Greenlandia y el resurgimiento de sus tradiciones inuit: un acto de resistencia cultural
Los inuit están recuperando su identidad ancestral a través de tatuajes, tambores y espiritualidad, desafiando siglos de opresión cultural.
Un regreso a las raíces
En un estudio en Nuuk, la capital de Groenlandia, Aviaja Rakel Sanimuinaq se sienta sobre la piel de un oso polar cazado por su familia. Su rostro está adornado con tatuajes inuit tradicionales, símbolos de una herencia cultural que durante siglos fue reprimida por colonizadores europeos y misioneros cristianos. Hoy, Aviaja forma parte de un movimiento creciente de groenlandeses que están restaurando sus tradiciones ancestrales.
Esta revalorización cultural no es meramente simbólica; representa un acto de resistencia contra la asimilación forzada y el desplazamiento cultural que sufrió el pueblo inuit desde la colonización danesa en el siglo XVIII.
El impacto de la colonización y la cristianización
Históricamente, los inuit habitaron una de las regiones más inhóspitas del planeta, dependiendo de la caza de focas, ballenas y osos polares para sobrevivir. Sus creencias animistas sostenían que todos los elementos naturales poseían un espíritu digno de respeto. Sin embargo, la llegada de misioneros cristianos en el siglo XVIII marcó el inicio de la supresión de estas prácticas. El tambor inuit, conocido como qilaat, vital para ceremonias y resolución de conflictos mediante duelos rítmicos, fue prohibido. Asimismo, los tatuajes faciales inuit, llamados tunniit, fueron estigmatizados como prácticas paganas.
«Los misioneros confiscaron los tambores y calificaron los tatuajes como una profanación de la creación de Dios», explica Asta Mønsted, profesora de historia inuit en la Universidad de California, Berkeley. Durante generaciones, muchos inuit ocultaron sus tatuajes y evitaron hablar de sus antiguas creencias.
Un renacer cultural
Sin embargo, en los últimos años, la espiritualidad, las tradiciones artísticas y los tatuajes inuit han resurgido con fuerza entre los groenlandeses jóvenes. Este movimiento es impulsado por una fuerte necesidad de reafirmación cultural y política, en un contexto donde la independencia de Groenlandia respecto a Dinamarca es un tema de intensos debates.
Aviaja, quien se describe como angakkoq (chamán), ofrece sesiones de sanación basadas en la espiritualidad inuit en su estudio en Nuuk. «Nuestra cultura es muy espiritual... Quiero traer eso de vuelta», afirma. Su estudio está decorado con calaveras de focas, plumas de cuervo y hierbas medicinales, todos elementos utilizados en ceremonias ancestrales.
Junto con la espiritualidad, la música y la danza inuit también están viviendo una notable revitalización. La cantante groenlandesa Naja Parnuuna usa su música para celebrar sus raíces. «Crecí sintiendo que era más ‘cool’ ser danés y hablar danés. Pero ahora veo el valor de nuestra cultura inuit y quiero ser parte de ese movimiento», señala.
El simbolismo de los tatuajes inuit
Los tunniit representan un vínculo ancestral que ha resistido la asimilación cultural. Tradicionalmente, las mujeres inuit se tatuaban al llegar a la pubertad o después de dar a luz, creyendo que los diseños ofrecían protección contra enfermedades y espíritus malignos.
Durante décadas, estas marcas fueron rechazadas y las mujeres con tatuajes enfrentaron discriminación. Sin embargo, en la actualidad, cada vez más jóvenes groenlandeses están retomando este arte. «Cuando veo a alguien con un tatuaje inuit, siento una conexión instantánea», dice Therecie Sanimuinaq Pedersen, madre de Aviaja, quien recientemente decidió tatuarse como su abuela.
El tambor y la justicia inuit
El qilaat no solo era un instrumento musical sino también una herramienta de resolución de conflictos. En la sociedad inuit precolonial, los duelos de tambores servían para resolver disputas sin violencia: los oponentes utilizaban canciones y movimientos exagerados para presentar su caso ante la comunidad, que con su risa determinaba al ganador.
Markus Olsen, ex pastor luterano, fue despedido en 2022 tras permitir el uso del qilaat durante un servicio en la catedral de Nuuk. Para él, el tambor inuit debe recuperar su lugar como símbolo de identidad y resistencia espiritual.
Hacia una nueva Groenlandia
El resurgimiento de las tradiciones inuit está ligado a un movimiento por la independencia de Groenlandia. Muchos ven en la restauración cultural un paso clave para afirmar su soberanía. A través de los tambores, tatuajes y prácticas espirituales, los groenlandeses están reescribiendo su historia y redescubriendo su identidad.
«No tenemos que estar en silencio nunca más», concluye Aviaja. «Ahora tenemos más libertad para expresarnos, para reconectar con lo que siempre ha sido nuestro».