¿Adiós a la verdad? El éxodo de periodistas y el ocaso de los medios estadounidenses en regímenes autoritarios

La orden ejecutiva de Trump que amenaza el periodismo independiente: entre deportaciones, represión y el fin de una era para Radio Free Asia

Cuando el periodismo independiente choca con los vaivenes de la política estadounidense, las consecuencias no se limitan a la libertad de expresión: vidas enteras pueden pender de un hilo. Este es el caso de decenas de periodistas que huyeron de regímenes autoritarios, encontraron refugio laboral en medios como Radio Free Asia (RFA) y Voice of America (VOA), y ahora enfrentan la deportación tras las recientes políticas del expresidente Donald Trump.

La purga silenciosa al USAGM

El U.S. Agency for Global Media (USAGM) es clave en la estrategia estadounidense de promover la democracia y libertad de prensa globalmente. Financia medios como RFA, Radio Free Europe/Radio Liberty y VOA, cuyo objetivo es ofrecer información libre a audiencias bajo regímenes autoritarios. Sin embargo, este organismo ha sido blanco de severos recortes desde que Trump firmara una orden ejecutiva que, según numerosos analistas, desmantela sus funciones esenciales.

Más de 84 periodistas con visas laborales emitidas por USAGM en Estados Unidos están en riesgo de deportación, de los cuales 23 se consideran en peligro inminente de ser arrestados o encarcelados al regresar a sus países de origen, según Reporteros Sin Fronteras.

“Es indignante que estos periodistas —que arriesgan sus vidas por denunciar la represión en sus países— puedan ser abandonados por el mismo organismo que los trajo aquí con una promesa de libertad y protección.” — Thibaut Bruttin, Reporteros Sin Fronteras.

Historias humanas: Vuthy, Hum y Lai, entre la esperanza y el exilio

Vuthy Tha y Hour Hum, periodistas camboyanos, huyeron en 2017 tras el cierre de la oficina de RFA en Phnom Penh, la disolución del principal partido opositor y la persecución contra reporteros independientes. Vivieron varios años como refugiados en Tailandia hasta que en 2023 pudieron entrar a Estados Unidos con visas laborales.

Cayó como un rayo del cielo”, dijo Vuthy, padre soltero, al conocer las repercusiones de la orden ejecutiva. Para él la amenaza no solo es personal, sino también profesional: implica silenciar a quienes aún en Camboya esperaban información objetiva en medio de la propaganda gubernamental.

Hour Hum comparte ese temor: “Me preocupa no poder mantener a mi familia y que no nos dejen quedarnos.

Khoa Lai, periodista vietnamita que produce reportajes sobre libertad religiosa, de expresión y corrupción, teme terminar preso si vuelve a Vietnam. “Podría ser procesado o encarcelado. No sería bueno.

En Vietnam, cuatro reporteros de RFA están presos y uno bajo arresto domiciliario. El país está entre los diez peores según el Índice de Libertad de Prensa elaborado por Reporteros Sin Fronteras, con alrededor de 40 periodistas presos en condiciones precarias.

Una misión estratégica bajo amenaza

Radio Free Asia y otros medios respaldados por USAGM han sido una herramienta diplomática desde la Guerra Fría, diseminando información no censurada donde los medios no son libres. El cierre o disminución de sus capacidades impactaría enormemente la lucha por la democracia en naciones como Myanmar, Vietnam, Camboya, Rusia, China, Irán y Corea del Norte, entre otros.

Actualmente, al menos once periodistas vinculados a medios financiados por USAGM están encarcelados en el extranjero, por motivos que van desde cargos de terrorismo hasta violaciones a leyes de seguridad estatal. Uno de ellos, Shin Daewe, cumple 15 años en Myanmar.

Tamara Bralo, jefa de seguridad de periodistas en RFA, advirtió que si el medio pierde su sustento financiero, se extinguiría también cualquier intento diplomático estadounidense por liberar a los periodistas presos o garantizar salvoconductos a quienes están en peligro.

Los valores democráticos en entredicho

La comunidad internacional y organizaciones como Reporteros Sin Fronteras exigen que el Congreso estadounidense asuma la responsabilidad moral y política de proteger a estos periodistas. El Congreso mismo financia los medios afectados, por lo que el deber de garantizar la libertad de prensa es irrenunciable.

“Esta responsabilidad no es solo moral, es un compromiso histórico de Estados Unidos con la defensa de la democracia.” — Reporteros Sin Fronteras

En un clima de creciente censura, promover la libertad de prensa representa una herramienta de poder blando fundamental para Estados Unidos en su diplomacia exterior. Debilitarla no solo pone en riesgo valores fundamentales, también erosiona el rol geopolítico del país como defensor de los derechos humanos.

Entre demandas y resistencia

Varios periodistas extranjeros contratados por Voice of America demandaron al gobierno estadounidense en tribunales federales. Entre ellos, un reportero que enfrenta una pena de hasta 10 años de prisión en su país, y otro miembro de una minoría perseguida cuyo regreso implicaría riesgo físico inminente.

El tribunal federal estadounidense bloqueó temporalmente las cancelaciones contractuales, evitando de momento las deportaciones.

Así mismo, RFA y Radio Free Europe/Radio Liberty han presentado demandas para restablecer su financiación y asegurar sus operaciones.

Un autoritario aplaude el cierre

Hun Sen, el exprimer ministro de Camboya —autócrata que gobernó el país por casi 40 años hasta ceder el poder a su hijo Hun Manet— elogió la medida de Trump como una cruzada global contra las “noticias falsas”. Publicó en redes sociales su apoyo al exmandatario estadounidense, lo que según analistas revela el irónico respaldo que los autoritarios otorgan a quienes, desde democracias, debilitan medios que difunden información veraz.

No se trata solo de medios: se trata de vidas

“RFA sigue luchando por su existencia”, dijo esperanzado Vuthy, consciente de que el periodismo que realiza no es para hacerse famoso ni rico, sino para dar voz a los silenciados y denunciar lo que otros ocultan.

En un mundo donde los datos falsos corren con la velocidad de la luz y los regímenes autócratas se sofistican para manipular la narrativa, medios como RFA, VOA y RFE/RL son más vitales que nunca.

La pregunta hoy no es solo si estos periodistas podrán quedarse en Estados Unidos, sino si el país está dispuesto a honrar su legado de refugio a los oprimidos y protector de libertades fundamentales.

Quizás más que nunca, la defensa de la libertad de prensa no empieza en Venezuela, Rusia o Camboya, sino en Washington.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press