Temblores, colapsos y caos: el sismo que sacudió Bangkok y cómo revela una crisis sísmica regional

Un potente terremoto de magnitud 7.7 con epicentro en Myanmar remeció Tailandia y dejó tras de sí destrucción, pánico ciudadano y una infraestructura insuficiente frente a desastres naturales

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Un mediodía de terror en Bangkok

A las 13:30 horas del viernes, una poderosa sacudida transformó el almuerzo habitual de millones en Bangkok en una escena de horror. Un terremoto de magnitud 7.7, con epicentro en Myanmar, se sintió a más de 500 kilómetros del epicentro y provocó el colapso de un edificio en construcción cerca del famoso mercado Chatuchak. Las imágenes del desplome, donde una nube de polvo cubrió la zona mientras las grúas caían, rápidamente se volvieron virales en las redes sociales.

El terremoto fue seguido por una réplica de magnitud 6.4, lo que aumentó la paranoia y obligó a evacuar numerosos rascacielos. El Departamento de Prevención de Desastres de Tailandia reportó que el sismo fue percibido en casi todas las regiones del país, un fenómeno poco común que ha desatado una nueva preocupación sobre la seguridad estructural en la capital tailandesa.

Un epicentro en constante conflicto

Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y el Centro de Geociencias GFZ de Alemania, el epicentro tuvo una profundidad superficial de solo 10 kilómetros, lo que intensificó su impacto regional. La ciudad más próxima al epicentro fue Monywa, en la región central de Myanmar, a unos 50 km.

El sismo no solo causó estragos en Tailandia, sino también en Myanmar, un país sumido en una guerra civil desde el golpe militar de 2021. En la capital, Naypidó, se reportaron daños en santuarios religiosos y viviendas. Estos reportes fueron complicados por la falta de acceso a muchas regiones debido al conflicto armado.

Tailandia bajo presión: ¿está preparada?

La ciudad de Bangkok, con una población metropolitana superior a los 17 millones de habitantes, ha sido durante décadas símbolo del crecimiento económico del sudeste asiático. No obstante, este desarrollo ha venido acompañado de una urbanización acelerada y, muchas veces, carente de una adecuada planificación sísmica.

En una ciudad donde los rascacielos se han vuelto el estándar de vivienda y trabajo, una sacudida de esta magnitud genera interrogantes inevitables: ¿cuál es la calidad de los materiales utilizados?, ¿se han seguido las normativas internacionales?, ¿los edificios más antiguos están preparados para resistir un terremoto mayor?

Un informe de 2022 del Asian Disaster Preparedness Center alertó que el rápido crecimiento urbano de Bangkok no ha sido acompañado por una mejora equivalente en las normas de seguridad contra sismos, a pesar de que las amenazas sísmicas son consideradas bajas. Sin embargo, datos como los del evento reciente demuestran que "baja probabilidad" no significa "imposible."

El simbolismo de este sismo: ¿una advertencia regional?

Este terremoto podría ser un punto de inflexión. Activistas, ingenieros y ciudadanos han comenzado a alzar la voz solicitando una reevaluación de las estrategias de prevención de desastres en todo el sudeste asiático. La ubicación del sismo —en una región tectónicamente compleja como el Arco de Sunda— refuerza las posibilidades de futuros eventos de gran magnitud.

Las placas tectónicas euroasiática y india convergen en esta zona, generando fricción constante y alto potencial sísmico. De hecho, grandes terremotos han afectado al sudeste asiático en las últimas décadas. Baste recordar el fatídico tsunami del 2004 originado por el terremoto de Sumatra, que dejó más de 230,000 muertos en 14 países.

Una respuesta gubernamental en vilo

La primera ministra tailandesa Paetongtarn Shinawatra convocó a una reunión de emergencia, subrayando la prioridad de verificar daños y reforzar la infraestructura. No obstante, los ciudadanos demandan más que palabras: exigen inversión y planificación.

"Es increíble que después de tantos años de desarrollo, aún no tengamos sistemas anti-sísmicos completos en muchos edificios altos", comenta el arquitecto tailandés Kritsana Lertchaiporn para el diario Bangkok Post. Según él, los edificios construidos antes de 2007 no cuentan con las regulaciones modernas de resistencia sísmica, y muchos otros simplemente han ignorado las recomendaciones.

Las piscinas del cielo y el miedo al vacío

Algunas de las imágenes más inquietantes del viernes fueron las de piscinas en azoteas que se desbordaban como cataratas desde decenas de pisos de altura. Bangkok, famosa por su hotelería de lujo, suele construir complejos con estas amenidades. Sin embargo, con un sistema de evacuación aún en desarrollo y una percepción de bajo riesgo sísmico, estos elementos estéticos podrían convertirse en amenazas en futuros eventos.

"Ver caer agua desde un piso treinta a plena luz del día fue como estar en una escena de película", dijo Kanokwan Sirimat, residente del distrito de Sukhumvit, en entrevista con Thai PBS. "Salimos corriendo sin saber si era una explosión o un terremoto. No hay protocolos claros. Nadie sabía qué hacer."

La población responde

Apenas minutos después del terremoto, las redes sociales se inundaron con videos, testimonios y, como era de esperarse, desinformación. En medio del colapso de un edificio y las alertas continuas de réplicas, los tailandeses buscaron refugio en las calles, a menudo sin saber cuánta seguridad ofrecían los espacios abiertos entre rascacielos.

Los hospitales también activaron protocolos de emergencia. El Hospital Siriraj reportó un aumento en la atención de personas con crisis de ansiedad, lesiones por caídas y contusiones provocadas por evacuaciones aceleradas. Sin embargo, hasta el momento no hay cifras oficiales sobre víctimas mortales o heridos graves.

Una oportunidad para revisar el status quo

Este evento, a pesar de su violencia, podría servir como una llamada de atención invaluable. Tailandia y los gobiernos regionales tienen ahora una oportunidad única para implementar políticas de mitigación de riesgos sísmicos serias y sustentables que incluyan:

  • Revisión estructural obligatoria de edificios anteriores a 2010
  • Simulacros de evacuación dos veces al año en escuelas y oficinas
  • Campañas públicas sobre seguridad sísmica
  • Mapas de riesgos actualizados y accesibles al público
  • Un sistema de alerta temprana eficiente y en múltiples idiomas

En algunas ciudades como Tokio o Santiago de Chile, protocolos como esos han salvado vidas en circunstancias similares. ¿Es el sudeste asiático el próximo en adoptar dichos estándares?

Reflexión final: temblar no es opcional, prepararse sí

El terremoto de este viernes no solo estremeció físicamente a Bangkok, sino que reactivó viejos temores y puso al descubierto la fragilidad de la planificación urbana frente a catástrofes. No se trata de si volverá a temblar, sino de cuándo. Y la diferencia entre una tragedia y una anécdota radica en la preparación.

Mientras las autoridades evalúan los daños y los ciudadanos regresan lentamente a sus hogares, queda una lección: ignorar al riesgo no lo hace desaparecer. Solo una visión proactiva podrá garantizar que, cuando llegue el próximo temblor, el miedo no se apodere del destino de millones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press