Arma Sónica en Serbia: ¿Represión o Conspiración?
El misterioso sonido que desató el pánico en Belgrado y la polémica sobre el posible uso de un arma acústica contra manifestantes.
El sonido del pánico
El pasado 15 de marzo de 2025, la ciudad de Belgrado fue testigo de un episodio intrigante que dejó más preguntas que respuestas. Durante una protesta masiva contra el gobierno del presidente Aleksandar Vucic, un sonido desconocido provocó el pánico entre los manifestantes. Lo que estaba destinado a ser una marcha pacífica se convirtió en una huida caótica.
Ivana Ilic Sunderic, una de las participantes, contó su experiencia: “Era un sonido bajó pero extraño, como si estuviera rodando hacia nosotros. Luego, la gente empezó a correr asustada”. No fue la única que lo notó; cientos de personas reportaron lo mismo.
¿Se usó un arma acústica?
Más allá de la confusión y el caos, lo que generó más revuelo fueron las acusaciones de que se había utilizado un arma sónica contra la multitud. Se sospecha del Long Range Acoustic Device (LRAD), un dispositivo de origen estadounidense que emite ondas de sonido dirigidas, capaces de provocar mareos, desorientación y daños en el oído.
Los expertos han señalado que este tipo de armas ha sido usado en otros contextos, como en acciones militares, disuasión contra piratas en el Golfo de Adén y control de manifestaciones. Su implementación en entornos urbanos ha sido ampliamente criticada por defensores de derechos humanos.
Negación oficial y contradicciones
El gobierno serbio, en un primer momento, negó poseer dicho dispositivo. Sin embargo, días después, aparecieron fotos de un vehículo policial con un LRAD montado, lo que desató una serie de explicaciones inconsistentes por parte de las autoridades.
El presidente Vucic rechazó categóricamente las acusaciones: “Si hubiera una sola prueba de que se usó un cañón de sonido contra la gente, yo ya no sería presidente”. Pero la desconfianza pública sigue aumentando.
Los efectos en los manifestantes
Tras la protesta, más de 4,000 personas reportaron síntomas como mareos, náuseas, presión en los oídos y dolor de cabeza. Sasa Cvrkovic, un estudiante de 23 años, describió la sensación como “un avión que pasó a toda velocidad, pero invisible”. Su testimonio se suma al de muchos otros que aseguran haber experimentado secuelas físicas y psicológicas tras el evento.
Además, se han reportado presiones a personal médico para desalentar la emisión de informes que confirmen el daño causado por este incidente, lo que sugiere un intento de encubrimiento.
Repercusiones internacionales
La comunidad internacional ha exigido una investigación independiente. Organismos como Naciones Unidas y el Consejo de Europa han recibido solicitudes formales para determinar si realmente se empleó un arma sónica contra civiles.
Mientras tanto, el gobierno serbio ha invitado al FBI y al FSB ruso a investigar el suceso. Sin embargo, muchos creen que estas agencias podrían no ser imparciales y que una evaluación externa sería más fiable.
¿Represión brutal o paranoia colectiva?
El debate sigue abierto. Algunos analistas aseguran que el sonido fue una coincidencia o una falla técnica, mientras que otros están convencidos de que se trató de una táctica de represión gubernamental.
La verdad es que, con el creciente autoritarismo en Serbia y las numerosas protestas contra Vucic, la posibilidad de que su administración haya recurrido a medios extremos para mantener el control no parece tan descabellada. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era de armas de control social? Solo el tiempo y una investigación transparente lo dirán.