente y digo las cosas como son. Creo que eso es lo que la gente y los jugadores valoran”.

Lo que parecía un capítulo cerrado se reabrió menos de un año después. En noviembre de 2020, el equipo anunció su regreso. Cora volvía al banquillo, demostrando que la redención es posible en el mundo del deporte —especialmente cuando el talento supera el peso de los errores.

Un improbable segundo acto

El retorno de Cora en 2021 parecía arrancar con incertidumbre, pero nuevamente mostró su capacidad de conectar con el vestuario. Esa temporada llevó a los Red Sox a la Serie de Campeonato de la Liga Americana, silenciando a muchos críticos y reconfirmando su habilidad estratégica.

Desde las decisiones cotidianas en un bullpen inestable hasta el manejo de las jóvenes promesas como Jarren Duran o Triston Casas, Cora ha ido tejiendo un relato de gestión moderna. Según FanGraph, los Red Sox han superado su valor proyectado en tres de las cuatro temporadas completas bajo su dirección, un dato que refuerza el impacto del mánager más allá de lo anecdótico.

Comparaciones legendarias

Con su partido 1,000, Cora se suma a una lista exclusiva:

  • Joe Cronin – 2,007 partidos
  • Terry Francona – 1,296
  • Pinky Higgins – 1,119
  • Bill Carrigan – 1,003

Tener su nombre junto a sentencias como Cronin o Francona —quien también ganó un título en 2004 rompiendo la maldición del Bambino— cimenta su legado como uno de los más prominentes en los 123 años de historia de los Medias Rojas.

¿Qué sigue para Cora y los Red Sox?

Los últimos años no han sido sencillos para la franquicia. Entre lesiones, reconstrucción y competencia feroz en la División Este de la Liga Americana, el trabajo de Cora se hace más complejo cada temporada. Aun así, su liderazgo es una constante.

Mientras equipos como los Yankees se refuerzan con contratos millonarios y Baltimore emerge como nueva potencia joven, Cora intenta reafirmar a Boston como contendiente. La llegada de Walker Buehler, por ejemplo, podría marcar una nueva etapa desde el montículo si logra recuperar su mejor versión.

En la doble cartelera del sábado, lanzarán Tanner Houck (0-2, 7.66 de ERA) y Walker Buehler (3-1, 4.23 de ERA). El rival ofrecerá al novato Doug Nikhazy en su debut en Grandes Ligas, lo que convierte el segundo partido en una cita imperdible.

Alex Cora: una figura compleja y necesaria

En tiempos de análisis avanzados, rotaciones científicas e hiper-medición del rendimiento, Cora aporta algo que no se traduce en estadísticas: liderazgo humano. Sus vínculos con los jugadores, su visión integral del juego y su capacidad de comunicar lo convierten en un referente.

Su paso por la banca no ha estado exento de polémica, pero mantiene un respaldo amplio entre aficionados y cronistas por su autenticidad. Como declaró Ken Rosenthal en The Athletic: “Alex Cora no rehúye las sombras de su pasado. Las reconoce, las enfrenta y sigue adelante. Quizá por eso es tan buen líder”.

Es exactamente esa mezcla de resiliencia, conocimiento y humanidad lo que hace fascinante su recorrido hacia —y más allá de— los 1,000 partidos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press