Récords, redenciones y batazos: el domingo frenético que redefinió la MLB

Desde robos históricos hasta barridas aplastantes y no hitters polémicos, lo que dejó una jornada inolvidable en el diamante

Domingo 20 de abril de 2025 no fue un día cualquiera en las Grandes Ligas. Fue una jornada en la que la historia se escribió en múltiples estadios: desde la furia ofensiva estratégica de los Brewers de Milwaukee con un récord de robos de base centenario, pasando por la barrida con poder de los Bravos de Atlanta, hasta el juego casi sin hits de Max Fried, que nos recordó lo frágil que puede ser un no-hitter cuando decisiones subjetivas entran en juego.

Bravos en alza: las piezas se alinean en Atlanta

Los Bravos de Atlanta no habían sido capaces de encadenar victorias consecutivas durante la joven temporada... hasta ahora. Y lo hicieron a lo grande: barrida de tres juegos contra los Minnesota Twins, culminando el domingo con un contundente 6-2. ¿Los protagonistas? Matt Olson y Drake Baldwin con cuadrangulares de dos carreras, más otro estacazo de Marcell Ozuna.

El abridor Grant Holmes, clave en esta victoria, lanzó 5 2/3 innings en los que permitió solo una carrera, ponchando a siete. Mientras tanto, Alex Verdugo ha empezado a brillar como primer bate y jardinero izquierdo, siendo titular en las tres victorias consecutivas del equipo. Incluso el sábado conectó cuatro hits y remolcó la carrera ganadora.

Dato clave: cinco de las seis carreras de los Bravos el domingo llegaron con dos outs. Una demostración de que este conjunto no se rinde fácilmente con la cuenta adversa.

Los Cerveceros desafían el tiempo: récord de 1919 pulverizado

El plato fuerte de la jornada estaba por llegar... pero en forma de piernas, más que de maderos. Los Milwaukee Brewers rompieron su propio récord de bases robadas en un juego, que databa de 1992, al conquistar nueve robos en apenas cuatro innings contra los Oakland Athletics.

Seis de esos robos ocurrieron en la primera entrada, con dos doble robos incluidos. Según Elias Sports Bureau, fue el mayor número de bases robadas en una sola entrada desde 1961, cuando inició la era de expansión. Pero la estadística más escalofriante la aporta Sportradar: ningún equipo había robado seis bases en una entrada desde el 26 de agosto de 1919, cuando los New York Giants lograron igual hazaña contra Pittsburgh.

¿Los protagonistas de este festín de velocidad? Brice Turang con tres robos, Sal Frelick con dos, y Christian Yelich, William Contreras, Rhys Hoskins y Caleb Durbin con uno cada uno. Durbin, novato recientemente ascendido, logró su primera base robada en Grandes Ligas y terminó anotando después del error defensivo que ratificó la gesta.

Fried y el no-hitter que fue, pero no será

Mientras en el sur reinaban los batazos y en Milwaukee las piernas se robaban el protagonismo, en Tampa se cocinaba silenciosamente una joya de pitcheo. El zurdo Max Fried, uniformado con los New York Yankees tras firmar un contrato de $218 millones por ocho años, coqueteó con el no-hitter hasta que una decisión arbitral dio un giro a la historia.

Fried no había permitido hit en siete entradas completas. Pero justo cuando lanzaría el primer pitcheo del octavo inning, el anotador oficial, Bill Mathews, revisó un lance del sexto episodio y cambió su fallo inicial —de error a hit— que le concedía así el primer imparable del juego a Chandler Simpson. La polémica estalló.

“Después de ver cinco repeticiones desde distintos ángulos, no había forma de sacarlo en primera”, comentó Mathews. Fried mantuvo la compostura, pero en la misma octava entrada recibió un sencillo limpio por parte de Jake Mangum. El juego terminó 4-0 a favor de los Yankees, pero el no-hitter quedó en el terreno de las suposiciones.

Batazos, defensivas y emoción total en Nueva York

Los Yankees acompañaron el gran día de Fried con una ofensiva consistente. Trent Grisham, en su primer partido como primer bate desde 2023, abrió el juego con su quinto cuadrangular iniciando encuentro. El sábado también había pegado jonrón. Cody Bellinger y Austin Wells también se unieron a la fiesta de batazos, con vuelacercas que consolidaron la ventaja.

La defensiva neoyorquina estuvo impecable. Fried fue apoyado con tres gemas: una asistencia suya cubriendo primera, una atrapada de Grisham en el jardín derecho para completar doble jugada, y una carrera contrarreloj de Jazz Chisholm Jr. que atrapó una popup cayendo de espalda en el jardín central corto.

La anécdota picante de la tarde: Aaron Boone, mánager de los Yankees, fue expulsado por discutir con el umpire tras un polémico strike cantado a Aaron Judge. Fue su 40.ª expulsión en su carrera como dirigente.

Una jornada para enmarcar

En apenas unas horas el béisbol volvió a recordarnos por qué es el deporte rey del suspenso y la impredecibilidad:

  • Atlanta, que no había ganado juegos consecutivos, clavó su primera barrida del año con autoridad ofensiva y un estelar Verdugo.
  • Milwaukee corrió como si estuviésemos en 1919 y desnudó las carencias defensivas de los Athletics, además de marcar una página dorada en su historia.
  • Max Fried arrasó en la lomita con jugadas defensivas de película, pero vio cómo un fallo administrativo le robó la posibilidad de pasar a la historia con un juego sin hits.

Sin importar el equipo al que apoyes, fue una jornada de beisbol puro, épico y atemporal. El tipo de espectáculo que nos recuerda que cualquier día al mirar la pizarra... podrías estar viendo historia en tiempo real.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press