Oscar 2026: Revolución en la Academia de Cine y su lucha por la legitimidad del arte
Nuevas reglas exigen ver todas las películas nominadas, limitan el uso de IA y abren puertas a cineastas refugiados: ¿el inicio de una nueva era para los Oscar?
Desde su primera edición en 1929, los premios Oscar han sido el epicentro global de reconocimiento en el cine. Pero en tiempos de cambios tecnológicos, luchas por la equidad y una creciente demanda de transparencia, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ha dado un paso firme hacia su propia renovación.
Ahora sí, hay que ver las películas
Hasta ahora, se asumía —erróneamente— que los votantes de la Academia veían todas las películas nominadas. Pero múltiples revelaciones anónimas en los últimos años dejaron al descubierto una cruda verdad: muchos miembros emitían sus votos sin haber visto todos los títulos postulados en una categoría. Bastaba con que se "sintieran calificados" para votar.
Este sistema fomentaba favoritismos, dejaba fuera obras independientes o extranjeras, y subordinaba el arte a la visibilidad y al marketing. Pero en abril de 2024, la Academia anunció un cambio crucial: para votar en cualquier categoría, ahora será obligatorio ver todas las obras nominadas en dicha categoría.
Esto representa un antes y después en la historia de los Oscar. Quizás veamos en la próxima edición unas nominaciones más representativas del cine diverso que se produce alrededor del mundo.
El largo reclamo para el cine extranjero: una ventana para refugiados
Entre los cambios más celebrados está la nueva medida sobre la categoría de “Mejor Película Internacional”. Tradicionalmente, los gobiernos eran los encargados de elegir qué filme representaba a cada país, lo que dejaba fuera a voces disidentes o cineastas en el exilio.
Con el nuevo reglamento de 2024, la Academia permitirá que directores con estatus de refugiado o asilo en un país puedan postular a los Oscar representando a esa nación. La nueva norma dice:
“El país que presenta el filme debe confirmar que el control creativo ha estado en gran parte a cargo de ciudadanos, residentes o individuos con estatus de refugiado o asilo en dicho país.”
El cambio llega tras casos notorios como el del cineasta Mohammad Rasoulof, quien huyó de Irán antes de ser encarcelado por ocho años, logrando asilo en Alemania, país que presentó su filme The Seed of the Sacred Fig, nominado posteriormente al Oscar.
Sin embargo, los críticos señalan que esta medida no soluciona del todo el problema, ya que los estados continúan teniendo el control sobre las postulaciones, lo que sigue siendo un obstáculo para artistas en regímenes autoritarios.
La polémica relación del cine y la inteligencia artificial
¿Está Hollywood listo para convivir con la inteligencia artificial? En las últimas premiaciones, el uso de IA generativa en tareas creativas como doblajes, efectos visuales o incluso desarrollo narrativo ha causado tanto entusiasmo como rechazo.
La Academia ha dejado clara su postura inicial: el uso de IA “ni ayuda ni perjudica” las posibilidades de una nominación. Lo que realmente importa, según sus palabras, es cuán humano fue el corazón creativo del proyecto:
“La Academia y sus ramas evaluarán el logro, teniendo en cuenta el grado en que un ser humano estuvo en el núcleo de la autoría creativa.”
Un caso ilustrativo fue el de The Brutalist, nominado a varios premios. Su editor confesó haber utilizado IA para mejorar los diálogos húngaros de Adrien Brody y Felicity Jones, lo cual generó controversia entre puristas y tecnófilos.
El Oscar a Mejor Reparto: un hito para el oficio invisible
Tras años de reclamos, los responsables del casting recibirán finalmente reconocimiento en los Oscar. Comenzando con una lista preliminar de 10 películas, los seleccionados participarán en una presentación especial (“bake-off”) que incluirá sesiones de preguntas y respuestas.
Esta medida pone reflejo en los artistas que logran construir el “química” de todo filme, muchas veces sin recibir los aplausos que merecen. La dirección de casting ha sido fundamental en obras como Spotlight, Parasite o Everything Everywhere All at Once, donde el equilibrio entre actores consagrados y nuevos talentos fue vital.
Avance al Oscar de Stunt Design: acción con merecido crédito
Otro avance relevante, aunque programado para 2028, es la creación de la categoría de ‘Diseño de Acrobacias’. La ausencia de este premio ha sido durante años una deuda pendiente con los equipos de dobles y coreografía física, responsables de escenas memorables en películas como Mad Max: Fury Road o Mission: Impossible.
En palabras del director James Cameron:
“Es absurdo premiar los efectos visuales sin considerar las acrobacias reales detrás de ellos. El cuerpo humano sigue siendo una herramienta narrativa insustituible.”
El Oscar frente al espejo: transparencia y evolución
Todos estos cambios no vienen sin contexto. En los últimos años, la Academia ha sido duramente cuestionada por su falta de diversidad, elitismo y desconexión con las audiencias jóvenes. Desde el escándalo “#OscarsSoWhite” hasta la reciente huelga de actores y guionistas de 2023, la presión por transformación es constante.
Obligar a los votantes a ver las películas, abrir caminos para refugiados, regular la IA y reconocer nuevos oficios son pasos importantes, aunque no definitivos. El futuro del cine como arte, industria y espejo social se gesta también en estos detalles.
¿Qué podemos esperar en los Oscar 2026?
- Más películas independientes y extranjeras tendrán posibilidad real de competir, especialmente si son vistas como deben ser.
- La inteligencia artificial permanecerá bajo la lupa, especialmente si se integra aún más en procesos narrativos o visuales.
- Los votantes tendrán mayor responsabilidad y se exigirá un compromiso real con el arte y no solo con grandes estudios.
- Cineastas refugiados o exiliados podrían encontrar nuevas plataformas para contar sus historias sin depender de la aprobación oficial de su país de origen.
El próximo 15 de marzo de 2026 veremos la primera edición de los Oscar bajo estas normas, con el carismático Conan O’Brien regresando como anfitrión. Habrá que estar atentos a cómo las nuevas reglas afectan los resultados y si, efectivamente, traen un aire de innovación a una ceremonia que necesita modernizarse.
En palabras del director iraní exiliado Jafar Panahi —quien aún lucha por llevar sus filmes a grandes festivales—:
“La censura estatal puede detener la proyección, pero nunca el deseo de contar historias. Y ahora, quizás los Oscar puedan ayudar a que esas historias encuentren al mundo.”