Jason Kidd cambia la cancha por el balón: una figura NBA desembarca en el Everton
El legendario base y actual entrenador de los Mavericks se une al grupo propietario del histórico club inglés, marcando otra incursión de deportistas estadounidenses en el futbol europeo.
Jason Kidd, ícono del baloncesto y actual entrenador de los Dallas Mavericks, se ha adentrado en un nuevo territorio deportivo: el fútbol europeo. Esta semana, Kidd anunció su incorporación al grupo propietario del Everton FC, uno de los clubes más tradicionales del fútbol inglés. Su participación se materializa a través de Roundhouse Capital Holdings, entidad parte del conglomerado Friedkin Group, que desde el año pasado tomó el control del conjunto de Liverpool.
Una leyenda de la NBA con visión futbolística
Para los fanáticos del deporte estadounidense, Jason Kidd es sinónimo de excelencia. Ganador del campeonato de la NBA en 2011 con los Mavericks, doble medallista olímpico con Estados Unidos (2000 y 2008) y miembro del Salón de la Fama, Kidd ha sido una figura respetada tanto en la cancha como en el banquillo.
Actualmente, se desempeña como entrenador en jefe de los Mavericks, equipo al que llevó nuevamente a las finales en la temporada pasada. Anteriormente dirigió a los Brooklyn Nets y los Milwaukee Bucks. Su liderazgo es conocido por una mentalidad ganadora y por cultivar culturas de alto rendimiento. Según Marc Watts, presidente ejecutivo de Everton, "Jason Kidd es un líder respetado y una figura ampliamente reconocida en el deporte. Su entendimiento del alto rendimiento deportivo será invaluable mientras trabajamos colectivamente para construir un futuro más brillante para este club histórico".
El Everton: Una institución con historia amenazada
Fundado en 1878, el Everton es uno de los clubes más antiguos de Inglaterra y cuenta con nueve títulos de liga, aunque no ha levantado un trofeo importante desde 1995. Ha sido parte constante de la Premier League desde 1954, pero en los años recientes ha coqueteado peligrosamente con el descenso. Apenas esta temporada logró conservar su lugar en la máxima categoría, en medio de una crisis financiera y deportiva.
La inversión de Kidd llega en un momento clave. El club planea mudarse a su nuevo estadio en Bramley-Moore Dock en la próxima temporada, un proyecto considerado vital para modernizar la infraestructura del club y sus fuentes de ingresos. El mismo Kidd apuntó: “Es un honor unirme al Everton en un momento tan importante. Con un nuevo estadio en el horizonte y un futuro brillante ante nosotros, es un gran momento para incorporarse”.
Los estadounidenses y su creciente apetito por el futbol inglés
Jason Kidd no es el único norteamericano que ha volcado su mirada al fútbol inglés en los últimos años. De hecho, estamos presenciando una verdadera ola de figuras del deporte estadounidense que se convierten en inversores o líderes estratégicos de clubes europeos.
- En 2011, LeBron James adquirió una participación minoritaria en el Liverpool FC, a través de su sociedad con la empresa Fenway Sports Group.
- En 2023, Tom Brady, leyenda de la NFL, se convirtió en inversor minoritario y presidente de la junta asesora de Birmingham City, un club histórico que lucha por el ascenso en la Championship.
- Los golfistas Jordan Spieth y Justin Thomas también metieron su pie en la Premier League al invertir en 49ers Enterprises, la firma que ahora controla al Leeds United.
¿Qué lleva a estos íconos de otros deportes a apostar por el fútbol inglés? La respuesta parece estar en la combinación de legado histórico, posibilidades de revalorización y la globalización del negocio futbolístico. La Premier League, reconocida como una de las ligas más vistas en el mundo, proyecta cifras astronómicas en derechos de televisión, patrocinios y marketing.
Everton: Proyecto de renovación total
La llegada de Kidd al grupo propietario también coincide con la incorporación del inversionista Christopher Sarofim, presidente de la firma global de inversiones Fayez Sarofim & Co. Según comunicó el club, los movimientos recientes buscan "reforzar la base financiera del Everton" y dotarlo de estabilidad a largo plazo.
El nuevo estadio en construcción es una clara apuesta al futuro. Con capacidad para más de 52,000 espectadores, el Bramley-Moore Dock Stadium marcará una nueva era para los "Toffees", no solo a nivel deportivo, sino también comercial. Se espera que el nuevo hogar permita al club competir económicamente con los grandes del país, además de ofrecer una experiencia moderna y tecnológica a los aficionados.
Transición de estilo: del dribbling al balón largo
El vínculo entre el baloncesto y el fútbol no es nuevo, pero ver a una figura como Kidd involucrarse a nivel ejecutivo en un club de fútbol aún sorprende. ¿Qué puede aportar alguien tan arraigado al baloncesto a una institución de fútbol? La respuesta, como apunta Watts, está en su capacidad de liderazgo y gestión del rendimiento.
Kidd ha optado por no interferir en lo deportivo directamente (algo natural ya que no proviene del fútbol), pero su experiencia liderando equipos profesionalmente abre puertas a mejoras organizativas, desarrollo de talento, cultura de trabajo y gestión gerencial. En muchos aspectos, las industrias deportivas comparten similitudes estructurales que pueden ser replicadas con éxito.
El reto de rescatar a una institución dormida
Everton atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia reciente. El equipo apenas ha logrado evitar el descenso en las últimas tres campañas. Las tensiones entre la afición y la directiva se han agudizado por decisiones financieras polémicas y el bajo rendimiento deportivo.
Para Kidd, el reto es claro: ayudar a consolidar una gestión moderna, aportar nuevas perspectivas y, sobre todo, participar en el resurgimiento de un club emblemático. Su incorporación también es un potente símbolo de cómo el fútbol se ha globalizado no solo en audiencias, sino también en inversiones multiculturales e interdisciplinarias.
¿Más casos por venir?
La llegada de celebridades del deporte norteamericano parece que está lejos de terminar. Con clubes como Manchester United, Tottenham y Chelsea enfrentando cambios estructurales en sus modelos de propiedad, no sería extraño que nuevas figuras se sumen. Deportistas exitosos que buscan diversificar su legado están encontrando en el fútbol europeo un campo atractivo tanto por historia como por crecimiento proyectado.
Si bien Kidd aún tiene mucho por decir en la NBA con los Mavericks, su paso al Everton podría ser apenas el inicio de una era en la que antiguos jugadores de otros deportes no sólo sean admiradores del fútbol, sino también protagonistas detrás de bambalinas.
Como dijo el propio Kidd en su comunicado: "Estoy emocionado por contribuir a construir algo duradero en un club con tanta historia".
La pelota ahora está en su cancha… pero esta vez, es redonda y se juega en Goodison Park (por ahora).