Stefon Diggs y su nueva etapa en la NFL: ¿Renacer en los Patriots o canto del cisne?

El receptor estrella busca reencontrarse con su mejor versión en Nueva Inglaterra tras una temporada marcada por las lesiones

Stefon Diggs ha sido uno de los receptores más dominantes de la última década en la NFL. Con seis temporadas consecutivas superando las 1,000 yardas, su nombre ha estado vinculado al élite del juego aéreo. Sin embargo, el presente del veterano de 31 años plantea más preguntas que certezas. Su fichaje por los New England Patriots abre un nuevo capítulo, tal vez el decisivo, en su carrera profesional.

Un nuevo comienzo tras una temporada truncada

Después de una destacada carrera con los Minnesota Vikings y los Buffalo Bills, Diggs fue traspasado en abril de 2023 a los Houston Texans en una operación que generó muchas expectativas. Pero la historia no terminó como se esperaba: una lesión del ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha en octubre lo sacó del campo tras solo ocho partidos, en los que acumuló 47 recepciones, 496 yardas y solo tres touchdowns.

Estoy ansioso por volver a encontrar mi ritmo”, comentó Diggs en su primera aparición pública tras firmar con los Patriots, un contrato de tres años y 69 millones de dólares, con 26 millones garantizados. Es una apuesta fuerte por parte de una franquicia en plena reconstrucción.

Un pasado brillante pero con desgaste

Stefon Diggs no necesita presentación para los fanáticos del fútbol americano. Desde su debut en 2015, ha dejado una huella indeleble con cifras y actuaciones que lo colocaron entre los receptores más productivos:

  • Más de 9,500 yardas por recepción en su carrera.
  • Seis temporadas consecutivas superando las 1,000 yardas (2018-2023).
  • Más de 800 recepciones registradas y 67 touchdowns.
  • Seleccionado cuatro veces al Pro Bowl y nombrado All-Pro en 2020.

No obstante, Diggs cumple 31 años en noviembre y su fortaleza física, al igual que su velocidad explosiva, ya no se encuentran en su punto máximo. La lesión en Houston es la primera de magnitud que ha sufrido, pero plantea inquietudes acerca de su capacidad de volver al nivel de WR1.

La reconstrucción de los Patriots

El proyecto de Mike Vrabel, nuevo entrenador en jefe de los Patriots, depende en buena parte del desarrollo del mariscal de campo Drake Maye, quien iniciará su segunda temporada con pocas armas comprobadas a su alrededor. En 2023, solo dos jugadores de los Patriots (Hunter Henry y Demario Douglas) superaron las 60 recepciones y las 600 yardas.

Para contrarrestar esos números pobres, Nueva Inglaterra apostó por Diggs como receptor número uno, tanto por su historial como por su posible conexión con un joven QB. Diggs no tardó en hacer el paralelismo: “Dicen que Drake (Maye) tiene cosas parecidas a Josh Allen. Él fue mi tipo. Espero conocerlo y hacer clic desde el principio”.

¿Puede Diggs ser aún un WR1?

En su mejor momento, Stefon Diggs era una amenaza en cada ruta. Su inteligencia táctica para liberar coberturas, su velocidad en las rutas profundas y su habilidad para las recepciones contestadas en tercera oportunidad fueron claves en el ascenso de Josh Allen como estelar en Buffalo.

Pero los números de su última campaña reflejan una caída preocupante. Según Pro Football Reference, su promedio de yardas por recepción cayó a 10.6, su más bajo desde 2015. Además, sus yardas tras la recepción (YAC) cayeron un 28% respecto al año anterior. La lesión claramente influyó, pero también podría ser el comienzo del declive natural de un jugador que ha sumado más de 1,000 jugadas ofensivas en su carrera.

Una apuesta de alto riesgo para los Patriots

Invertir más de 69 millones de dólares por un receptor de 31 años con una reciente cirugía de rodilla es, sin duda, una jugada arriesgada —y lo saben en Foxborough. Pero para entender la apuesta, hay que observar el contexto:

  • Los Patriots no tienen un WR1 desde Julian Edelman en 2019.
  • Su ofensiva fue la número 31 en puntos por partido en 2023 (solo superada por los Panthers).
  • Mac Jones fue un experimento fallido como QB franquicia. Drake Maye es ahora la piedra angular.

En ese entorno, Diggs puede funcionar como alivio y mentor. No necesita 1,400 yardas para justificar su valor. Si alcanza 900–1,000 yardas, con producción en terceras oportunidades y red zone, su presencia ya habrá valido la inversión. Por otra parte, su contratación también cumple un rol simbólico: atraer atención mediática a una franquicia que, desde la retirada de Tom Brady, ha perdido escaparate.

Vrabel y Diggs: una conexión basada en la confianza

Tenía que elegir el lugar correcto para mi legado”, dijo Diggs respecto a su llegada a New England. Afirmó tener gran respeto por Mike Vrabel, tanto por su éxito como jugador como por su trabajo en los Titans. Esa base emocional puede facilitar su integración, y no es menor en un vestuario joven donde se espera que Diggs sea referente.

Además, la conexión indirecta con Josh McDaniels (hermano del exentrenador de receptores en Houston, Ben McDaniels) ayudará a su adaptación al sistema ofensivo. La familiaridad del playbook puede acelerar su rendimiento en las primeras jornadas, especialmente si logra recuperarse por completo antes del inicio de la temporada.

¿Será esta su última oportunidad de brillar en la NFL?

No hay garantía de que Diggs vuelva a ser el mismo. Pero como él mismo expresó: “El fútbol es fútbol... Lo resolveré, como siempre”. Su actitud es la de un veterano que ha pasado por todas: del anonimato en Minnesota a la gloria en Buffalo, de ser suplente a ser referente.

La NFL es una liga despiadada en cuanto al envejecimiento de sus estrellas. Diggs jugará en 2024 ya como uno de los receptores de mayor edad entre los titulares, y su margen de error es mínimo. Pero si logra mantenerse sano, su inteligencia y experiencia lo pueden convertir en el socio ideal para el desarrollo de Maye y en el motor de una ofensiva aún sin norte.

Y si todo falla, Diggs puede decir que lo intentó hasta el final. Que eligió el reto más difícil: rehacerse a los 31 en un equipo en reconstrucción. Eso también engrandece una carrera que —superestrellas o no— ya tiene su lugar asegurado en las memorias recientes de la NFL.

¿Logrará Stefon Diggs renacer en Nueva Inglaterra o será su última parada en la liga? La respuesta la dará el campo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press