Explosión ofensiva histórica: los Rojos de Cincinnati arrasan con los Orioles
Noelvi Marte y Austin Wynn protagonizan una paliza que remueve los récords de la MLB con 13 carreras impulsadas entre ambos
Cuando se habla de jornadas ofensivas memorables en las Grandes Ligas, el juego del domingo entre los Rojos de Cincinnati y los Orioles de Baltimore se merece su lugar en los libros de historia. Una paliza por 24-2 que devolvió a la mente de los fanáticos aquellos juegos caóticos de principios del siglo XX. La actuación de Noelvi Marte y Austin Wynn, desde las posiciones 8 y 9 del orden al bate, fue simplemente descomunal y evidencia el potencial escondido en los tramos finales de una alineación.
Un festival de carreras no visto en décadas
Los 24 hits y 24 carreras de los Rojos representan su mayor producción ofensiva desde el 19 de mayo de 1999, cuando derrotaron a los Rockies de Colorado 24-12. El asalto de este domingo no fue contra lanzadores desconocidos, sino que incluyó un desmantelamiento completo de la rotación de los Orioles. Charlie Morton, habitual abridor de garantías, se convirtió en una víctima más, tras conceder 7 carreras en apenas 2 1/3 entradas, su salida más corta desde septiembre de 2023.
Protagonistas inesperados: Marte y Wynn escriben historia
Es difícil imaginar que el peso ofensivo de un equipo recaiga en los bateadores número 8 y 9 del orden. Pero eso fue exactamente lo que ocurrió. Noelvi Marte, con su primer grand slam en las Grandes Ligas, y Austin Wynn, con 6 carreras impulsadas, se combinaron para 13 impulsadas en total, cifra que empata el segundo mayor total combinado para esa parte del lineup desde que la estadística de RBIs es oficial en 1920.
Marte terminó el juego con cinco hits, incluyendo un doble de dos carreras y el majestuoso jonrón en la octava entrada que voló ante un improvisado lanzador: el infielder Jorge Mateo. Por su parte, Wynn coronó su jornada con un jonrón de tres carreras en el noveno inning frente al receptor Gary Sánchez, también ubicado en el montículo ante la desesperación de los Orioles.
¿El fin del rol tradicional del cerrador?
En medio de esta masacre ofensiva, no todo estuvo del lado de Cincinnati. El béisbol moderno está experimentando cambios radicales: abridores cada vez con menos innings, ofensivas más dominantes, y vigilancia constante del bullpen. En contraste, la confianza en el taponero parece tambalearse. En otra parte del país, los Guardianes de Cleveland sufrieron el colapso de Emmanuel Clase, quien desperdició una ventaja de tres carreras contra los Piratas de Pittsburgh en solo un inning —aunque el equipo terminaría ganando en entradas extras.
¿Estamos ante una evolución irreversible de la estrategia de pitcheo? ¿Hasta qué punto un lanzador puede resistir tres días seguidos? La sabiduría convencional podría verse alterada con más regularidad, abriendo espacios para debates sobre el valor de la rotación, la relevancia del cerrador único o el retorno de una figura olvidada: el hombre de hierro que lanza múltiples entradas por juego.
Récords, rarezas y estadísticas de valor
- Mayor número de carreras permitidas por Baltimore desde el histórico 30-3 contra Rangers en 2007.
- Noelvi Marte y Austin Wynn: primer dúo de 8-9 en el orden con 11 hits combinados en más de un siglo (desde al menos 1901).
- 13 RBIs entre Marte y Wynn: segundo total más alto para un dúo en esas posiciones desde 1920.
- 25 hits totales para los Rojos: récord de temporada y uno de los más altos en décadas.
Una alineación explosiva desde el inicio
Elly De La Cruz inició el masivo ataque con un jonrón en el tercer inning que dio pie a un racimo de siete anotaciones. La combinación de potentes bateadores, contactos sólidos y velocidad en las bases dejó sin opciones a unos Orioles completamente desbordados.
Incluso la defensa brilló para Cincinnati: una atrapada espectacular de De La Cruz en el segundo inning robó un hit con posible carrera impulsada. Fue una clara demostración de que, a pesar del festival ofensivo, los Rojos no descuidaron otros aspectos del juego.
Piratas contra Guardianes: la otra cara de la moneda
Mientras Cincinnati celebraba un festival, los Guardians de Cleveland vivieron un thriller dramático contra los Pittsburgh Pirates. Con dos jugadores clave liderando la ofensiva, Steven Kwan y Kyle Manzardo, el equipo de Ohio se impuso 5-4 en 10 innings, completando una barrida de tres juegos.
El jonrón de Kwan, líder de RBIs en el equipo, y el de Manzardo, quien superó a Kwan con 15 RBIs, dieron la ventaja temprana. Pero el drama se desató en la novena cuando Emmanuel Clase permitió tres carreras que empataron el juego.
En la décima, Manzardo volvió a hacerse presente con una sacrificio al jardín izquierdo que trajo la carrera ganadora. Luego, el novato Joey Cantillo consiguió su primer salvamento en Grandes Ligas, retirando a la ofensiva de los Piratas en su oportunidad final.
¿Enfermería al rojo vivo?
Fuera del diamante, las lesiones también se hicieron notar. Brandon Marsh, jardinero de los Phillies, fue puesto en la lista de lesionados por 10 días debido a una distensión en el tendón de la corva. Aunque el equipo se muestra optimista, la situación ilustra un patrón preocupante de lesiones tempranas esta temporada. Marsh venía bateando apenas .095 en 17 juegos, lo cual sugiere que su rendimiento ya estaba repercutido por molestias físicas.
El llamado de Cal Stevenson desde Triple A es una de las tantas cartas emergentes que los equipos están obligados a jugar ante las lesiones. En su carrera en Grandes Ligas, Stevenson presenta un promedio de bateo de .172 en 47 partidos.
Un domingo de contrastes en la MLB
Mientras los Rojos de Cincinnati se acercaron a la perfección desde el plato, otros equipos como los Guardianes de Cleveland debieron recurrir a su temple ante la presión. Y casos como el de los Orioles muestran que la planificación de un cuerpo técnico puede volverse inútil ante una ofensiva voraz enfurecida desde los puestos más bajos del lineup.
Este tipo de partidos nos recuerda por qué el béisbol sigue siendo tan impredecible como encantador. Un domingo que quedará en la memoria de los fanáticos, cronistas y jugadores por igual. Porque cuando las estadísticas tiemblan, la historia del béisbol sonríe.