Sam Bregman y la guerra contra el crimen en Nuevo México: ¿una solución real o un paso político?
El fiscal de distrito de Albuquerque y padre del beisbolista Alex Bregman lanza su candidatura a gobernador en medio de una crisis de violencia y tensiones políticas crecientes
El ambiente político en Nuevo México se caldea con el anuncio de Sam Bregman, actual fiscal de distrito de Albuquerque, quien ha lanzado oficialmente su candidatura a gobernador del estado. En un contexto marcado por una alarmante alza en los índices de criminalidad y una creciente desafección ciudadana hacia los partidos tradicionales, la figura de Bregman emerge como una opción “centrista” con un enfoque agresivo en materia de seguridad pública y política social.
¿Quién es Sam Bregman?
Sam Bregman es un veterano abogado de 61 años y político demócrata conocido tanto por su pasado como defensor privado como por su reciente rol como fiscal. Más allá de la política, su nombre es familiar para muchos como el padre de Alex Bregman, estrella de las Grandes Ligas de Béisbol.
Su imagen es fácilmente reconocible en Albuquerque: alto, con barba de candado y frecuentemente con sombrero tejano, Bregman ha sido una presencia constante en los medios locales desde su designación en 2023 como fiscal de distrito por la gobernadora Michelle Lujan Grisham. Sustituyó a Raúl Torrez, quien asumió como fiscal general del estado. En su breve periodo en el cargo, Bregman afirma haber encabezado políticas agresivas que buscan revertir la tendencia creciente de la criminalidad.
Crimen violento en Albuquerque: una epidemia persistente
La ciudad de Albuquerque ha sido durante años una de las más violentas del país. Según datos del FBI Uniform Crime Reporting Program, la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes en Albuquerque supera por largo margen la media nacional. A finales de 2023, la ciudad registró más de 120 homicidios, varios de ellos involucrando a menores de edad.
Esta tendencia preocupante ha llevado incluso a medidas drásticas como el reciente despliegue de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en áreas especialmente vulnerables como el corredor de la Ruta 66. La medida, solicitada por el jefe de policía local y autorizada por la gobernadora Grisham, evidencia una situación de emergencia que amenaza con desbordar la capacidad de respuesta del estado.
Bregman ha explicado que, bajo su gestión, se han contratado más fiscales, se han creado unidades especializadas en delitos armados y se ha reforzado el rechazo a la liberación preventiva para acusados peligrosos. Según sus declaraciones, su oficina ha logrado sentencias condenatorias por homicidio en al menos 300 casos desde 2023.
La política del miedo no es suficiente
El analista político Sisto Abeyta, presidente de Tri-Strategies New Mexico, advierte que los votantes ya no se sorprenden tan fácilmente. El crimen, señala, es apenas una cara visible de múltiples problemas sociales estructurales como la escasez de viviendas asequibles, la falta de servicios de salud mental y la precariedad laboral.
“La economía equivale a crimen, la vivienda equivale a crimen. ¿Por qué hay tantos adictos? Porque no hay suficientes servicios de salud mental”, afirmó Abeyta.
Esta visión sugiere que, aunque Bregman centre su campaña en la seguridad pública, no tendrá éxito sin una plataforma integral que aborde el estado del bienestar en todos sus frentes.
Una estrategia política centrada
Bregman ha dejado claro que su postura es de centro, alejada tanto del ala radical del Partido Republicano como del extremismo progresista. “La mayoría de la gente quiere a alguien que simplemente se enfoque en los mismos temas que ellos discuten en la mesa del desayuno”, dijo. Esto incluye temas como salarios justos, cobertura sanitaria, educación y la seguridad en los vecindarios.
Su mensaje llega justo después de la implementación de una ley estatal que permite a votantes independientes —quienes representan el 23% del electorado de Nuevo México— participar en las primarias de los partidos principales. Esto abre un nuevo escenario político donde figuras moderadas como Bregman podrían conectar mejor con una ciudadanía desencantada.
Según el encuestador Brian Sanderoff, estos votantes no afiliados —especialmente entre los más jóvenes— podrían jugar un papel determinante en las elecciones de 2026. “Ahora, el estado ha eliminado una barrera de participación en las primarias”, explicó, lo cual podría transformar dinámicas partidistas profundamente arraigadas.
¿Un camino conocido al poder?
No es nueva la ruta del derecho penal hacia la oficina del gobernador en Nuevo México. Una figura paradigmática fue Susana Martínez, exfiscal republicana que ejerció dos periodos como gobernadora entre 2011 y 2018. Su ascenso fue alimentado por un discurso duro contra el crimen, muy similar al de Bregman.
La historia, sin embargo, podría no repetirse del mismo modo. Martínez enfrentó amplias críticas al final de su mandato por su confrontación con el sistema educativo y la falta de avances en pobreza y salud. Bregman, por su parte, parece buscar un equilibrio entre mano dura y sensibilidad social.
Críticas republicanas y momento electoral
Inmediatamente después del anuncio de su candidatura, los republicanos locales arremetieron contra lo que consideran un “fracaso” de Bregman en su gestión como fiscal. Argumentan que los índices delictivos siguen en ascenso y que su retórica es “más espectáculo que resultados”.
No obstante, como señala el experto electoral Devin Remiker, las futuras elecciones dependerán menos de perfiles partidarios y más de la capacidad de conectar con un electorado fatigado por el polarizado status quo. La población de Nuevo México parece estar clamando por pragmatismo, resultados y empatía, más que por ideologías puras.
El contexto nacional: ¿Bregman frente a Trump 2024?
Otro aspecto central en la narrativa de Bregman es su declarado rechazo al “trumpismo”. Aunque Trump ha perdido en las últimas tres elecciones en Nuevo México, en 2024 acortó significativamente la distancia con los demócratas, algo que inquieta a las bases progresistas.
En este contexto, Bregman ofrece su candidatura como un baluarte contra el avance de la extrema derecha. Su experiencia legal, y su figura de 'cowboy moderno' podrían hacer de él un perfil atractivo para un electorado híbrido que no quiere retroceder con Trump pero tampoco se ve reflejado en algunos discursos de izquierda radical.
Lo que está en juego
Con la gobernadora actual Michelle Lujan Grisham terminando su mandato en 2026 y sin todavía un contrincante republicano oficial, la contienda demócrata entre Bregman y la exsecretaria del Interior, Deb Haaland —quien también ha expresado sus intenciones— podría definir el rumbo no solo del estado, sino de la lucha ideológica nacional en un año clave.
¿Será Bregman el defensor de la ley que Nuevo México necesita o un actor envuelto en estrategias políticas reactivas frente a una crisis sistémica? La respuesta empezará a definirse en 2025, pero hoy por hoy, ya ha lanzado la primera piedra en el tablero electoral.