Una plaga de lesiones azota las Grandes Ligas: ¿crisis o consecuencia inevitable?

Entre distensiones musculares, cirugías y desafíos de profundidad, los equipos MLB navegan una temporada marcada por la fragilidad física de sus estrellas

La temporada 2024 de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) ha estado marcada por un tema recurrente que ha encendido las alarmas en gerencias, dugouts y rotaciones por igual: las lesiones. Desde distensiones musculares hasta cirugías de reconstrucción, una ola persistente de problemas físicos está afectando a varias franquicias que se perfilaban como contendientes serios.

Grayson Rodriguez: la promesa que no despega completamente

Cuando los Baltimore Orioles seleccionaron a Grayson Rodriguez como su esperanza en la rotación, sabían que estaban apostando por un talento elite. Sin embargo, el derecho de 25 años no ha logrado mantenerse sano desde su explosión en ligas menores. En 2022, una distensión en el músculo dorsal ancho (lat strain) lo dejó fuera tres meses, retrasando su debut en MLB hasta abril de 2023.

En 2024, después de arrancar la temporada en la lista de lesionados por inflamación en el codo, una sesión de bullpen cancelada desencadenó un nuevo diagnóstico: otra distensión, esta vez en el lat. Se prevé que no reanude lanzamientos durante al menos dos semanas.

"Ha tenido un tiempo difícil para mantenerse saludable con las distensiones en el lat. Esperamos que esta vez pueda progresar sin recaídas", expresó Brandon Hyde, manager de los Orioles.

Con solo 43 aperturas y una efectividad de 4.11 en dos temporadas, los Orioles enfrentan la dolorosa realidad de que su arma más prometedora no puede garantizarles innings, vitales para un equipo que busca mantenerse en la élite tras las apariciones consecutivas en postemporada.

Lesiones múltiples en la rotación de Baltimore

Rodriguez no es el único afectado. Kyle Braddish y Tyler Wells comenzaron el año en la lista de lesionados, el primero tras someterse a cirugía Tommy John y el segundo por reparación UCL (ligamento colateral cubital). A eso se suma Albert Suárez, afectado del hombro.

Y hay más: Zach Eflin, el abridor del Día Inaugural para Baltimore, también ha lidiado con problemas en el lat. Aunque ya fue autorizado a lanzar una sesión esta semana, su recuperación también ha sido lenta.

Los Cubs y las soluciones temporales

En Chicago, los Cubs navegan una situación parecida pero con distinta filosofía. En respuesta a múltiples bajas, optaron por incorporar al veterano relevista zurdo Drew Pomeranz y reacondicionar su nómina. Pomeranz, de 36 años, pasó por múltiples equipos y ha luchado contra lesiones desde 2021. Fue adquirido desde los Mariners y, aunque originalmente enviado a Triple-A, subió rápidamente al roster principal.

También firmaron un contrato con el infielder Nicky Lopez, quien había estado con los Angels aunque sin destacar. En contraste, Gage Workman fue designado para asignación, y Gavin Hollowell enviado a las menores.

No obstante, los detalles importan: la efectividad del bullpen de los Cubs era de 5.34 al momento del movimiento. Urgía más que solo parches.

Kody Clemens: legado complicado

En Philadelphia, otro apellido de renombre lucha por establecerse. Kody Clemens, hijo del mítico Roger Clemens (7 veces Cy Young), fue designado para asignación tras aparecer apenas en siete juegos en 2024. Con una línea ofensiva de apenas .197 en su carrera y sin hits en la actual temporada, fue desplazado para dar espacio a Weston Wilson.

El caso de Clemens reabre el debate eterno: ¿herencia genética garantiza éxito profesional? Mientras su padre dominaba montículos con autoridad, Kody ha tenido una carrera intermitente, marcada más por la sombra del apellido que por rendimiento en el campo.

¿Qué está pasando con los cuerpos de los lanzadores?

La creciente fragilidad de los pitchers se está convirtiendo en una tendencia preocupante. Algunos analistas apuntan a la intensidad del entrenamiento moderno y el énfasis en velocidad por encima de durabilidad. De hecho, un dato curioso:

  • En 2022, casi 30% de los lanzadores abridores sufrió una lesión que requirió al menos 15 días de lista de lesionados.
  • Más de la mitad de esas lesiones estuvieron relacionadas con el hombro, codo o lat.
  • El promedio de velocidad de recta en MLB ha subido hasta 93.9 mph (2023), un récord histórico.

Según el ortopedista Dr. Neal ElAttrache, especialista en cirugía Tommy John, los lanzadores jóvenes tienden a enfatizar en exceso la velocidad antes de desarrollar mecánicas duraderas y saludables. "Por cada milla extra que lanzan, se aproxima un paso hacia una visita al quirófano", señaló en una entrevista con The Athletic.

¿Cómo afecta esto competitivamente a la liga?

Los equipos están protegiendo más que nunca a sus brazos jóvenes, pero a costa de consistencia. Rotaciones como las de Atlanta, Yankees o incluso Padres han tenido que improvisar reemplazos desde Triple-A o el bullpen, llevando a un descenso general en la duración de los abridores. En 2023, solo 20% de las aperturas duraron 6 entradas o más, cifra más baja en décadas.

Esto deja a los relevistas sobrecargados y fomenta un béisbol menos predecible. El valor del llamado “abridor de hierro”, como lo fueron Nolan Ryan, Tom Seaver o Greg Maddux, se ha desvanecido en la modernidad.

¿Qué soluciones hay en el horizonte?

Equipos como los Rays de Tampa y Dodgers de Los Ángeles lideran en la implementación de sistemas de descanso rotacional y uso de métricas biomecánicas para predecir fatiga y adaptar carga de trabajo. Baltimore ha seguido ese camino con múltiples limitaciones de innings a sus prospectos.

También están en auge los llamados “programas de carga adaptativa” como los que desarrollan centros como Driveline Baseball, que han sido adoptados por franquicias para diseñar entrenamientos más sostenibles.

El gran reto es encontrar un equilibrio entre máxima eficiencia atlética y longevidad. La monetización de cada pitcheo ha llevado a los lanzadores a superar límites que muchas veces rebasan lo saludable.

¿Una generación maldita o una evolución inevitable?

Para los aficionados, ver como nombres estelares desaparecen durante semanas o meses es frustrante. Para gerentes y directivos, es una pesadilla logística. Y para los jugadores, es el temido recordatorio de que ningún brazo es eterno. Esta temporada, como pocas, está exponiendo las grietas ya visibles en el sistema actual del béisbol profesional.

La Liga debe reflexionar. ¿El calendario necesita ajuste? ¿Debería reducirse el número de juegos o innings lanzados por temporada? ¿Hasta qué punto ciertos lanzamientos, como el slider moderno, son más destructivos biomecánicamente?

Quizás estemos ante un momento histórico: el fin de una era de lanzadores dominantes estilo clásico, y el surgimiento de relevos múltiples, enfocados más en explosión de corto plazo que en resistencia maratónica. Pero mientras tanto, los Orioles, Cubs, Phillies y el resto de la MLB deben seguir jugando con la realidad que les toca: un campo minado de lesiones.

Y cada día que pasa, la salud de un lanzador se convierte en el activo más preciado del béisbol moderno.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press