Myrtle, la tortuga resiliente: una historia de supervivencia, comunidad y esperanza en Mississippi

Tras sobrevivir a un tornado devastador, Myrtle desapareció por semanas hasta que un acto de solidaridad la devolvió a casa

Myrtle no es una tortuga común. Es un símbolo inesperado de resiliencia, amor familiar e incluso del poder de una comunidad unida en el corazón de Mississippi. La historia de cómo esta tortuga sobrevivió a un tornado, desapareció durante semanas y finalmente fue encontrada y devuelta a su familia, ha tocado los corazones de todos quienes la conocen. Pero también invita a reflexionar sobre cómo, en medio del desastre, pueden florecer gestos poderosos de bondad.

Un tornado y una desaparición inesperada

El 15 de marzo de 2024, el pequeño pueblo rural de Kokomo, Mississippi, fue golpeado por un tornado devastador. Los Emanuel, una familia local, huyeron apresuradamente para salvar sus vidas, dejando atrás su hogar y a Myrtle, su tortuga de compañía. Al regresar, encontraron su jardín destrozado. Dos pinos enormes habían caído sobre la casa de la tortuga. Myrtle no estaba por ninguna parte.

Según The Weather Channel, el tornado alcanzó vientos de hasta 180 km/h y dejó una estela de destrucción por varios kilómetros. Murieron tres personas en el área y cientos más resultaron heridas, con una pérdida estimada de más de 13 millones de dólares en daños materiales.

Para Tiffany Emanuel, dueña de Myrtle, el dolor de tantas pérdidas se concentraba aún más en la ausencia del animal: “Ha estado con nosotros por muchos años. Es parte de la familia. Era impensable que no lo volviéramos a ver”.

Una búsqueda desesperada y una comunidad movilizada

A diferencia de un perro o un gato, una tortuga no responde a su nombre y sus mecanismos de defensa naturales le hacen esconderse en lugar de acercarse a los humanos. ¿Cómo buscar entonces a una criatura de movimientos lentos pero sigilosos que podría estar herida, enterrada bajo escombros o incluso muerta?

Los vecinos de Kokomo se unieron. Se compartieron fotos, se organizaron búsquedas alrededor del vecindario e incluso se crearon grupos en redes sociales para buscar a Myrtle. Uno de los mensajes en Facebook decía: "Si la ven, por favor no intenten moverla. Llamen de inmediato".

El pequeño milagro ocurrió el 4 de abril. Una mujer que paseaba por el bosque en las afueras de la comunidad encontró una tortuga con una herida visible en su caparazón. La reconoció por una marca única y contactó al Central Mississippi Turtle Rescue (CMTR), donde fue llevada para recibir atención médica.

Del trauma a la recuperación

Christy Milbourne, fundadora del CMTR, explicó en entrevista con medios locales que Myrtle fue atendida de inmediato: “Llevaba semanas sin alimento ni agua adecuada. Tenía heridas moderadas, pero nada que no pudiera sanar con el cuidado adecuado”.

Cuando los dueños fueron contactados, no dudaron en afirmar: “¡Es nuestra!”. Tiffany Emanuel se emocionó al saber que estaba viva: “Siento que ella sabe que vamos a estar ahí por ella hasta el final”.

Desde su regreso, Myrtle está siendo cuidadosamente cuidada por su familia. Se le administra una dieta blanda, vitaminas y se protege su caparazón mientras se regenera. Aunque se mueve con lentitud, ha comenzado a responder al entorno.

Sé que puede sonar tonto para algunos, pero esto nos dio esperanza. Después de tanto luto, tenerla de nuevo es como recuperar luz en medio de tanta oscuridad”, remarcó Emanuel.

Tortugas domésticas: más que una mascota

La historia de Myrtle también abre el debate sobre la fascinación de algunas familias por tener tortugas como mascotas. Según la American Tortoise Rescue, en Estados Unidos hay más de 1,2 millones de tortugas viviendo en hogares, muchas de ellas con largos vínculos con sus dueños de más de 20 años. Algunas especies, como la Tortuga Sulcata, pueden vivir más de 70 años.

Además de su longevidad, son animales silenciosos, resistentes y con personalidades particulares. Emanuel confirma: “Si le hablábamos, movía la cabeza. Sabía cuándo llegaba el almuerzo. Es parte de nuestra rutina”.

Central Mississippi Turtle Rescue: héroes silenciosos

El Centro que salvó a Myrtle es una organización sin fines de lucro que se especializa en el rescate y rehospitalización de reptiles, especialmente tortugas nativas de Mississippi. Desde su fundación en 2016, han rescatado a más de 800 tortugas de todas las condiciones posibles: atropelladas, quemadas por incendios forestales, abandonadas, o heridas por maquinaria agrícola.

Para Milbourne, historias como la de Myrtle dan sentido al trabajo diario: “Algunas personas no entienden por qué luchamos por estos animales. Pero cada caso como el suyo muestra que hay vida, historias y mucho amor detrás de esos ojos pequeños”.

Cuando el desastre natural pone a prueba vínculos humanos y animales

La historia de Myrtle no solo es entrañable: es un testimonio del poder de la comunidad frente a una tragedia natural. En medio de la devastación, la voluntad de no rendirse, incluso por una tortuga, revela los valores más profundos de una sociedad: la empatía, la solidaridad y el amor por la vida.

Y Myrtle, en su lentitud, en su misterio y supervivencia silenciosa, se convierte en una suerte de heroína del pantano. Su historia ahora vive en medios locales, grupos comunitarios y, más importante aún, en el corazón de una familia que, en su momento de mayor oscuridad, encontró algo por lo que seguir luchando.

Un símbolo del renacer en Mississippi

Para muchos, Myrtle es ahora más que una mascota: es un recordatorio de que la esperanza puede venir con patas pequeñas y caparazones duros. De que, incluso cuando los árboles caen, las casas se destruyen y la tristeza intenta imponerse, hay historias que irrumpen para recordarnos el valor de cada vida, sin importar cuán pequeña o inusual parezca.

Como dijo Tiffany Emanuel mirando a su tortuga mientras esta se bañaba bajo el sol de la primavera: “Sobrevivió al tornado. Sobrevivimos nosotros. Eso ya es más de lo que muchos pueden contar”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press