Sundance se muda: ¿Un nuevo amanecer para el cine independiente en Boulder, Colorado?
Tras cuatro décadas en Utah, el icónico festival de cine encuentra nuevo hogar en una vibrante ciudad universitaria al pie de las Montañas Rocosas
El Festival de Cine Sundance ha anunciado un cambio histórico que marca el fin de una era y el comienzo de otra. Después de más de 40 años desarrollándose entre las montañas nevadas de Park City, Utah, el festival más emblemático del cine independiente en América del Norte traslada su sede oficial a Boulder, Colorado.
¿Por qué Sundance deja Park City después de cuatro décadas?
Desde su fundación en 1981 por Robert Redford, el Instituto Sundance ha tenido como objetivo apoyar al cine independiente y generar un espacio lejos del bullicio de Hollywood en el que florecieran nuevas voces. Aunque Park City contribuyó indiscutiblemente a ese ambiente –al punto de volverse sinónimo de Sundance–, los organizadores confiesan que el evento había superado la capacidad del lugar.
Durante el festival de 2024, asistieron más de 72,000 personas, de las cuales casi un tercio eran visitantes de fuera del estado. El informe económico estimó gastos de visitantes de más de $106 millones de dólares y un impacto económico total de $132 millones, generando 1,730 empleos y $69.7 millones en sueldos.
No obstante, el éxito también trajo sus problemas. Los elevados costos de alojamiento, la escasez de oferta hotelera, y fricciones con los destinos de esquí locales comenzaron a pesar en los planes a largo plazo del festival. Con una Park City saturada, y los precios de alquiler durante el festival multiplicándose, mantener el mismo nivel de expansión y accesibilidad se volvió insostenible.
¿Por qué Boulder?
La búsqueda comenzó en 2024 con seis ciudades candidatas, pero rápidamente Boulder emergió como favorita. Según Amanda Kelso, directora general interina del Sundance Institute:
“Boulder es una ciudad tecnológica, universitaria, con vida artística y también de montaña. Con 100,000 habitantes, es más grande que Park City y nos da espacio para crecer”.
La ciudad es hogar de la Universidad de Colorado, cuenta con un vibrante ecosistema tecnológico y cultural, y mantiene ese entorno de naturaleza y comunidad presente en la visión original de Redford. No podemos olvidar que él también estudió allí, lo que da un sentido de retorno simbólico a los orígenes de su visión creativa.
Además, la ciudad se comprometió fuertemente para atraer el festival, incluyendo incentivos fiscales por $34 millones en una década para facilitar la integración logística de Sundance.
Una evolución, no una ruptura
El cambio no es sinónimo de olvido. En palabras del propio Robert Redford:
“No hay forma de expresar la gratitud sincera que tengo hacia Park City y el estado de Utah. Lo que hemos construido es especial. Pero como todo en la vida, debemos evolucionar y crecer. Eso ha sido la esencia de nuestra supervivencia”.
El director del festival y jefe de programación, Eugene Hernandez, insistió que la esencia del festival se mantendrá:
“El Festival de Cine Sundance será Sundance donde sea que vayamos. Nuestra misión es lo que permanece constante”.
Etos, inclusión y decisiones difíciles
Uno de los criterios evaluados para la nueva sede fue lo que los organizadores llamaron “valores de etos y equidad”. Sundance se ha posicionado en los últimos años como un referente de inclusión, diversidad e historias contraculturales. Boulder representa un entorno acorde a esos pilares.
Aunque algunos especularon que el ambiente político de Utah –especialmente los recientes debates sobre símbolos como la bandera LGBTQ+– influyó en la decisión, representantes de Sundance negaron esta relación. Ebs Burnough, presidente del consejo de Sundance, aclaró:
“Este proceso se basó en evolución y viabilidad. No guiamos nuestras decisiones por el panorama político”.
¿Qué pierde Park City… y qué gana Boulder?
La última edición del festival en Park City será en enero de 2026, una despedida con aire crepuscular para una relación larga y productiva.
Lo que pierde Park City —además del flujo económico y la presencia internacional— es ese posicionamiento global que ponía a la pequeña ciudad en el radar cultural cada invierno.
Por su parte, Boulder obtiene la oportunidad dorada de convertirse en capital del cine independiente internacional. El Pearl Street Mall, con sus teatros cercanos y ambiente acogedor, promete convertirse en la “nueva Main Street” del cine alternativo.
Sundance a lo largo del tiempo
Desde su creación, el festival ha sido una fábrica de talentos y catalizador de grandes carreras. Entre los muchos cineastas que encontraron su primera gran plataforma en Park City destacan:
- Steven Soderbergh con “Sex, Lies and Videotape”
- Quentin Tarantino con “Reservoir Dogs”
- Ryan Coogler con “Fruitvale Station”
- Debra Granik con “Winter’s Bone”
En 2022, “CODA” —estrenada en Sundance— ganó el Óscar a Mejor Película, convirtiéndose en el primer filme en lograr ese reconocimiento tras iniciar en el festival.
Mirada al futuro
Sundance ya está trabajando en logística y adecuaciones para que Boulder pueda albergar más proyecciones simultáneas, más activaciones de industria y eventos para creadores emergentes.
El cambio también responde a una realidad global: el cine independiente enfrenta nuevos retos frente a plataformas de streaming, inteligencia artificial y una industria hollywoodense más cautelosa. Por eso, tener la flexibilidad de Boulder promete reinventar Sundance sin traicionar su esencia.
Como dijo Eugene Hernandez:
“Sundance sigue siendo un festival de descubrimiento global. Boulder es un lugar donde podemos construir”.