Los niños amputados de Gaza: la infancia marcada por la guerra
Miles de niños palestinos han perdido extremidades debido a los bombardeos israelíes, enfrentando un futuro incierto en un territorio devastado por la guerra.
La tragedia de los niños amputados
En Gaza, la guerra ha dejado una marca irreversible en las vidas de miles de niños. Entre el caos de las explosiones, los constantes desplazamientos y la desesperación, una imagen se repite: la de niños que han perdido extremidades debido a los bombardeos. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Gaza alberga ahora la “mayor cohorte de niños amputados en la historia moderna”.
Se estima que entre 3,000 y 4,000 niños han sufrido amputaciones desde el comienzo del conflicto en octubre de 2023. El acceso a prótesis y rehabilitación es limitado, lo que deja a estos menores en una situación de extrema vulnerabilidad.
Un sistema de salud colapsado
El sistema de salud en Gaza ha sido duramente golpeado por la guerra. Antes del conflicto, los hospitales ya enfrentaban una grave falta de suministros médicos debido al bloqueo israelí. La situación se ha vuelto aún más crítica, con médicos forzados a tomar decisiones devastadoras, como amputar extremidades por infecciones que, en condiciones normales, habrían sido fácilmente tratables.
En septiembre de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que hasta 17,500 personas, incluyendo niños y adultos, han sufrido lesiones graves en sus extremidades, dejándolos en necesidad urgente de tratamiento especializado.
El impacto psicológico en los niños
Además de las heridas físicas, los traumas psicológicos que enfrentan los niños son incalculables. Muchos han perdido a sus padres y familiares en los bombardeos. Sila Abu Aqlan, de cinco años, perdió a su madre, su padre y sus hermanas en un ataque aéreo en diciembre de 2023. Su pierna quedó gravemente quemada y tuvo que ser amputada después de semanas de dolor insoportable.
Su tía, Yasmine al-Ghofary, relata que la pequeña muchas veces observa a otras niñas correr y jugar, intentando seguirlas con un caminador, solo para terminar cayendo al suelo. “Ella dice: ‘¿Por qué estoy así? ¿Por qué no soy como ellas?’”.
Muertes y heridas en cifras
El Ministerio de Salud de Gaza ha reportado la muerte de más de 15,000 niños durante la ofensiva israelí. Entre ellos, cerca de 5,000 eran menores de seis años, incluyendo 876 bebés que no habían cumplido un año de vida.
En términos generales, más de 50,000 palestinos han perdido la vida y más de 113,000 han resultado heridos desde el inicio del conflicto, según datos de la misma fuente.
El veto a la ayuda humanitaria
Durante una tregua temporal en enero de 2024, organizaciones como Medical Aid for Palestine (MAP) lograron ingresar más prótesis, sillas de ruedas y dispositivos ortopédicos. Sin embargo, solo cubrieron el 20% de la demanda, según Loay Abu Saif, director del programa.
Desde el 2 de marzo, Israel volvió a bloquear la entrada de suministros médicos, alimentos y combustible. Con la reanudación de los bombardeos, las cifras de amputados continúan aumentando sin ninguna garantía de atención médica adecuada.
La vida con una prótesis en Gaza
Para los niños que logran recibir una prótesis, la vida sigue siendo un desafío. Moath Abdelaal, de 13 años, perdió una pierna en un ataque en Rafah en mayo de 2024. Tras ser desplazado a un campamento de tiendas de campaña, enfrentó complicaciones adicionales que llevaron a una segunda amputación más arriba de la cadera.
“Se ha vuelto muy difícil para él moverse con muletas entre los escombros”, explica su padre. “Desde que supo que varios de sus amigos murieron, su estado psicológico ha empeorado”.
Acceso limitado a la rehabilitación
El Centro de Prótesis y Polio de Gaza ha intentado ayudar a los heridos, pero enfrenta enormes restricciones debido a la falta de materiales y el bloqueo israelí a los componentes necesarios para fabricar prótesis.
Mahmoud Shalabi, representante de MAP, asegura que se necesitan urgentemente sillas de ruedas, con 50 a 60 personas por día solicitándolas solo en el norte de Gaza.
Una esperanza en el extranjero
Para algunos, la única esperanza es recibir tratamiento en el extranjero. Sin embargo, las evacuaciones médicas han sido limitadas, con apenas unas pocas docenas de pacientes saliendo de Gaza diariamente. Se estima que al menos 13,000 personas están esperando su turno para salir.
Asmaa al-Nashash, madre de Abdulrahman, un niño de 11 años que perdió una pierna mientras vendía productos en un refugio de la ONU, ruega que su hijo pueda ser tratado en otro país.
“Desde el ataque, pasa horas solo jugando en mi teléfono porque no puede correr ni jugar fútbol como el resto de los niños”, relata. “Algunos niños lo molestan, llamándolo ‘el niño de una sola pierna’. Me parte el alma verlo así y no poder hacer nada por él”.