Los misterios y leyendas paranormales del Parlamento de Nueva Zelanda
Un recorrido por la historia gótica, los relatos de fantasmas y los eventos inexplicables que envuelven el Parlamento en Wellington.
Un Parlamento con un pasado sombrío
El Parlamento de Nueva Zelanda, ubicado en Wellington, no solo es el epicentro del poder político del país, sino también el escenario de múltiples relatos fantasmagóricos, tragedias históricas y apariciones inexplicables. Dentro de sus muros góticos, las sombras del pasado parecen cobrar vida en los testimonios de guardias nocturnos, bibliotecarios y personal del recinto. Algunas de estas historias han sido transmitidas de generación en generación, convirtiéndose en parte del folclore neozelandés.
Tour tenebroso: una nueva forma de revivir el pasado
Recientemente, el Parlamento ha abierto sus puertas a un peculiar recorrido nocturno que sumerge a los visitantes en una experiencia espeluznante, guiados por expertos vestidos con trajes de la época victoriana. A través de estos tours, los asistentes conocen relatos sobre muertes misteriosas, extraños ruidos en pasillos desiertos y figuras espectrales que se aparecen en espejos y ventanas. La ambientación, la música lúgubre y las historias narradas con dramatismo convierten el recorrido en una experiencia inolvidable para quienes buscan un poco de adrenalina.
Una biblioteca marcada por la tragedia
De todas las edificaciones del complejo parlamentario, la biblioteca es quizás la más tenebrosa. Construida en el siglo XIX, ha sufrido incendios, inundaciones y hasta una invasión de gatos salvajes. Pero lo que realmente inquieta a quienes trabajan allí no es la historia documentada, sino los murmullos inexplicables, los libros que caen sin motivo y la figura de un hombre en ropajes antiguos que ha sido vista en múltiples ocasiones, pero que desaparece al ser observado directamente.
Fantasmas de políticos y cráneos robados
Uno de los relatos más impactantes es el del político William Larnach, quien en 1898 se quitó la vida en uno de los despachos parlamentarios, atormentado por problemas económicos y familiares. Se dice que su espíritu sigue vagando por el edificio y que su energía aún se siente en las habitaciones donde pasaba largas horas. Lo más intrigante de esta historia es que su cráneo desapareció durante décadas, hasta que un estudiante universitario lo devolvió en 1972, confesando que había sido un objeto de culto en su dormitorio.
El epicentro del misterio: el sótano del Parlamento
Otro punto crucial en los relatos paranormales es el sótano del Parlamento. Entre bajos techos y corredores estrechos, incluso los más escépticos admiten sentir escalofríos al caminar por estos pasillos. Las leyendas urbanas hablan de puertas que se abren solas, manos espectrales emergiendo de los estantes de los archivos y un canto lejano que resuena en los baños vacíos.
Una experiencia perturbadora para los visitantes
Los testimonios de quienes han realizado el recorrido paranormal varían desde el asombro hasta el miedo absoluto. Holly Masters, una visitante, expresó: “Fue mucho más perturbador de lo que esperaba. No imaginaba que hubiera tantas muertes vinculadas a este lugar”. Otros, como Sally Giles, destacan la riqueza histórica del tour y la forma en que permite conocer el pasado desde una perspectiva poco convencional.
¿Pura sugestión o algo más?
Los más incrédulos argumentan que este tipo de recorridos crean una atmósfera que induce al miedo, llevando a las personas a percibir fenómenos inexistentes. No obstante, los guardias de seguridad y empleados nocturnos sostienen que ciertas experiencias van más allá de toda explicación. “En las mañanas cuando abro la ruta de los tours, siempre siento una sensación extraña, como si alguien me estuviera observando”, confiesa Lisa Brand, una de las guías del recorrido.
Sin importar si se trata de autosugestión o de verdaderos eventos paranormales, el Parlamento de Nueva Zelanda sigue alimentando leyendas y atrayendo a quienes buscan una experiencia fuera de lo común. Con un legado lleno de historia, tragedia y misterio, este recinto político demuestra que hasta los gobiernos pueden tener secretos ocultos en sus pasillos más oscuros.