Sudán y el equilibrio de poder: la reconquista del Palacio Republicano

El ejército de Sudán ha retomado el Palacio Republicano en Jartum, un punto clave en la guerra civil que ha devastado al país desde 2023.

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Una guerra que se acerca a un nuevo capítulo

Desde abril de 2023, Sudán ha sido escenario de una cruel guerra civil entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Tras casi dos años de combates intensos, el conflicto ha dejado más de 28,000 muertos y ha obligado a más de 14 millones de personas a huir de sus hogares. La situación humanitaria es crítica, con reportes de hambruna en diversas zonas del país.

El simbólico regreso del Palacio Republicano

El ejército sudanés anunció que ha logrado recuperar el control del Palacio Republicano en Jartum, el último bastión de las RSF en la capital y un edificio emblemático en la historia del país. Este suceso marca un punto de inflexión en la guerra y refuerza la posición del general Abdel-Fattah Burhan, líder del ejército, quien ha logrado avances constantes en los últimos meses.

Imágenes en redes sociales mostraron a soldados celebrando dentro del complejo, mientras que videos confirmaron la presencia del ejército en las instalaciones, visiblemente dañadas por los combates.

¿Significa el fin del conflicto?

Aunque la recuperación del Palacio Republicano representa un hito importante, no significa el fin de la guerra. Las RSF, lideradas por el general Mohamed Hamdan Dagalo, siguen controlando vastas regiones de Sudán, principalmente en el oeste del país, incluyendo gran parte de Darfur. Además, continúan los enfrentamientos en otras ciudades estratégicas, como al-Maliha.

La división de Sudán en dos gobiernos

La lucha entre el ejército y las RSF ha llevado a la formación de dos gobiernos paralelos. En febrero de 2024, las RSF y sus aliados firmaron un acuerdo en Nairobi para crear una administración propia, lo que refuerza la división efectiva del país en dos áreas de control. Mientras tanto, Burhan ha manifestado su intención de establecer un gobierno de transición, elevando las tensiones políticas y militares.

Crímenes de guerra y genocidio

Tanto el ejército sudanés como las RSF han sido acusados de cometer abusos contra los derechos humanos. Durante la crisis, la administración de Joe Biden calificó las acciones de las RSF como genocidio, acusándolos de llevar a cabo ataques sistemáticos contra comunidades étnicas en Darfur.

Por otro lado, el ejército sudanés también ha sido señalado por ataques indiscriminados contra civiles. La guerra ha traído consigo una escalada de violencia que recuerda a los crímenes cometidos durante el régimen de Omar al-Bashir, quien enfrenta cargos en la Corte Penal Internacional por el genocidio en Darfur a inicios de los 2000.

El futuro incierto de Sudán

Con la guerra lejos de terminar, Sudán enfrenta un panorama incierto. La fragmentación del país en múltiples facciones armadas y la ausencia de esfuerzos sostenidos para la paz podrían prolongar el conflicto por años. La comunidad internacional, hasta ahora, ha intervenido de manera limitada, dejando a los sudaneses sin un camino claro hacia la estabilidad.

Mientras tanto, millones de personas siguen atrapadas en una crisis humanitaria sin precedentes, con el hambre y el desplazamiento forzoso como amenazas diarias.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press