Dobles respaldos y fracturas republicanas: el juego político de Trump en Arizona
Cuando un solo endoso no es suficiente: el expresidente Trump y su nueva estrategia electoral para dominar el futuro del Partido Republicano
El expresidente Donald Trump ha vuelto a desafiar las convenciones políticas con un nuevo movimiento que ha provocado revuelo en el Partido Republicano: el otorgamiento simultáneo de su respaldo a dos candidatos en las primarias para gobernador de Arizona. ¿Oportunismo político o astuta estrategia para conservar el control del partido?
El curioso caso de los doble respaldo
En un giro difícil de imaginar en política partidista tradicional, Trump anunció su "respaldo total y completo" tanto para Karrin Taylor Robson como para el representante Andy Biggs en la contienda republicana por la gubernatura de Arizona. Esta maniobra ha encendido el debate dentro y fuera del estado sobre las implicaciones de este tipo de estrategias y lo que revelan sobre el estado actual del Partido Republicano.
Trump escribió en su plataforma Truth Social:
“Cuando Andy Biggs decidió postularse para Gobernador, de forma bastante inesperada, tuve un problema: dos candidatos fantásticos, dos personas maravillosas, dos grandes campeones... Por tanto, me honra dar MI RESPALDO TOTAL Y COMPLETO A AMBOS.”
Quiénes son los protagonistas: Robson vs. Biggs
Karrin Taylor Robson es una desarrolladora inmobiliaria con profundos vínculos con el ala empresarial y conservadora tradicional de Arizona. En 2022, compitió en las primarias republicanas respaldada por figuras como el exgobernador Doug Ducey y el exvicepresidente Mike Pence, viejos aliados del “Grand Old Party” que han caído en desgracia ante los ojos del “trumpismo”.
Por su parte, Andy Biggs ha sido un firme defensor del legado MAGA (Make America Great Again). Como expresidente del radical Freedom Caucus de la Cámara de Representantes, Biggs es conocido por desafiar a la dirigencia republicana e incluso jugó un papel clave en la destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara en 2023. Su distrito, que incluye ciudades como Queen Creek y Gilbert, es bastión conservador por excelencia.
La entrada de Biggs a la contienda cambió las reglas del juego. Robson, que venía ajustando su retórica para parecer más alineada con las políticas trumpistas, vio cómo el campo quedaba dividido entre dos nombres con ambiciones MAGA, cada uno con su propio estilo y base de apoyo.
¿Es posible respaldar a dos rivales al mismo tiempo?
Aunque suene contradictorio, Trump ha recurrido a esta táctica en al menos seis ocasiones desde 2017. En 2022, por ejemplo, en Missouri, respaldó a un misterioso “Eric” en una elección donde dos candidatos con ese nombre competían por la nominación republicana al Senado. Y en 2024, sorprendió al emitir un triple respaldo para la contienda a gobernador en Missouri, respaldando a Jay Ashcroft, Mike Kehoe y Bill Eigel simultáneamente.
Esto sugiere que el objetivo de Trump no es necesariamente impulsar a un candidato ganador, sino mantener el control simbólico sobre la narrativa interna del partido y asegurarse que los postulantes respondan a su influencia. Es una forma de decir: “no importa quién gane, me lo deben a mí”.
Las reacciones dentro del partido
El equipo de campaña de Biggs celebró con entusiasmo el respaldo dual, aunque con un matiz irónico. Sean Noble, su principal asesor, declaró:
“Estamos encantados con el respaldo, pero considerando cuánto ha dependido Robson del apoyo de Trump como fundamento de su campaña, esto plantea dudas sobre si debería siquiera continuar en la contienda”.
Por otro lado, Robson no perdió tiempo en capitalizar la noticia, publicando un comunicado inmediato donde celebraba el respaldo e insistía en su compromiso con la agenda de Trump:
“No puedo esperar a estar en la Oficina del Gobernador como socia de la agenda conservadora y ‘America First’ del presidente Trump. ¡Adelante!”
El efecto en la base republicana
Este doble respaldo no es simplemente una rareza política, sino una manifestación de la lucha ideológica interna del Partido Republicano. Una generación más antigua y tradicional representada por Robson compite contra la corriente dura del trumpismo que aún conserva energías considerables dentro de la base.
En encuestas realizadas por Emerson College en 2023, más del 65 % de los votantes republicanos en Arizona afirmaron que considerarían el respaldo de Trump como uno de los factores decisivos para su elección en las primarias. No apoyar a uno, sino a ambos, podría ser una maniobra para evitar dividir a su base de seguidores cuando ninguno de los dos candidatos posee la capacidad de consolidarlos por completo.
Arizona: el laboratorio de la nueva derecha
Arizona se ha transformado en un epicentro de las tensiones internas del conservadurismo estadounidense. Desde las controvertidas acusaciones de fraude en las elecciones presidenciales de 2020, que tuvieron en el estado una de sus trincheras más activas, hasta las elecciones gubernamentales de 2022, el estado refleja las divisiones del partido a nivel nacional.
En esas elecciones, Kari Lake, otra figura ultraleal a Trump, ganó las primarias republicanas pero perdió ante la demócrata Katie Hobbs. La lección fue clara: un extremismo sin cohesión puede ser una receta peligrosa, incluso entre los votantes conservadores del estado.
El Partido Demócrata, por su parte, observó el anuncio del doble respaldo con escepticismo y algo de satisfacción. El portavoz de la Asociación de Gobernadores Demócratas comentó que esto significa un “duro golpe” para Robson, al sugerirse públicamente que no es la apuesta definitiva del expresidente.
El riesgo para Trump
Aunque esta estrategia de respaldos múltiples puede parecer brillante desde la óptica del control político, también conlleva riesgos. Al no definir un solo candidato, Trump se arriesga a diluir su poder dentro del partido y a minar el efecto que su marca tiene en las bases.
Como señaló el analista político republicano Rick Tyler en una entrevista con MSNBC:
“Trump está jugando un juego que puede descontrolarse. Si ambos candidatos se ven forzados a radicalizarse para conseguir la bendición definitiva, el resultado podría alejar a votantes moderados clave en estados como Arizona.”
La batalla por el Partido Republicano no ha terminado
El caso de Arizona es solo un capítulo más de la lucha por el alma del Partido Republicano. Al ofrecer dos respaldos, Trump está intentando un delicado equilibrio entre mantener su influencia y no alienar a ninguna de sus facciones internas.
La gran incógnita es qué preferirá la base republicana: ¿un político experimentado como Biggs, con historial MAGA y conducta impredecible? ¿O una ejecutiva afín a las élites económicas, pero claramente adaptándose a las nuevas reglas impuestas por Trump?
Una cosa está clara: la carrera hacia la gubernatura de Arizona está lejos de definirse y promete ser una de las más observadas e impredecibles del ciclo electoral de 2026.