Helicópteros sin puertas, una tragedia que pudo evitarse: el caso que cambió la industria de vuelos turísticos en EE.UU.

El fatídico vuelo en el East River que cobró cinco vidas y desencadenó una batalla legal multimillonaria revela fallas sistémicas en la seguridad aérea comercial

Una tarde que prometía aventura terminó en tragedia

El 11 de marzo de 2018, lo que debía ser un emocionante paseo aéreo sobre la ciudad de Nueva York se convirtió en una pesadilla. Un helicóptero de Liberty Helicopters, operado por FlyNYON, cayó sobre el East River y se hundió en cuestión de segundos. Cinco jóvenes perdieron la vida, atrapados dentro del aparato en una escena que dejó una huella imborrable tanto en la industria de vuelos turísticos como en la memoria colectiva estadounidense.

¿Quién era Trevor Cadigan?

Trevor Cadigan, de 26 años, era un periodista originario de Dallas que había llegado a Nueva York para comenzar una nueva etapa profesional. Junto a su amigo Brian McDaniel, también de 26, decidieron celebrar con un vuelo panorámico sin puertas sobre Manhattan, una oferta cada vez más popular por sus espectaculares vistas para las redes sociales.

Ese mismo vuelo también llevaba a Carla Vallejos Blanco, Tristan Hill y Daniel Thompson. Todos fallecieron atrapados dentro del helicóptero tras el accidente.

La causa del accidente: una cadena de fallas inaceptables

La investigación posterior liderada por la National Transportation Safety Board (NTSB) reveló que un arnés de seguridad se enganchó en un interruptor de apagado del combustible, montado en el suelo de la nave. Este improbable pero letal accidente mecánico desactivó el motor en pleno vuelo, provocando el desplome del helicóptero en el río.

Lo más aterrador fue lo que ocurrió después: el piloto logró desabrochar su cinturón de seguridad y escapar, pero todos los pasajeros quedaron atrapados en sus arneses, diseñados para sostenerlos firmemente durante maniobras aéreas extremas. Sin una opción de liberación rápida, se ahogaron dentro de la cabina mientras el helicóptero se hundía.

Un veredicto histórico y un acuerdo millonario

Tras una larga batalla legal, un jurado en Manhattan otorgó en 2023 116 millones de dólares a los familiares de Trevor Cadigan. Este fue considerado uno de los fallos más altos en la historia para un caso de accidente aéreo no comercial. Sin embargo, para evitar apelaciones interminables y prolongar el sufrimiento emocional, la familia accedió a un acuerdo de 90 millones de dólares.

“Su objetivo principal era lograr justicia para Trevor y exponer prácticas peligrosas en la industria de vuelos turísticos. Y creemos que lo lograron”, declaró Gary C. Robb, abogado de la familia Cadigan.

Los responsables: empresas con antecedentes cuestionables

FlyNYON, que organizó el vuelo, y Liberty Helicopters, que proporcionó la nave y el piloto, habían sido objeto de múltiples quejas anteriormente. Liberty Helicopters tenía en su historial dos accidentes mortales previos. El modelo de negocio de estos operadores consistía en ofrecer vuelos sin puertas, altamente populares en Instagram, que implicaban el uso de arneses de cuerpo entero.
Estos vuelos proporcionaban imágenes impactantes, pero a un riesgo considerablemente elevado.

FAA en la mira: ¿medidas suficientes?

Después del accidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) suspendió temporalmente los vuelos con puertas abiertas y restricciones severas. Posteriormente, se establecieron nuevas regulaciones obligatorias como que los arneses debían poder liberarse con una sola mano y en un solo movimiento.

No obstante, críticos argumentan que estas medidas son insuficientes. El ex inspector de la FAA, John Goglia, señaló: “Estos vuelos deberían ser catalogados como maniobras de riesgo alto. Lo que tenemos aquí es turismo al límite sin la infraestructura de emergencia adecuada”.

¿Qué dice la industria hoy?

FlyNYON y Liberty Helicopters se han rehusado a comentar el caso en los medios desde la resolución judicial. Dart Aerospace, fabricante del sistema de flotación del helicóptero, tampoco emitió declaraciones tras el acuerdo, aunque figura como uno de los demandados inicialmente.

Impacto en el turismo aéreo

Desde ese accidente, el número de vuelos "doors-off" ha caído, aunque muchas compañías continúan ofreciendo ese tipo de experiencias. La ciudad de Nueva York analizó imponer restricciones más duras, pero enfrentó presión por parte de operadores turísticos.

Estadísticas de la FAA de 2022 revelan que los vuelos turísticos registraron un aumento del 21% en comparación con 2019, en parte por el auge del turismo tras la pandemia. Sin embargo, sigue existiendo una crítica latente a lo que muchos llaman “aventuras sin responsabilidad”.

Recordando a las víctimas: más que cifras

Trevor Cadigan era más que una víctima del descuido industrial. Era un joven lleno de sueños, pasión por la comunicación y una vida por delante. Sus familiares y amigos lo recuerdan como una persona alegre y decidida.

Carla Vallejos Blanco, de nacionalidad argentina, estaba de visita como parte de una beca académica. Tristan Hill y Daniel Thompson eran profesionales creativos. Todos atrapados por una decisión aparentemente inofensiva: tomar una foto espectacular desde un helicóptero.

El triste precedente del 2007

Este no fue el primer accidente fatal para Liberty Helicopters. En 2007, nueve personas murieron en un choque aéreo sobre el río Hudson. A pesar de las investigaciones y sanciones, la falta de mejoras sistemáticas persistió.

Lo ocurrido en 2018 parece ser el punto de quiebre para impulsar un cambio más profundo.

Lecciones que deja esta tragedia

  • Regulación estricta: Los vuelos turísticos deberían estar sujetos a los mismos controles que los vuelos comerciales.
  • Educación al consumidor: Los pasajeros deben ser plenamente informados sobre los riesgos y sistemas de emergencia antes del vuelo.
  • Transparencia en la industria: Las empresas con historial de negligencias deberían reportar incidentes y mejorar su documentación de seguridad pública.

La historia de Trevor Cadigan y sus compañeros de vuelo no morirá con el acuerdo de 90 millones. Sus vidas se convierten en faro para una conversación urgente sobre prácticas inseguras, regulaciones recientes y la ética en el turismo de alto riesgo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press