La creciente tensión en el Mar de China Meridional: EE.UU. refuerza su alianza con Filipinas
El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, visitará Manila en un contexto de creciente agresión china en la región.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, se prepara para su primera visita a Filipinas los días 28 y 29 de marzo, marcando así el inicio de su primer viaje por la región del Indo-Pacífico. Su visita llega en un momento crítico de la relación entre Manila y Pekín, ya que las tensiones en el Mar de China Meridional han alcanzado niveles preocupantes.
Contexto geopolítico: la pugna por el Mar de China Meridional
El Mar de China Meridional es una de las regiones más disputadas del mundo. China reclama casi la totalidad del área, mientras que otros países como Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también tienen reclamos sobre distintas partes de estas aguas ricas en recursos. Los enfrentamientos entre las fuerzas navales y guardacostas chinas y filipinas han aumentado en los últimos años, generando alarma en la comunidad internacional.
En este contexto, la administración de Donald Trump ha mostrado un renovado interés en fortalecer la cooperación militar con Filipinas. Según el embajador filipino en EE.UU., Jose Manuel Romualdez, la visita de Hegseth enviará un “mensaje fuerte a China” sobre la solidez de las relaciones entre Washington y Manila.
El Tratado de Defensa Mutua de 1951 y su importancia actual
Uno de los principales puntos de la reunión entre Hegseth y su homólogo filipino, Gilberto Teodoro, será la reafirmación del compromiso estadounidense con el Tratado de Defensa Mutua de 1951. Este tratado establece la obligación de EE.UU. de defender a Filipinas en caso de un ataque armado.
En los últimos años, el tratado ha cobrado más relevancia debido a las agresivas maniobras de China en la región. Durante la administración de Joe Biden, EE.UU. advirtió repetidamente que cualquier ataque contra fuerzas filipinas en el Mar de China Meridional activaría sus compromisos bajo el tratado. Ahora, con Hegseth al frente del Pentágono, se espera que la política de EE.UU. mantenga una postura de disuasión similar.
¿Cómo ha reaccionado China?
China, por su parte, ha rechazado enfáticamente la participación de EE.UU. en lo que considera una “disputa asiática”. Pekín ha insistido en que Washington debe abstenerse de realizar acciones que puedan desestabilizar la región. Sin embargo, las incursiones de las fuerzas chinas en aguas tradicionalmente patrulladas por Filipinas han generado indignación y han llevado a Manila a buscar un respaldo más enérgico de EE.UU.
La creciente militarización de la zona por parte de China, incluyendo la construcción de islas artificiales con bases militares, ha sido vista por muchos como una amenaza directa a la soberanía de sus vecinos. Como respuesta, Filipinas y otros países han fortalecido sus lazos de defensa con Estados Unidos, Australia y Japón.
Filipinas busca mayor apoyo militar de EE.UU.
Durante la próxima visita de Hegseth, Manila espera obtener una mayor asistencia militar por parte de la administración Trump. Según Romualdez, la ayuda podría incluir el suministro de nuevos equipos militares, asistencia logística y ampliación de los ejercicios conjuntos ya programados entre ambas naciones.
Estados Unidos y Filipinas realizan regularmente ejercicios militares conjuntos como parte de su cooperación en defensa. Estos ejercicios han sido clave en la modernización de las Fuerzas Armadas de Filipinas, las cuales continúan luchando por mejorar sus capacidades en la defensa marítima.
El impacto en la región
La visita de Hegseth y el refuerzo de la alianza entre EE.UU. y Filipinas podrían cambiar la dinámica en la región. Mientras China busca consolidar su presencia militar en el Mar de China Meridional, Washington parece estar decidido a garantizar que sus aliados en el Indo-Pacífico no queden desprotegidos ante presiones externas.
Analistas internacionales han señalado que la relación entre EE.UU. y Filipinas servirá como un barómetro para la futura estabilidad en la región. Si la cooperación militar entre ambos países sigue fortaleciéndose, China podría verse obligada a repensar su estrategia expansionista.
En definitiva, la llegada de Hegseth a Manila no solo ratifica el compromiso estadounidense con Filipinas, sino que también refuerza el mensaje de que Washington no cederá terreno en el Indo-Pacífico ante las crecientes ambiciones de China.