Crisis en la Lotería de Texas: ¿Apuesta fallida o corrupción sistémica?

Investigaciones, jackpots millonarios y la posible desaparición de una institución que aportó $2 mil millones a la educación pública en 2024

La Lotería de Texas se encuentra en el ojo del huracán, envuelta en una tormenta de investigaciones estatales, escándalos sobre la venta de boletos a través de empresas de mensajería y la renuncia de su director ejecutivo en abril de 2025. Todo esto, mientras algunos legisladores amenazan con cerrarla por completo.

Una institución millonaria bajo fuego

La Lotería de Texas fue creada en 1991 bajo la promesa de generar recursos para el sistema de educación pública del estado. Y los ha generado: solo en 2024 aportó $2 mil millones a ese fondo. Pero estos logros económicos contrastan con la creciente ola crítica que hoy podría poner fin a más de tres décadas de funcionamiento.

Las alarmas se encendieron realmente tras los casos de dos jackpots —uno de $95 millones en 2023 y otro de $83 millones en febrero de 2025— cuyas circunstancias de obtención levantaron sospechas de manipulación o agujeros legales en el sistema.

Jackpots bajo la lupa

El primer caso que encendió las alertas fue el del jackpot de $95 millones en 2023, donde los ganadores habrían utilizado una estrategia de “comprar todas las combinaciones posibles”, unas 25 millones para ser exactos. Esta táctica, aunque legal técnicamente, despertó el escrutinio de la prensa y los ciudadanos.

Luego, en febrero de 2025, se otorgó un jackpot de $83 millones a través de un boleto comprado en una tienda courier, una modalidad que permite a empresas actuar como intermediarios para adquirir boletos de lotería a nombre de usuarios en línea. Fue este segundo caso el que provocó la intervención de las altas esferas estatales.

Renuncia y falta de dirección en medio de la crisis

El 28 de abril de 2025, Ryan Mindell, director ejecutivo de la Comisión de la Lotería de Texas, presentó su renuncia tras solo un año en el cargo. La agencia no ofreció comentarios sobre las razones de su salida, pero esta ocurrió justo en medio de al menos dos investigaciones estatales sobre la legalidad y transparencia del sistema.

“Es inaudito que una institución que maneja miles de millones de dólares esté rodeada de tanta opacidad. La confianza pública está en juego”, declaró el senador estatal Brandon Creighton durante una audiencia legislativa.

Investigaciones oficiales y presión política

En respuesta al creciente escándalo, el gobernador Greg Abbott ordenó una investigación a cargo de los Texas Rangers, la unidad de élite de la ley estatal. Paralelamente, el fiscal general Ken Paxton lanzó una pesquisa independiente desde su oficina.

Ambas investigaciones se centran en cómo la lotería ha manejado la introducción (y aparente falta de regulación) de empresas courier. Aunque los ejecutivos de dichas empresas niegan ilegalidad, las voces críticas apuntan a que estas compañías contradicen directamente la legislación texana que exige compras presenciales.

El papel controversial de las empresas courier

En su testimonio de febrero ante la legislatura, Mindell afirmó que, tras analizar el marco legal, la comisión determinó que no tenía autoridad directa para prohibir o regular a los couriers. No obstante, tras la presión política, declaró que se avanzarían iniciativas para prohibir su funcionamiento.

Actualmente, empresas como Jackpocket y Courier Lotto actúan comprando boletos para usuarios desde plataformas móviles o web. Aunque algunas se presentan como “mensajeros”, críticos y legisladores ven en ellas una laguna legal que erosiona la integridad del sistema.

¿Cierre total de la lotería?

En un sorprendente movimiento legislativo, la Cámara de Representantes de Texas propuso una versión del presupuesto estatal que no incluye fondos para la Lotería de Texas —una medida que, de aprobarse, conduciría a su cierre automático. El Senado, por su parte, ya aprobó una propuesta de ley prohibiendo las ventas mediante courier.

Mientras la legislatura encara las semanas finales de su sesión bienal, el futuro de esta agencia multimillonaria pende de un hilo. Legisladores como el representante Matt Shaheen han declarado que “la única forma de sanar la confianza pública es mediante una reforma estructural o incluso su eliminación total.”

Reacciones divididas entre la ciudadanía

El público texano se encuentra dividido. Para algunos, la lotería ha sido una bendición que permite financiar programas educativos esenciales. Otros consideran que se ha convertido en una institución opaca, vulnerable a corruptelas y manipulaciones.

“¿Cómo es posible que alguien compre 25 millones de combinaciones? Es como si hubiera comprado el premio.” —Martha Ruiz, residente de San Antonio.

En contraparte, organizaciones como la Texas Association of School Boards han señalado que la eliminación de la lotería perjudicaría gravemente a las escuelas públicas, sobre todo en zonas rurales y de bajos ingresos.

La anonimidad y el misterio

Por ley, los ganadores en Texas pueden reclamar premios de forma anónima. En el caso del jackpot de abril 2023, se recibió una suma única de $57.8 millones por parte de una empresa llamada Rook TX, meses después del sorteo. Del jackpot de febrero 2025, el cobro se encuentra en pausa mientras se desarrolla la investigación.

Una mujer que alega haber comprado el boleto ganador a través de Jackpocket aún no ha recibido el dinero, pero afirmó estar dispuesta a colaborar con las autoridades. El desenlace de este caso será clave para el futuro de los couriers y la confianza pública en la lotería.

¿Es viable eliminar la lotería de Texas?

La idea de eliminar la lotería no es nueva, pero nunca había tenido tanto impulso. Sin embargo, hacerlo conllevaría riesgos financieros importantes para el estado. En 2024, las ventas totales superaron los $8 mil millones, generando ingresos directos para el sistema educativo y premios para millones de jugadores.

No obstante, los críticos argumentan que la estructura actual beneficia más a empresas intermediarias y jugadores con alto poder adquisitivo que al ciudadano promedio. Además, señalan una falta de vigilancia real por parte de la comisión.

El juego en Texas, ¿solo cuestión de suerte?

Texas es uno de los estados más restrictivos en cuanto a apuestas. No cuenta con casinos legales ni permite apuestas deportivas. La lotería es, en muchos sentidos, su único sistema de apuestas “legales” a gran escala, lo que le da una relevancia única.

Este contexto ayuda a entender por qué la batalla por el futuro de la lotería trasciende el debate burocrático: implica una redefinición del modelo de apuestas y financiamiento público en el estado.

Una oportunidad para reinventar el sistema

Si bien la opción extrema de cerrar la agencia parece poco probable, sí existe consenso creciente en que se necesitan reformas radicales. Ya sea mediante la prohibición de couriers, una mayor transparencia, auditorías externas o incluso cambios legislativos mas amplios sobre anonimato y compras masivas, Texas debe rediseñar su lotería para garantizar equidad, confianza y sostenibilidad.

El dilema persiste: ¿puede la Lotería de Texas dejar de ser una “apuesta de alto riesgo” para convertirse en un modelo nacional de integridad en juegos de azar?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press