Controversias transnacionales: Sudáfrica, Perú y República Dominicana frente al espejo del poder y la impunidad
Entre acusaciones diplomáticas, tragedias urbanas y amenazas ambientales, tres países enfrentan crisis con profundas implicaciones políticas y sociales
Sudáfrica y EE.UU.: Entre Trump, racismo y diplomacia rota
La reciente designación de Mcebisi Jonas como enviado especial de Sudáfrica a Estados Unidos reavivó un conflicto diplomático que lleva años gestándose. Jonas, exviceministro de finanzas y figura destacada en la lucha contra el apartheid, fue nombrado con la tarea de reparar las tensas relaciones bilaterales, especialmente deterioradas durante la presidencia de Donald Trump.
Lo que ha causado revuelo es un discurso de Jonas en 2020, donde calificó a Trump como “racista, homofóbico y narcisista”. Estas declaraciones, realizadas cinco días después de las elecciones donde Joe Biden venció a Trump, volvieron al centro del debate ahora que Jonas debe representar a su país ante Washington.
“Cómo llegamos a un punto donde un derechista narcisista llegó a liderar la mayor potencia económica y militar del mundo, es algo que todas las democracias deben analizar”, declaró Jonas durante la conferencia anual Ahmed Kathrada.
El contexto de sus críticas coincide con años de tensiones, donde Trump acusó sin fundamento al gobierno sudafricano de promover políticas anti-blancas. Específicamente, el expresidente estadounidense afirmó que se estaban “matando granjeros blancos” y “apropiando tierras ilegalmente”, acusaciones desmentidas por expertos y partidos políticos en Sudáfrica.
Lo más grave ocurrió cuando la administración Trump expulsó al anterior embajador sudafricano por señalar que el movimiento Make America Great Again (MAGA) era resultado de un “instinto supremacista”. Sudáfrica aún no ha nombrado un embajador formal, pero Jonas ahora carga con la responsabilidad de recomponer este deteriorado vínculo diplomático.
Una tragedia en Santo Domingo: 231 muertos y un vacío de responsabilidad
Mientras tanto, en República Dominicana, el país aún llora las 231 vidas perdidas tras el colapso del techo del icónico club Jet Set durante un concierto de merengue encabezado por la leyenda Rubby Pérez, también fallecido en el siniestro. La tragedia trajo consigo la primera demanda formal contra los propietarios del club—Antonio Espaillat y su madre Ana Grecia López— así como contra el Estado dominicano y el ayuntamiento de Santo Domingo.
El gobierno reconoció que no existe ninguna agencia responsable de supervisar la construcción de negocios privados, una omisión institucional alarmante que podría explicar el incidente. Aunque se desconoce la causa del colapso, se ha creado un equipo técnico con expertos locales e internacionales para investigarlo.
Además de Rubby Pérez, también perdieron la vida Figuras notorias como los exjugadores de béisbol Octavio Dotel, Tony Enrique Blanco Cabrera, y la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, hermana del beisbolista de las Grandes Ligas Nelson Cruz.
Un total de 189 personas fueron rescatadas, 12 de las cuales aún permanecen hospitalizadas. El gobierno homenajeó a los 565 rescatistas que arriesgaron sus vidas para salvar a otros, reconociéndolos como héroes nacionales.
Perú y la Amazonía: Desregulación bajo el lema de desarrollo
En Perú, el Congreso aprobó una controversial enmienda a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre que ha sido calificada como una amenaza ambiental sin precedentes. Esta reforma elimina el requisito de obtener autorización estatal para convertir tierras forestales a otros usos, abriendo la puerta a una legalización retroactiva de la deforestación ilegal.
“Esto es gravemente preocupante”, advierte Álvaro Másquez del Instituto de Defensa Legal. La reforma privatiza de facto tierras que constitucionalmente pertenecen al Estado, en palabras del experto. Perú es hogar de más de 50 pueblos indígenas y cuenta con la segunda mayor extensión de selva amazónica después de Brasil. La región representa el 60% del territorio nacional —unos 70 millones de hectáreas— desempeñando un papel clave en la lucha contra el cambio climático.
Aunque el Tribunal Constitucional anuló algunas partes de la ley, validó la sección que permite legalizar la deforestación previa. Esta decisión podría sentar un peligroso precedente regional. Según Julia Urrunaga, de Environmental Investigation Agency, el gobierno intenta justificar esta ley como una exigencia de la UE, aunque representantes europeos han desmentido tal afirmación.
Un patrón común: desprotección y lazos con intereses oscuros
Lo más inquietante es que los tres casos reflejan una peligrosa convergencia entre intereses políticos y falta de regulaciones eficaces.
- En Sudáfrica, el choque entre la diplomacia y el revanchismo ideológico de la era Trump ha dejado a dos potencias enfrentadas, con acusaciones cruzadas de racismo y supremacismo.
- En República Dominicana, la tragedia del Jet Set evidencia la ausencia de normativas urbanas robustas en espacios donde miles de personas se reúnen regularmente.
- Finalmente, Perú ofrece un ejemplo de cómo el débil marco legal puede ceder ante los intereses de la agroindustria y minería ilegal, con consecuencias irreversibles para la Amazonía y los pueblos indígenas.
Desde África Austral hasta América Latina, emerge una realidad inquietante: la erosión del Estado de derecho frente a la presión de intereses económicos y políticos mezquinos. Las víctimas—ya sean los pueblos amazónicos, los muertos bajo los escombros del Jet Set o la reputación diplomática de Sudáfrica—comparten un común denominador: el abandono institucional.
¿Hacia dónde vamos?
En un mundo cada vez más conectado pero también más fragmentado por el poder y la política, estas tres historias nos obligan a cuestionar qué significa realmente progreso. No basta con crecer económicamente si las raíces de ese crecimiento están podridas; no sirve tener instituciones democráticas si no funcionan cuando de verdad importa.
Sudáfrica, Perú y República Dominicana no comparten geografía ni idioma, pero hoy sus realidades convergen en el espejo roto del siglo XXI.