Ron DeSantis y su Cruzada Contra las 'Ciudades Santuario' en Florida
El gobernador de Florida amenaza con suspender a funcionarios que no cooperen con las políticas de inmigración del estado
Un nuevo frente en la lucha contra la inmigración
Ron DeSantis, gobernador de Florida, ha vuelto a tomar una postura firme contra las llamadas “ciudades santuario”. En un foro sobre inmigración en Sarasota, acompañado por Tom Homan, ex jefe de la patrulla fronteriza de la administración Trump, DeSantis dejó claro que su administración tomará medidas drásticas contra los gobiernos locales que no colaboren con las autoridades migratorias federales.
La advertencia de DeSantis surgió apenas días después de que el fiscal general del estado, James Uthmeier, presionara a la ciudad de Fort Myers para que aprobara un acuerdo de cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Este acuerdo permitiría a los oficiales de policía locales interrogar a inmigrantes bajo su custodia y retenerlos hasta su posible deportación.
La negativa de Fort Myers y las repercusiones políticas
El Ayuntamiento de Fort Myers rechazó el acuerdo alegando preocupaciones sobre perfilamiento racial y su posible impacto negativo en la comunidad. Sin embargo, Uthmeier insistió en que la ciudad podría estar violando la ley estatal que prohíbe la existencia de “ciudades santuario” en Florida. En una carta enviada al gobierno local, advirtió que se requerían acciones correctivas inmediatas.
DeSantis ha mostrado en múltiples ocasiones su voluntad de remover funcionarios electos que no se alinean con su agenda. En el pasado, destituyó a los fiscales demócratas Monique Worrell y Andrew Warren por desacuerdos sobre la aplicación de leyes estatales.
Inmigración y política: una estrategia electoral
El enfoque de DeSantis con respecto a la inmigración no es incidental. Su estrategia se alinea con la retórica del Partido Republicano de endurecer las políticas migratorias, un tema clave en la política estadounidense actual. De hecho, Florida es uno de los estados donde el gobernador ha implementado algunas de las leyes más estrictas contra la inmigración ilegal.
Recientemente, varias agencias del orden en Florida firmaron acuerdos con ICE para interrogar, arrestar y entregar a inmigrantes sospechosos de estar en el país de manera ilegal. Esto demuestra el claro interés de la administración de DeSantis en hacer de Florida un estado hostil para los inmigrantes sin estatus legal.
Impacto en la comunidad inmigrante
Las organizaciones de derechos de los inmigrantes han expresado su preocupación sobre estas políticas, argumentando que convierten a la policía local en una extensión del servicio migratorio y crean un clima de temor entre las comunidades inmigrantes. Además, aseguran que dichas medidas pueden disuadir a los inmigrantes de denunciar delitos por miedo a ser detenidos y expulsados del país.
“Estas tácticas generan ansiedad y desconfianza entre la comunidad inmigrante”, afirmó Mariela Hernández, abogada de inmigración con sede en Miami. “En última instancia, esto afecta la seguridad pública porque las víctimas de delitos temen acudir a la policía.”
¿Hacia dónde se dirige Florida?
Es evidente que DeSantis ha convertido la lucha contra la inmigración ilegal en una de sus principales banderas políticas. Mientras aspira a consolidar su legado en Florida y su influencia dentro del Partido Republicano, su gobierno seguirá presionando a los municipios para que cumplan con sus estrictas políticas migratorias.
El futuro de Fort Myers y otras ciudades que podrían enfrentar represalias por oponerse a estas medidas sigue siendo incierto. No obstante, lo que sí está claro es que la batalla entre gobiernos locales y el estado de Florida en torno a la inmigración continuará en los próximos meses.