Ron DeSantis enfrenta una insurrección política dentro de su propio partido en Florida

El gobernador, acostumbrado a ejercer su voluntad sin oposición, ahora ve su poder cuestionado por la súper mayoría republicana en la Legislatura estatal.

Un giro inesperado en la política de Florida

Florida ha sido durante años un bastión del conservadurismo bajo el liderazgo de Ron DeSantis. Desde que asumió como gobernador en 2018, DeSantis ha gobernado con una mano firme, utilizando su poder de veto para bloquear proyectos de ley y ejercer un control inusitado sobre la legislatura dominada por los republicanos. Sin embargo, con el fin de su segundo mandato acercándose, el panorama político está cambiando en Tallahassee.

En una serie de movimientos recientes, los legisladores de su propio partido han comenzado a desafiar abiertamente su autoridad. Desde la anulación de vetos hasta la discusión de proyectos de ley que limitan el poder del gobernador sobre las agencias estatales, DeSantis se encuentra en una lucha de poder interna sin precedentes.

La rebelión en la legislatura

Uno de los episodios más marcados de este desafío ocurrió recientemente cuando la Cámara estatal votó para revocar cuatro vetos de DeSantis en el presupuesto, restaurando más de 5 millones de dólares en financiamiento para proyectos locales. Este paso subraya un cambio significativo en la forma en que el Legislativo ve su papel frente al gobernador.

Este no es un evento aislado. En enero, los legisladores también anularon el veto de DeSantis sobre 57 millones de dólares destinados a servicios de apoyo legislativo, algo que no ocurría en Florida desde hacía 15 años. Esto indica un cambio en la balanza de poder dentro del estado, donde los legisladores han decidido reafirmar su independencia.

Un Partido Republicano dividido

Si bien los demócratas han sido críticos con la administración de DeSantis durante años, este nuevo episodio es significativo porque la resistencia proviene desde su propio partido. Líderes republicanos como el presidente de la Cámara, Daniel Perez, han justificado estas acciones como una forma de restaurar el papel institucional de la legislatura.

Perez ha señalado que “el gobierno estatal tiene un problema de gasto” y ha defendido la necesidad de un mayor control sobre los fondos públicos. Además, está impulsando una reducción permanente del impuesto sobre las ventas del 6% al 5.25%, una medida que podría crear fricciones adicionales con el gobernador, quien ha priorizado la reducción de los impuestos sobre la propiedad.

El impacto en las futuras elecciones

Estos enfrentamientos internos tienen implicaciones que van más allá del gobierno estatal. DeSantis, quien alguna vez fue visto como el heredero natural de Donald Trump dentro del Partido Republicano, ha perdido impulso después de su fallida campaña presidencial. Si su autoridad sigue menguando en Florida, esto podría afectar sus oportunidades en futuras elecciones nacionales.

Además, muchos legisladores estatales están considerando sus propias futuras carreras políticas y podrían estar marcando distancia de DeSantis ante una posible reconfiguración del liderazgo republicano a nivel nacional.

¿Qué sigue para DeSantis?

El gobernador aún cuenta con varias herramientas para mantener la disciplina en su partido, incluyendo su sólida base de votantes y su presencia mediática. Sin embargo, si esta resistencia continúa, su legado como líder indiscutible del Partido Republicano en Florida podría estar en riesgo.

Solo el tiempo dirá si DeSantis logra recuperar el control o si esta insurrección legislativa marca el principio del fin de su era de dominio político en el estado. Lo único seguro es que el panorama político en Florida está cambiando de forma inesperada y rápida.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press