El arte del Musaharati: La tradición de despertar al amanecer en Ramadán

En medio del avance tecnológico, una tradición centenaria resiste para mantener el espíritu comunitario de Ramadán

Una tradición que resiste el paso del tiempo

Entre los numerosos símbolos del mes sagrado del Ramadán, el musaharati ocupa un lugar especial en la memoria colectiva del mundo musulmán. Esta figura tradicional es responsable de llamar a los fieles al último alimento antes de comenzar el ayuno del día, recorriendo las calles con un tambor y una voz potente que despierta a los creyentes en la madrugada.

El origen y la evolución del Musaharati

La costumbre del musaharati se remonta a hace más de un milenio, cuando no existían relojes ni alarmas para marcar el tiempo exacto del Suhur (la comida antes del amanecer). Aunque la tecnología ha avanzado enormemente, en muchas partes del mundo islámico, esta tradición persiste con un aire nostálgico.

Una tradición familiar y comunitaria

El rol del musaharati es a menudo transmitido de generación en generación. En ciudades como El Cairo, la comunidad espera con entusiasmo la llegada de esas primeras horas de la mañana cuando la figura del musaharati pasa con su tambor llamando por su nombre a los niños y adultos.

Essam Sayed, un musaharati en la capital egipcia, sigue una rutina que heredó de su padre. Todas las madrugadas, antes del amanecer, recorre los estrechos callejones montado en su burro, "Saad", tocando su tambor de latón y llamando a los vecinos: "¡Despierta, Mayar! ¡Despierta, Ahmed!".

Musaharati en todo el mundo

  • Egipto: En barrios antiguos de El Cairo, los musaharati siguen siendo esenciales para muchas familias.
  • Líbano: En la ciudad de Sidón, Mahmoud Fanas mantiene viva la figura del musaharati con su tambor y atuendo tradicional.
  • India: En el viejo Delhi, figuras como Umar Irshad siguen recorriendo las calles llamando a los fieles.

El desafío de la modernidad

Con el auge de los teléfonos móviles y las alarmas digitales, la necesidad de un musaharati parece estar en riesgo de desaparecer. Sin embargo, para muchos, su labor es más que una simple llamada a despertar; representa el espíritu del Ramadán, la conexión con la comunidad y los recuerdos de infancia.

"La tecnología está cambiando el mundo, pero el musaharati sigue representando nuestra identidad," dice Mahmoud Fanas, un musaharati libanés que se aferra a mantener la tradición.

El futuro del Musaharati

A pesar de los desafíos, la tradición del musaharati sobrevive en muchas ciudades del mundo islámico. En algunos lugares, asociaciones locales y comunidades han comenzado a registrar esta ocupación como un patrimonio cultural inmaterial con el fin de preservar su existencia.

Mientras el Ramadán siga siendo un evento central en la vida de los musulmanes, es probable que la figura del musaharati encuentre maneras de reinventarse y perdurar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press