La prohibición de ingreso a EE.UU. para Cristina Fernández: ¿Justicia o estrategia política?

El Departamento de Estado estadounidense ha vetado el ingreso de la ex presidenta argentina, acusándola de corrupción, pero ¿hay más tras esta decisión?

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Un golpe diplomático contra Cristina Fernández

El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha prohibido la entrada de la ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, acusándola de estar involucrada en “corrupción significativa” durante su mandato. Junto a ella, también ha sido sancionado su ex ministro de Planificación, Julio Miguel De Vido, y sus familias.

Según el comunicado oficial del secretario de Estado, Marco Rubio, ambos ex funcionarios “abusaron de sus posiciones orquestando y beneficiándose económicamente de múltiples esquemas de sobornos en contratos de obras públicas, lo que resultó en millones de dólares robados del gobierno argentino”.

El trasfondo legal: condenas y apelaciones

Cristina Fernández ya enfrenta una condena en Argentina. En noviembre de 2023, un tribunal ratificó una sentencia de seis años de prisión y una inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos. La ex mandataria había sido encontrada culpable en 2022 por una maniobra de fraude en contrataciones de obras públicas durante su gestión.

Pese a la ratificación, Fernández no se encuentra en prisión, ya que todavía mantiene vigentes distintos recursos de apelación dentro del sistema judicial argentino.

Motivaciones políticas detrás de la prohibición

Más allá del aspecto judicial, la decisión del gobierno estadounidense genera interrogantes. Estados Unidos ha manifestado en diversas ocasiones su preocupación por la corrupción en América Latina, pero la prohibición de acceso a EE.UU. a Fernández también podría ser interpretada como una jugada política.

El analista Gustavo Segré señala: “Resulta curioso que esta medida se tome justamente en un momento en el que Argentina reconfigura sus relaciones internacionales y se aleja de ciertos aliados tradicionales”. Una hipótesis sugiere que este acto puede estar vinculado con la postura del actual gobierno argentino en temas de comercio y su política exterior.

Reacciones en Argentina

El anuncio del Departamento de Estado no ha pasado desapercibido en la política argentina. Mientras la oposición ve la medida como una confirmación de los actos de corrupción de Fernández, los sectores cercanos a la ex mandataria denuncian una persecución política orquestada por Washington.

En redes sociales, el hashtag #CristinaPerseguida ha sido tendencia, con adherentes que defienden su legado y acusan a Estados Unidos de inmiscuirse en la política nacional. En contraste, otros sectores políticos han utilizado la noticia como un argumento para reforzar la necesidad de continuar con reformas judiciales.

Un precedente en América Latina

Este tipo de sanciones no son nuevas para Estados Unidos. En el pasado, han aplicado restricciones similares contra políticos latinoamericanos, incluyendo líderes de Venezuela, Nicaragua y Guatemala.

Sin embargo, esta es la primera vez que la medida afecta a una figura de tanto peso dentro de la política argentina, lo que refuerza la percepción de que la administración estadounidense apuesta por una postura más dura contra gobiernos pasados con historial de corrupción.

¿Qué impacto tendrá esto?

Si bien la prohibición de ingreso a EE.UU. no implica consecuencias judiciales directas en Argentina, sí tiene un impacto simbólico. En el plano diplomático, podría influir en las relaciones entre ambos países y ser utilizada políticamente tanto por detractores como por defensores de Fernández para fortalecer sus respectivas narrativas.

El tiempo dirá si esta medida es simplemente una declaración simbólica o si forma parte de una estrategia más amplia de presión a nivel regional.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press