Ataque mortal en Sumy: una herida abierta en la guerra que no cesa
Mientras Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de romper treguas temporales, un doble ataque con misiles en pleno Domingo de Ramos deja más de 20 muertos y 83 heridos, reavivando el clamor internacional por una respuesta firme contra la agresión rusa.
En la mañana del domingo 13 de abril de 2025, mientras cientos de ucranianos se congregaban en la ciudad de Sumy para celebrar el Domingo de Ramos, dos misiles balísticos rusos impactaron en el corazón urbano. El ataque no solo destrozó estructuras civiles sino que también segó más de 20 vidas e hirió a al menos 83 personas, entre ellas 7 niños.
Imágenes difundidas por canales oficiales mostraban escenas desgarradoras: columnas de humo, escombros regados por las calles y cuerpos tendidos en el asfalto. La tragedia se convirtió de inmediato en un nuevo símbolo de la brutalidad de un conflicto que ya lleva más de tres años y que parece no dar señales de amainar.
Un ataque en medio de una celebración religiosa
La fecha escogida no pudo ser más significativa ni cruel. El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa en el cristianismo ortodoxo. Es un día de recogimiento, fe y comunidad. Según el alcalde interino de Sumy, Artem Kobzar, «nuestra comunidad ha sufrido una terrible tragedia en este brillante Domingo de Ramos».
Desde el terreno, los equipos de emergencia trabajaban a contrarreloj para rescatar sobrevivientes entre los escombros. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski confirmó que las labores seguían avanzando, subrayando que se trató de un «doble ataque con misiles planeado para causar el máximo dolor humano».
Zelenski endurece su tono: “Solo la escoria más vil actúa así”
Las declaraciones de Zelenski fueron tajantes: «Solo escoria vil es capaz de actuar así, quitándole la vida a gente común». También instó a la comunidad internacional a «responder como se merece a quien actúa como un terrorista».
El mandatario subrayó que las conversaciones diplomáticas no han detenido los misiles ni las bombas aéreas. Su mensaje fue claro: se requiere una nueva actitud global hacia un conflicto que, a su juicio, ha sido trivializado por parte de los actores internacionales.
Acusaciones cruzadas y promesas rotas
Este ataque se produce justo después de que los cancilleres de Rusia y Ucrania se acusaran mutuamente de haber violado una tregua tentativa, promovida por Estados Unidos, para detener los ataques a la infraestructura energética. Las declaraciones se dieron en el Foro de Diplomacia de Antalya, donde ambos cancilleres ofrecieron versiones diametralmente opuestas.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Ucrania ha estado provocando a Rusia «cada día, con excepción de dos o tres días», y prometió presentar ante EE.UU., Turquía y otros organismos una lista de presuntas agresiones ucranianas.
Su contraparte, el vicecanciller ucraniano Andrii Sybiha, rebatió con fuerza esa narrativa. Según él, desde que se llegó al acuerdo, Rusia ha lanzado cerca de 70 misiles, más de 2.200 drones explosivos y alrededor de 6.000 bombas aéreas guiadas, todas dirigidas en su mayoría a blancos civiles.
Una cronología de la agresión continua
Desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, los ataques a zonas residenciales y centros urbanos han sido una constante. Algunos de los eventos más trágicos fueron:
- El bombardeo del teatro de Mariúpol en marzo de 2022, donde más de 600 personas murieron, según Amnistía Internacional.
- La masacre de Bucha, donde cuerpos de civiles quedaron en las calles tras la retirada de las tropas rusas.
- El ataque con misiles contra un hospital de maternidad en Mariúpol, ampliamente condenado internacionalmente.
¿Dónde está la línea roja de Occidente?
La comunidad internacional ha condenado repetidas veces estos actos, pero medidas concretas, como la declaración de Rusia como un Estado patrocinador del terrorismo, siguen en el limbo diplomático. Algunas naciones europeas, como Lituania y Estonia, ya han hecho este reconocimiento, pero grandes potencias como Estados Unidos y Alemania aún se muestran reticentes.
En 2023, el Parlamento Europeo aprobó una resolución simbólica con 494 votos a favor, 58 en contra y 44 abstenciones, catalogando a Rusia como un Estado promotor del terrorismo. Sin embargo, la medida no tiene carácter vinculante.
La tragedia de Sumy en números
Tras el ataque, el Ministerio del Interior ucraniano ofreció los siguientes datos preliminares:
- 21 personas muertas, aunque otras agencias gubernamentales hablan de «más de 20».
- 83 personas heridas, incluyendo 7 niños.
- Al menos 4 edificios residenciales colapsaron debido a la explosión.
Las autoridades locales han pedido a los ciudadanos donar sangre y han instalado centros temporales para asistencia psicológica en diversas zonas de Sumy.
Resonancia internacional
Este ataque también se produce tras la salida del enviado estadounidense Steve Witkoff de Moscú, donde sostuvo reuniones con el presidente ruso Vladímir Putin para discutir posibilidades de negociación. La realidad del terreno contrasta profundamente con los objetivos de la diplomacia.
Varios líderes internacionales, incluyendo al primer ministro británico y al presidente francés, expresaron indignación por el ataque. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escribió en X (antes Twitter): «El ataque en Sumy es otro recordatorio del por qué debemos seguir firmes y unidos en el apoyo a Ucrania».
El impacto psicológico en la población
Más allá de las cifras, el ataque tiene un impacto emocional masivo. Testimonios recogidos por medios locales reflejan una población cansada, herida y sumamente escéptica sobre la voluntad internacional para frenar a Rusia.
Según un informe del Instituto Ucraniano de Psicología Política, el 72% de la población ha experimentado estrés postraumático durante algún punto del conflicto. Las regiones más afectadas emocionalmente son justamente aquellas como Sumy, Járkov y Donetsk, que han sido objeto de numerosos bombardeos.
Reivindicación de justicia
Organizaciones como Human Rights Watch y Anistía Internacional han pedido una investigación internacional sobre posibles crímenes de guerra, haciendo hincapié en el uso indiscriminado de armamento pesado en áreas residenciales.
Simultáneamente, el Tribunal Penal Internacional (TPI) continúa acumulando evidencias sobre posibles delitos cometidos desde la invasión rusa. En marzo de 2023, el TPI emitió una orden de arresto contra Vladímir Putin por la deportación ilegal de niños ucranianos a territorio ruso.
¿Qué sigue para Ucrania?
El futuro sigue plagado de incertidumbres. Si bien Ucrania ha recibido miles de millones en ayuda militar y humanitaria por parte de países occidentales, la ofensiva rusa se mantiene constante.
El país necesita no solo armas, sino también una estrategia internacional coherente que ponga fin a la agresión. Pero sobre todo, necesita esperanza. Y eso, tristemente, está cada vez más escaso en ciudades como Sumy.