El impacto de la moda en los entrenadores de baloncesto universitario

Desde la elegancia clásica hasta la comodidad moderna, los atuendos de los entrenadores en March Madness generan conversación dentro y fuera de la cancha.

La evolución de la vestimenta en los entrenadores

En el baloncesto universitario, los entrenadores se distinguen no solo por sus estrategias y liderazgo, sino también por su vestimenta en la cancha. A lo largo de los años, la evolución del código de vestimenta ha sido notable, con algunos aferrándose a la formalidad mientras otros han optado por la comodidad.

Antes de la pandemia de COVID-19, los entrenadores solían aparecer en los partidos impecablemente vestidos con trajes y corbatas, evocando la imagen de leyendas como John Wooden o Denny Crum. Sin embargo, en la era pospandemia, muchos han optado por un look más relajado con polos y chaquetas deportivas, priorizando la comodidad sobre la presentación elegante.

Figuras icónicas que mantienen la tradición

A pesar de la tendencia hacia atuendos más informales, algunos entrenadores siguen destacándose por su estilo impecable. Uno de los nombres más reconocidos en esta categoría es Rick Pitino, quien, a sus 72 años, mantiene su compromiso con la elegancia en la cancha.

“Es mi preferencia vestirme elegante en lugar de relajarme con la vestimenta,” comentó Pitino, quien ha sido visto en la banca con trajes de diseñador y se robó el espectáculo cuando apareció con un traje blanco Armani en un partido de St. John’s.

Otra figura que sigue esta tradición es Niele Ivey, entrenadora de Notre Dame, quien adquirió su gusto por la vestimenta sofisticada de su mentora Muffet McGraw. “Me hace sentir poderosa y elegante en la cancha,” expresó Ivey sobre su estilo.

Moda y extravagancia en los entrenadores de baloncesto

Por otro lado, algunos entrenadores han convertido la moda en una parte esencial de su presencia en la cancha. Kim Mulkey, de LSU, es un claro ejemplo de ello. Con atuendos llamativos y coloridos, Mulkey se ha convertido en una de las entrenadoras universitarias más esperadas en cuanto a moda. “La gente siempre se pregunta qué llevaré puesto,” comentó Mulkey, cuya elección de atuendos ha generado tanto entusiasmo entre los aficionados como el propio juego.

La entrenadora de South Carolina, Dawn Staley, también ha ganado notoriedad por su sentido del estilo. Recientemente fue vista en primera fila en el desfile de Gucci en la Semana de la Moda de Milán, consolidando su estatus como ícono de moda dentro y fuera de la cancha.

La comodidad como nueva norma

Por otro lado, hay quienes han optado por desterrar los trajes en favor de la comodidad. Bruce Pearl, entrenador de Auburn, ha dejado claro que no volverá a los trajes después de hacer el cambio durante la pandemia. “Piensa en lo que es un traje: una camisa de algodón al 100%, una corbata que te ahoga y un abrigo encima de todo eso… además, sudas en la cancha,” explicó Pearl.

Kelvin Sampson, de Houston, también ha abandonado los trajes y hasta llegó a usar pantalones deportivos en la banca, lo que causó suficiente revuelo para que incluso otros entrenadores lo llamaran la atención. “No me di cuenta de que estaba usando pantalones deportivos hasta que alguien lo mencionó. Pero sinceramente, no me importa,” mencionó Sampson.

Un debate sin respuesta definitiva

La evolución de la vestimenta en los entrenadores de baloncesto universitario ha generado un debate interesante dentro del deporte. ¿Es el código de vestimenta una cuestión de respeto al juego o simplemente una cuestión de comodidad? Mientras figuras como Pitino e Ivey mantienen la elegancia como un pilar de su imagen, otros como Pearl y Sampson han optado por la funcionalidad.

Lo cierto es que el estilo de los entrenadores se ha convertido en un tema de conversación tan entretenido como el March Madness en sí. Ya sea por extravagancia, tradición o comodidad, la moda sigue jugando un papel importante dentro del baloncesto universitario.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press