Hank Steinbrecher: El hombre que ayudó a resucitar el fútbol en EE.UU.

El ex secretario general de la USSF dejó un legado imborrable en el fútbol estadounidense

Hank Steinbrecher, una de las figuras más influyentes en el desarrollo del fútbol en Estados Unidos, falleció a los 77 años en su hogar de Tucson, Arizona. Su trabajo dentro de la Federación de Fútbol de EE.UU. (USSF) dejó una huella imborrable, ayudando a transformar el país en un participante serio en la escena internacional del balompié.

El desafío de revitalizar el fútbol en EE.UU.

Cuando Steinbrecher fue contratado como secretario general y director ejecutivo en noviembre de 1990, el fútbol en Estados Unidos estaba en crisis. La selección masculina acababa de regresar a una Copa del Mundo tras cuarenta años de ausencia, pero su actuación en Italia 1990 fue desalentadora: quedó en el puesto 23 de 24 equipos participantes. Además, la USSF estaba en una situación financiera difícil que la obligó a trasladar su sede desde el Empire State Building de Nueva York hasta Colorado Springs, donde se encontraba el Comité Olímpico de EE.UU.

Pero Steinbrecher no se amilanó ante el reto. Con el respaldo del entonces presidente de la USSF, Alan Rothenberg, tomó decisiones arriesgadas y estratégicas que pusieron los cimientos del crecimiento del fútbol en el país.

Un camino de crecimiento y éxito

Bajo su liderazgo, la USSF trasladó nuevamente su sede, esta vez a Chicago, donde estableció oficinas en dos mansiones rehabilitadas. Su equipo de trabajo pasó de unas cuantas decenas de empleados a más de 100 al momento de su retiro en el año 2000. Durante su gestión, Estados Unidos recibió por primera vez la organización de una Copa del Mundo masculina en 1994, evento que marcó un antes y un después en la historia del fútbol en el país.

Bajo su mandato, el fútbol femenino también tomó gran relevancia. En 1991, Estados Unidos ganó la primera Copa del Mundo Femenina. Luego, obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y otra Copa del Mundo en 1999, un torneo especialmente simbólico por haberse disputado en casa y por la icónica imagen de Brandi Chastain celebrando con su camiseta en la mano tras anotar el penal decisivo.

Un legado que sigue vigente

Steinbrecher también jugó un papel fundamental en la profesionalización del fútbol en Estados Unidos. Su gestión ayudó al desarrollo de la Major League Soccer (MLS), que inició en 1996 con la intención de profesionalizar el deporte en el país y asegurar su crecimiento a lo largo del tiempo.

Aunque el fútbol masculino todavía tiene mucho camino por recorrer para alcanzar la élite mundial, el trabajo de Steinbrecher fue crucial para cimentar la infraestructura y cultura futbolística esenciales para el desarrollo del deporte.

Más allá del fútbol

Steinbrecher no solo se destacó como administrador. Fue futbolista, entrenador y un apasionado promotor del deporte. Originario de Nueva York, formó parte del equipo campeón nacional universitario en 1970 con el Davis & Elkins College y posteriormente obtuvo una maestría en educación en la Universidad de West Virginia. Su labor como entrenador lo llevó a estaciones como Warren Wilson College, Appalachian State y la Universidad de Boston.

En honor a su contribución al fútbol en Warren Wilson, la escuela nombró su estadio de fútbol y lacrosse en su honor en 2020.

Un pionero del fútbol en EE.UU.

Aunque su fallecimiento es una pérdida para el mundo del fútbol, su legado continúa en la infraestructura y la pasión que ahora rodea el balompié en Estados Unidos. Sin él, el fútbol en el país posiblemente no estuviera en la posición actual, con una liga profesional establecida, una selección femenina dominante y una masculina que compite constantemente en torneos internacionales.

Hank Steinbrecher será recordado no solo como un visionario, sino como un hombre que cambió el destino del fútbol en los Estados Unidos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press