El asalto eléctrico de China: cómo BYD, Geely y otras marcas dominan la industria automotriz global

Una oleada de autos chinos eléctricos baratos, tecnológicos y atrevidos invade el mercado global con ambiciones que amenazan la hegemonía occidental

Un nuevo imperio automotriz emerge desde China

El rugido del motor tradicional se apaga poco a poco, y en su lugar se escucha un zumbido agudo, eléctrico, eficiente y… chino. Lejos de ser una moda pasajera, el auge de los vehículos eléctricos chinos (EVs) representa una disrupción mayúscula en la industria automotriz global. Las marcas BYD, Geely, Chery, Great Wall, entre otras, han pasado de ser nombres desconocidos fuera de Asia a convertirse en gigantes globales con presencia en Europa, América Latina, África y Oceanía.

Este artículo ofrece un análisis en profundidad de cómo estas marcas han escalado posiciones hasta desafiar directamente a compañías históricas como Tesla, Toyota o Volkswagen. Atrevidos, baratos y tecnológicamente avanzados, los autos eléctricos chinos son ahora sinónimo de vanguardia.

BYD: La batería que se convirtió en imperio

Build Your Dreams (BYD) empezó su historia no como automotriz, sino como fabricante de baterías en Shenzhen. Hoy día, lidera el mundo en ventas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. En 2023, BYD vendió más EVs que Tesla, con 3.52 millones de unidades comercializadas frente a las 1.77 millones de Tesla solo en batería pura, sobrepasando a Elon Musk en su propio terreno.

Uno de los factores clave del éxito de BYD es su know-how acumulado en tecnología de baterías. Mientras muchos fabricantes aún dependen de terceros para sus paquetes de energía, BYD diseña, fabrica e implementa sus propias baterías Blade, conocidas por su resistencia y eficiencia.

Además, BYD ha lanzado cargadores ultrarrápidos que prometen cargar completamente un vehículo entre 5 y 8 minutos, similar al tiempo que toma llenar un tanque de gasolina. A esto se suma una red de más de 4,000 estaciones de carga en proceso de instalación en China.

Y lo más atractivo: su modelo Seagull cuesta apenas $12,000 USD en China. ¿Competencia clara contra los precios premium de Occidente? Sin duda alguna.

Geely: De refrigeradores a Volvo y Aston Martin

Geely, fundada por Li Shufu como compañía de refrigeradores en 1997, es hoy un conglomerado global. Compró Volvo Cars a Ford en 2010, tiene el 49.9% de Proton en Malasia, el 51% de Lotus y una parte significativa de Aston Martin Lagonda.

Además, Geely y Mercedes-Benz son socios en la fabricación de los Smart, autos urbanos eléctricos para Europa. Y con Polestar y Zeekr, participa en el exigente mercado de lujo eléctrico, aunque con desafíos en EE.UU. aún por superar.

Este estilo de expansión mediante adquisiciones y joint ventures ha convertido a Geely no solo en una marca china, sino en lo que muchos ya llaman un holding automotriz de alcance mundial.

Great Wall Motors: SUV y pick-ups con sabor internacional

Great Wall Motors, con marcas como Haval, Ora, Wey y Tank, es otro jugador dominante. Figura entre las principales productoras de pick-ups y SUVs híbridas y apuesta fuerte por la expansión global para sobrevivir la feroz competencia interna china.

A pesar de que en 2023 sus ventas locales disminuyeron un 15%, su beneficio neto aumentó en más del 80%, gracias a la diversificación de mercados. En Brasil, compraron una planta abandonada de Mercedes-Benz; en Tailandia, una ex fábrica de General Motors.

Su Haval H6 híbrido y la pick-up GWM Poer ya hacen frente al Hilux de Toyota en Sudamérica. La estrategia: ensamblar en el extranjero para reducir costes y evitar aranceles.

Chery: El pionero de las exportaciones

Chery Automobile se enorgullece de ser la primera automotriz china en exportar vehículos al extranjero. En 2023 vendió 2.6 millones de autos fuera de China y apunta a alcanzar los 3 millones en 2025. Su estrategia incluye instalar fábricas en España, Rusia y América Latina.

Entre sus marcas están Omoda, Exeed y Jetour, además de los populares SUV Tiggo y su línea de sedanes Arrizo. Su alianza con Jaguar Land Rover les permite fabricar esta gama inglesa en China. También mantienen colaboraciones con Huawei y Alibaba.

No obstante, Chery todavía vende más autos a gasolina que eléctricos. Su división de EVs, Chery New Energy, produce minivehículos urbanos como el Small Ant (eQ1) o el QQ Ice Cream, enfocados en costos accesibles y uso urbano.

Wuling y el arte del mini EV

Quizás menos glamoroso pero igual de impactante, Wuling es producto de una alianza entre SAIC (Shanghai Automotive Industry Corporation), General Motors y Guangxi Auto. Sus modelos Hong Guang Mini EV se convirtieron en un fenómeno de masas en 2022 y 2023.

El modelo base cuesta poco más de $5,000 USD en China y se comercializa como transporte urbano funcional, compacto y barato. Wuling vendió más de 673,000 EVs en 2023. Aunque su mercado global aún es limitado, su potencial es enorme, especialmente en el sur global.

¿Por qué los autos eléctricos chinos dominan?

  • Costo: Fabrican EVs hasta un 40% más baratos que Occidente.
  • Innovación en batería: Años de ventaja tecnológica, especialmente BYD.
  • Escala de producción: Las fábricas chinas alcanzan cifras masivas de producción rápidamente.
  • Apoyo estatal: Aunque más leves en los últimos años, los subsidios y condiciones económicas han sido clave.
  • Estrategias globales agresivas: Adquisiciones, joint ventures y uso de fábricas abandonadas en el extranjero.

¿Qué significa esto para Occidente?

Una palabra: crisis. Oportunidad para el cambio, pero también emergencia competitiva. Empresas como Volkswagen, Ford, GM o incluso Tesla están perdiendo terreno, especialmente en mercados emergentes.

Joe Biden ha propuesto aranceles del 100% a autos eléctricos chinos por "cuestiones de seguridad nacional". La Unión Europea investiga subsidios ilegales. Pero el mercado global es inmenso, y marcas como BYD ya apuntan a establecer fábricas propias en México y Brasil para evitar restricciones.

El dominio de China no es temporal. Es estructural. En palabras de Wei Jianjun, presidente de Great Wall Motors: “Si no hay volumen, el coste por unidad es insostenible. La escala es la clave de nuestra competitividad mundial.”

El futuro ya está aquí… y habla chino

El viejo paradigma de Detroit y Stuttgart gobernando al mundo se está resquebrajando. Los autos chinos no solo llegaron para quedarse, sino para liderar. Su combinación de diseño futurista, inteligencia artificial integrada, vehículos autónomos, baterías de alta gama y precios democratizadores, los convierte en la próxima gran revolución de masas.

El usuario medio en 2025 podría comprarse un coche eléctrico, moderno, confiable y con 500 km de autonomía por menos de $20,000… fabricado en Shenzhen o en São Paulo, pero con patente china.

¿Es esto el final de una era para Alemania, Japón y Estados Unidos? Quizás. Pero también es el inicio de una era para una movilidad más accesible, más eléctrica y más… asiática.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press