El auge de la adoración perpetua en la Iglesia Católica
Cómo la práctica de la adoración perpetua está ganando relevancia en comunidades católicas alrededor del mundo
Un renacimiento de la devoción eucarística
En una era donde el ritmo frenético de la vida moderna deja poco espacio para la introspección, un creciente número de católicos está volviendo a la práctica de la adoración perpetua, una devoción centrada en la exposición del Santísimo Sacramento las 24 horas del día. A lo largo de Estados Unidos y en muchos otros países, capillas de adoración eucarística han comenzado a proliferar, ofreciendo a los fieles un refugio de paz y oración continua.¿Qué es la adoración perpetua?
La adoración perpetua consiste en la exposición del Santísimo Sacramento, usualmente en una ostia consagrada dentro de un ostensorio, en un espacio de veneración continua. Los fieles se organizan en turnos para asegurarse de que siempre haya alguien orando y en reverencia ante lo que los católicos creen que es la presencia real de Cristo. Esta práctica tiene raíces en la tradición de la Iglesia desde la Edad Media, cuando la solemnidad del Corpus Christi fue introducida en el siglo XIII para enfatizar la creencia de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Ciudades como Sevilla y Toledo en España han sido históricamente epicentros de grandes procesiones con el Santísimo, y hoy en día, la adoración perpetua sigue siendo una expresión de fe vibrante.El impacto en las comunidades modernas
Parroquias como St. Benedict Catholic Church en Hialeah, Florida, han visto un aumento en la participación desde que instauraron la adoración perpetua. Según Luisa Arguello, coordinadora de la capilla de adoración perpetua de la iglesia, la práctica ha cambiado la vida de muchos fieles. "No me siento igual que cuando empecé. La adoración te lleva a la presencia del Señor", explica Arguello. El padre Yonhatan Londoño, sacerdote de St. Benedict, describe la capilla como "un oasis" para fieles que buscan un momento de comunión con Dios en medio de sus ocupadas vidas. "La oración no es un esfuerzo individual, sino una conexión entre toda la comunidad", enfatiza.Un refugio en tiempos de crisis
Los momentos de crisis han sido catalizadores para la popularización de la adoración perpetua. Durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, muchas parroquias encontraron formas creativas de continuar la práctica. En St. Benedict, el sacerdote anterior salió con el ostensorio en la parte trasera de una camioneta, paseándolo por las calles para que los fieles pudieran contemplarlo desde sus hogares. Esta tradición de llevar el Santísimo a los fieles en momentos de necesidad no es nueva. En el siglo XVI, San Carlos Borromeo en Milán dejó la hostia consagrada expuesta en altares al aire libre durante una plaga, permitiendo que la gente la venerara sin riesgo de contagio.Atracción creciente entre los jóvenes
A pesar de la impresión de que la religión pierde relevancia entre las generaciones jóvenes, los expertos indican que la adoración perpetua es una excepción. "Los jóvenes hoy en día tienen un nivel de ansiedad elevado, y encuentran en la adoración un espacio libre de tecnología donde pueden enfocarse en Cristo", sostiene Timothy O'Malley, director académico del Centro de Liturgia de la Universidad de Notre Dame. En los últimos años, se ha celebrado el Congreso Eucarístico Nacional en los Estados Unidos, reuniendo a miles de peregrinos interesados en redescubrir la centralidad de la Eucaristía en su fe. El Papa Francisco ha promovido iniciativas como las "24 Horas para el Señor" durante la Cuaresma, incentivando a las parroquias a organizar jornadas continuas de oración.El futuro de la adoración perpetua
El crecimiento de estas capillas demuestra que hay una renovada sed de espiritualidad silenciosa y contemplativa en la vida católica. Parroquias de todo el mundo están expandiendo sus horarios de adoración o estableciendo nuevas capillas dedicadas exclusivamente a esta práctica. El Padre Alejandro Rodríguez Artola, párroco de St. Thomas the Apostle en Miami, afirma que la adoración perpetua es un pilar para su comunidad. "Es el ancla que mantiene a la iglesia activa toda la semana, no solo los domingos", señala. Muchas familias incluyen la adoración en su rutina diaria, ya sea antes de la escuela o después del trabajo. Para los fieles como Lastenia Vivas, quien tiene un turno de adoración de medianoche a 1 a.m., la experiencia es incomparable: "A veces llego cansada, pero la paz que se siente aquí es única". Desde las angustiadas calles de una ciudad moderna hasta los silenciosos pasillos de una capilla en la madrugada, la adoración perpetua sigue transformando la vida de aquellos que buscan una conexión más profunda con su fe. Este artículo fue redactado con información de Associated Press