De Uber a Yankee Stadium: la inspiradora historia de J.C. Escarra y su debut en las Grandes Ligas
Del volante al diamante: cómo un ex conductor y maestro suplente llegó al mítico uniforme de los Yankees
En un mundo donde los sueños muchas veces se disuelven ante la realidad, la historia de J.C. Escarra es un recordatorio de que la perseverancia, la pasión y un golpe de suerte pueden cambiar el rumbo de una vida. A sus 29 años, Escarra debutó con los New York Yankees, llevando consigo una historia de esfuerzo que va más allá del diamante.
Una carrera a contracorriente
Escarra, nacido en el área de Miami, fue elegido en la 17ª ronda del draft de la MLB en 2017 por los Orioles de Baltimore, con un bono de $125,000. Su camino parecía prometedor, pero como muchos jugadores de ligas menores, pronto se dio cuenta de lo inestable que puede ser una carrera en el béisbol profesional.
Para 2021, había llegado a Triple-A, pero su contrato fue rescindido al terminar el entrenamiento de primavera en 2022. En lugar de rendirse, decidió continuar jugando en ligas independientes y en el béisbol invernal en Puerto Rico. Pero como muchos peloteros sin contrato, Escarra tuvo que buscar otra forma de sustento.
Entre Uber y clases de arte
En un giro poco habitual para un atleta profesional, J.C. Escarra se convirtió en conductor de Uber, utilizando un Lexus arrendado para completar alrededor de 10 viajes por Miami. No conforme con eso, de enero a abril de 2023, trabajó como maestro suplente en el Doral Academy Preparatory School, donde impartía clases de arte, música y educación física.
"Mi favorita era educación física porque podía estar al aire libre y ver a los chicos practicar béisbol", recordó. En una época donde muchos buscarían excusas, Escarra encontraba oportunidades. Allí compartió campo con Adrian Santana, quien más tarde sería seleccionado en la posición 31 del draft por los Rays de Tampa Bay.
Un vendedor nato
Mientras los cazatalentos iban a ver a Santana, Escarra no perdía el tiempo: "Uno por uno, les decía: ‘Si necesitan un receptor zurdo, aquí estoy’", comentó, aunque ninguno lo fichó. Pero no se desanimó. Continuó su carrera con los Gastonia Honey Hunters de la Atlantic League, luego fue transferido a los Toros de Tijuana, y más adelante a los Algodoneros de Unión Laguna en la Liga Mexicana.
De regreso al sistema MLB
Finalmente, en enero de 2024, escarra recibió la llamada que había esperado años: los Yankees lo contrataron con un contrato de ligas menores. Jugó primero con los Somerset Patriots (Doble-A) y luego con los Scranton/Wilkes-Barre RailRiders (Triple-A). Durante la primavera de 2024, bateó para .302, con tres jonrones y ocho carreras impulsadas en 19 juegos.
La gran noticia
Durante el entrenamiento primaveral, el mánager Aaron Boone lo llamó a su oficina. En una escena grabada por los propios Yankees, Boone le dijo:
"Es difícil hacer esto porque sé que te pusiste en una muy buena posición y has hecho todo lo que se esperaba de ti... Pero, como sabes, tenemos mucha profundidad en la posición de receptor".
Tras una pausa dramática, Boone agregó con una sonrisa: "Nah, te vas a las Grandes Ligas". Escarra lo celebró con carcajadas y aplausos, y luego llamó a su madre, quien rompió en llanto de felicidad.
Un Uber hacia el sueño
El día de su debut, vivió otro momento especial: pidió un Uber Black para ir al Yankee Stadium desde su hotel en Midtown Manhattan. "Fue genial. Nunca había tomado un Uber al Yankee Stadium, fue asombroso ver el estadio desde lejos, cruzar el puente...", contó emocionado.
Al llegar al majestoso clubhouse de los Yankees, afirmó sentirse como si “flotara en una nube”. En lugar de pedir consejos para su estreno, conforme a la tradición, prefirió dar uno: le dio propina a su chofer. Un gesto simple, que refleja su humildad pese a todo lo que ha logrado.
La montaña rusa del béisbol
La historia de Escarra es un ejemplo perfecto del otro lado del béisbol, ese lado fuera de los reflectores. Aunque las estrellas de la MLB ganan millones, miles de jugadores pelean por una oportunidad sobreviviente con salarios de ligas menores que, hasta hace poco, apenas llegaban a 15,000 dólares al año. Solo en 2022 la MLB accedió a mejorar las condiciones económicas de estos peloteros después de intensa presión mediática y legal.
El camino de Escarra también pone en evidencia la importancia de las ligas independientes, como la American Association o la Atlantic League. Estas ligas suelen ser el último bastión para muchos que buscan una segunda oportunidad. Según datos de la MLB, solo el 10% de los jugadores de ligas menores llegan a debutar en Grandes Ligas.
Historias como la suya
Escarra se une a una selecta y entrañable lista de jugadores como José Bautista, quien fue descartado varias veces antes de convertirse en estrella en Toronto, o Chris Coste, autor del libro “The 33-Year-Old Rookie”, que relata su peculiar debut en la MLB a una edad avanzada tras años de anonimato.
No todos están llamados a firmar contratos multimillonarios como Juan Soto o Shohei Ohtani. Algunos luchan por simplemente usar el uniforme de Grandes Ligas una vez. Y para Escarra, eso vale más que cualquier cifra millonaria. "Despertarme esta mañana como jugador de Grandes Ligas, y encima con los Yankees... Significa el mundo para mí", dijo todavía incrédulo.
¿El inicio de algo más grande?
Si bien su permanencia en el roster de los Yankees aún es incierta, el impacto de su historia es innegable. En una era donde los titulares suelen centrarse en estadísticas, contratos y escándalos, Escarra nos recuerda la esencia del deporte: la lucha, la esperanza y la posibilidad de redención.
Mientras el béisbol sigue cambiando con relojes de lanzamiento, revisiones electrónicas y contratos récord, personajes como J.C. Escarra nos reconectan con la humanidad del juego. Y aunque puede que su paso por la MLB sea breve, ya es eterno en el corazón de quienes ven en él algo más que un jugador: un símbolo de resiliencia.
“Si existe un camino, lo encontraré. Si no existe, lo haré”, podría ser el mantra que resumen su viaje… desde un aula de secundaria en Miami hasta la Catedral del Béisbol en el Bronx.