Alerta de tiburones en Alabama: ¿Prevención necesaria o pánico innecesario?
La historia de Lulu Gribbin reabre el debate sobre seguridad, turismo y tecnología en las costas del sur de EE.UU.
Una tragedia que pudo evitarse
El verano de 2024 marcó un antes y un después para Lulu Gribbin, una adolescente de Alabama que sufrió uno de los ataques de tiburón más mediáticos del año. El 7 de junio, mientras disfrutaba de las aguas turquesa del Panhandle de Florida con una amiga, un tiburón la atacó. Perdió su mano izquierda y parte de una pierna. Pero en vez de hundirse en el trauma, Lulu decidió convertirse en agente de cambio.
Esta semana, con tan solo 16 años, Lulu compareció ante legisladores estatales para apoyar un nuevo sistema de alerta de ataques de tiburones, un proyecto de ley que lleva su nombre y propone una solución tecnológica inspirada en el sistema Amber Alert. La propuesta pretende informar al público de inmediato cuando se registre un ataque no provocado en aguas cercanas a las costas de Alabama.
La propuesta: ¿qué dice el proyecto de ley?
El representante republicano David Faulkner, autor de la iniciativa, explicó que el objetivo es informar al instante a residentes y turistas cuando ha ocurrido un ataque como el que casi le cuesta la vida a Lulu. Tal como ella misma relató, horas antes de su incidente, un tiburón ya había atacado a otra persona en una playa cercana. Nadie les avisó.
El sistema funcionaría enviando alertas a celulares, estaciones de radio y plataformas públicas, similar al mecanismo existente para niños desaparecidos. Sin embargo, ante presiones del sector turístico, el lenguaje fue modificado: solo se emitirán alertas si el ataque es no provocado. Se descartó incluir “peligro inminente” como criterio, por temor a crear confusión o ahuyentar visitantes.
Turismo vs. seguridad: un equilibrio complicado
Las costas de Alabama son famosas por atraer a turistas durante todo el año. Las organizaciones que representan a hoteles, negocios y operadores turísticos expresaron su preocupación. Un exceso de alertas podría tener un impacto económico significativo. Sin embargo, quienes apoyan el proyecto consideran este temor exagerado.
“Si me hubieran avisado, jamás me habría metido al agua”, explicó Gribbin ante los legisladores. “Este sistema no espantará turistas, les dará herramientas para estar mejor informados”.
Incluso la gobernadora Kay Ivey intervino públicamente: “Lulu es una fuente de inspiración. Este sistema es otra herramienta para mantener seguras a nuestras comunidades. Seamos fuertes como Lulu y llevemos este proyecto a mi escritorio para firmarlo”.
¿Qué dicen las estadísticas?
Según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF por sus siglas en inglés), gestionado por la Universidad de Florida, se registraron 47 ataques no provocados en 2023 a nivel mundial. Estados Unidos acumuló el 42% de estos, siendo Florida el estado con más casos (16). Alabama, aunque con costas limitadas, no es ajena a los encuentros esporádicos con estos depredadores marinos.
Sin embargo, expertos insisten en que los ataques siguen siendo extremadamente raros. “Tienes más posibilidades de ser alcanzado por un rayo que de ser mordido por un tiburón”, señala el Dr. Gavin Naylor, director del ISAF.
Una combinación de factores
¿Por qué aumentan los encuentros con tiburones? Entre las razones citadas por los biólogos marinos están:
- Mayor número de bañistas durante el verano
- El calentamiento global, que cambia los movimientos migratorios de los tiburones
- Actividades de pesca que atraen tiburones cerca de la costa
- Mayor acceso a la información y redes sociales, que hacen más visibles los casos que antes pasaban desapercibidos
El caso de Lulu, precisamente, se viralizó a través de TikTok e Instagram, donde compartió su proceso de recuperación, desde el hospital hasta retomar una rutina adaptada con prótesis y fisioterapia.
Lulu: de víctima a voz pública
Durante su visita al Capitolio estatal, Lulu fue rodeada de personas que le pedían fotos y le agradecían el coraje de hablar. Su historia ha tocado fibras sensibles. “Solo me dije: tienes que mantener los ojos abiertos y respirar. Solo llegar al hospital”, recordó sobre el momento del ataque.
Fue rescatada por un hombre que unió a su instinto de ayuda el valor físico de lanzarse al agua en plena emergencia. En la orilla, médicos de vacaciones le brindaron los primeros auxilios. Hoy, Lulu tiene la misión clara: que nadie más pase por lo que ella vivió.
¿Es viable un sistema nacional?
Este sistema de alerta propuesto es pionero y se limitaría inicialmente a Alabama. Sin embargo, Faulkner espera que otros estados costeros sigan el ejemplo o que eventualmente se impulse una legislación federal. Tal como lo señaló: “No puede ser que, en plena era de la información, una adolescente casi muera porque no supo lo que acababa de pasar kilómetros más abajo en la playa”.
El sistema no solo informaría del ataque, también permitiría cerrar temporalmente playas cercanas y emitir recomendaciones específicas a autoridades locales, salvavidas y bañistas.
Tecnología al servicio de la seguridad
Aunque muchos consideran que la reacción puede parecer extrema ante incidentes poco frecuentes, la tecnología hace posible que una alerta sea sencilla y eficiente. Sistemas como estos ya son comunes para tsunamis, incendios y tornados. ¿Por qué no para tiburones?
Teniendo en cuenta que el turismo costero genera más de $80 mil millones anuales solo en Florida, y que las playas son un motor económico vital, proteger la vida humana debe estar por encima del temor a un impacto comercial temporal.
¿Pánico o precaución?
Los detractores del proyecto argumentan que una mayor visibilidad de los ataques puede generar sensacionalismo mediático y miedo innecesario. También temen que la distinción entre ataques provocados o no sea demasiado subjetiva como para aplicarse con objetividad.
Pero para Lulu Gribbin y sus seguidores, la respuesta está clara: informar salva vidas. Y si con un simple mensaje en el móvil pueden prevenirse tragedias, cualquier costo vale la pena.
El proyecto de ley, que ya fue aprobado por el Comité de Seguridad Pública, avanza ahora al pleno de la Cámara. De ser aprobado, Alabama podría transformarse en modelo nacional para coordinar la seguridad costera ante la presencia esporádica pero real de tiburones en zonas de alta recreación humana.
Mientras tanto, Lulu sigue hablando. Desde su experiencia, su voz cobra autoridad y transmite un mensaje simple: podemos estar más seguros, podemos actuar más rápido, podemos salvar más vidas.