George Foreman: El campeón que noqueó al destino y conquistó el corazón de América
Del cuadrilátero a los hogares: la impactante vida del dos veces campeón mundial de peso pesado que reinventó su legado fuera del ring
Un gigante desde el comienzo
George Edward Foreman nació el 10 de enero de 1949 en Marshall, Texas, y creció en uno de los barrios más humildes de Houston: el Fifth Ward. Desde sus primeros años mostró una personalidad desafiante y una fuerza física descomunal. Su vida, sin embargo, parecía destinada a la marginalidad hasta que encontró su camino... con los guantes puestos.
Su carrera boxística comenzó formalmente tras ganar el oro olímpico en 1968, en los Juegos de Ciudad de México. Aquella medalla fue apenas un abrebocas de lo que vendría después. Con un estilo devastador y una pegada brutal, Foreman se abrió camino entre los grandes del pugilismo mundial.
Campeón del mundo y leyenda en formación
En 1973, Foreman se quedó con el título mundial de peso pesado tras superar de forma contundente a Joe Frazier, noqueándolo en apenas dos asaltos. Su ascenso fue meteórico. Nadie parecía poder detenerlo... hasta que apareció Muhammad Ali.
En 1974 protagonizó una de las peleas más memorables en la historia del boxeo: The Rumble in the Jungle, disputada en Zaire (hoy República Democrática del Congo). Allí, Ali empleó una estrategia sorprendente —el famoso "rope-a-dope"— para agotar a Foreman y noquearlo en el octavo asalto.
De los cuadriláteros a los púlpitos
Tras aquella derrota y otras actuaciones irregulares, Foreman se retiró en 1977, aún joven, pero envuelto en una crisis interna. Fue entonces cuando, según sus propias palabras, vivió una experiencia mística cercana a la muerte. Esta transformación personal lo llevó a convertirse en pastor evangélico, fundando su propia iglesia, The Church of the Lord Jesus Christ, en Houston.
Durante esta etapa, Foreman se dedicó al ministerio, al servicio comunitario y a criar a sus numerosos hijos —doce en total—, entre ellos, cinco varones que llevan su mismo nombre: George Edward Foreman. "Si uno triunfa, todos triunfamos", explicó alguna vez con humor sobre esta poco convencional decisión de nomenclatura.
Un regreso impensado... y glorioso
A los 38 años, movido por razones económicas —su ministerio pasaba por un mal momento financiero—, anunció su regreso al boxeo profesional. Muchos lo tomaron como una excentricidad pasajera, una cruzada sin sentido de alguien que ya había pasado su mejor momento. Pero Foreman tenía otros planes.
En su segunda etapa en el boxeo, Foreman desplegó una versión diferente de sí mismo: un peleador más lento, pero igual de fuerte, más paciente y calculador. Finalmente, en 1994, con 45 años, protagonizó uno de los capítulos más asombrosos en la historia del deporte.
Enfrentó al campeón invicto Michael Moorer, 19 años más joven, y lo venció por nocaut en el décimo asalto con una derecha espectacular. Así se convirtió en el campeón mundial de peso pesado más longevo en la historia. El mundo del boxeo quedó estupefacto.
“La edad es solo un número. El poder no envejece cuando tienes fe y coraje”, dijo Foreman tras la pelea.
Una fortuna fuera del ring: el fenómeno George Foreman Grill
Si bien su gloria en el boxeo fue enorme, su fortuna más grande se cocinó... literalmente, en un electrodoméstico. Foreman se alió en los años 90 con la empresa Salton Inc. para promocionar una parrilla doméstica que luego se conocería como la George Foreman Grill.
Con su carisma inconfundible, se convirtió en el rostro publicitario del producto, promocionado como una forma saludable de cocinar. Su enorme popularidad hizo que el invento se convirtiera en un boom mundial. Más de 100 millones de unidades se han vendido desde su lanzamiento.
Según estimaciones de Forbes, Foreman ganó cerca de $200 millones tras vender los derechos comerciales de su nombre asociados a la parrilla. Una cifra que supera —por mucho— lo que ganó en toda su carrera como boxeador.
Su influencia cultural y legado
Más allá del deporte, George Foreman se convirtió en un símbolo de superación, fe y reinvención. Participó en programas de televisión, escribió libros, se postuló como mentor de jóvenes atletas y hasta se convirtió en personaje de su propia película biográfica, Big George Foreman, estrenada en 2023.
Su legado atraviesa generaciones: como boxeador disciplinado, como pastor comprometido, como padre afectuoso y como emprendedor exitoso. También como hombre que, literalmente, se levantó más fuerte cada vez que cayó.
El adiós a un ícono
Foreman falleció el 21 de marzo de 2025 a los 76 años, rodeado de su familia. Aunque su causa de muerte no fue revelada, su fallecimiento causó una profunda conmoción en el mundo del deporte y en su ciudad natal, Houston.
El 14 de abril se realizó un emotivo homenaje en el Wortham Theater Center, con la presencia de personalidades como su hijo George Foreman IV, el alcalde de Houston John Whitmire y el exboxeador Michael Moorer, quien recordó con respeto su famosa derrota ante él y elogió su grandeza como ser humano.
"No solo era un campeón en el ring. Era un campeón en la vida. Su legado continúa en cada joven que cree que puede reinventarse sin importar la edad o las circunstancias", expresó el alcalde Whitmire.
Houston y el mundo entero despidieron a un hombre de múltiples vidas: hijo de Texas, grande entre gigantes, soldado de la fe, vendedor estrella y revolucionario de los infomerciales. Una leyenda en los cuadriláteros... y en la cocina.
George Foreman no fue solo dos veces campeón del mundo. Fue, y seguirá siendo, el ejemplo vivo de que nunca es demasiado tarde para volver a creer en uno mismo.