Operación Caza del Zorro: ¿Justicia o represión transnacional?

El caso de Quanzhong An y el controversial programa chino para la repatriación forzada de ciudadanos.

El gobierno chino ha sido acusado en múltiples ocasiones de utilizar su programa de repatriación, conocido como ‘Operación Caza del Zorro’, para intimidar y forzar el regreso de ciudadanos que residen en el extranjero. En Estados Unidos, este tema ha generado gran polémica, sobre todo en casos como el de Quanzhong An, un empresario inmobiliario sentenciado a prisión por actuar como agente ilegal de China.

¿Qué es la Operación Caza del Zorro?

Desde 2014, el gobierno chino ha puesto en marcha esta operación con el objetivo de localizar y devolver a ciudadanos acusados de corrupción o de otros delitos financieros. Según Pekín, la iniciativa busca combatir el crimen y recuperar activos desviados al extranjero. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos y diversas organizaciones de derechos humanos ven esta campaña como un intento de ejercer represión transnacional sobre disidentes y opositores políticos.

El caso de Quanzhong An

Quanzhong An, un ciudadano chino y residente legal en EE.UU., participó en un esfuerzo de Beijing para presionar a un expatriado a regresar a China. Según los fiscales estadounidenses, An intimidó a la familia del objetivo, organizó reuniones secretas y ejerció presión con el fin de asegurar su repatriación involuntaria.

En 2020, An fue acusado y posteriormente se declaró culpable de actuar como un agente extranjero sin notificar al gobierno de EE.UU. Fue condenado a una pena de 20 meses de prisión, de los cuales ya ha cumplido siete. A pesar de la sentencia, sus abogados argumentaron que su cliente simplemente buscaba ayudar a su país de origen y que la fiscalía solicitaba un castigo excesivo.

EE.UU. y la lucha contra la represión transnacional

Las autoridades estadounidenses han intensificado los esfuerzos para combatir la represión de este tipo. Según el Departamento de Justicia, se han presentado múltiples casos en los últimos años contra ciudadanos chinos que intentaban coaccionar a individuos en territorio estadounidense.

Uno de los métodos más utilizados implica la vigilancia de familiares en China, amenazas sutiles y tácticas de presión económica. A menudo, los objetivos son acusados formalmente de corrupción, aunque muchos de estos cargos son considerados políticamente motivados por organismos internacionales.

¿Justicia o represión?

El programa Fox Hunt ha sido alabado dentro de China como un éxito en la lucha contra la corrupción, pero fuera del país genera preocupación. Grupos de derechos humanos han advertido que bajo este esquema no solo se busca a criminales financieros, sino también a activistas, periodistas y opositores políticos.

Según Human Rights Watch, existen pruebas de que algunos de los extraditados han sido sometidos a juicios injustos en China y que han enfrentado detenciones arbitrarias. Washington ha enfatizado que no tolerará que China imponga sus reglas en territorio estadounidense.

El futuro de la Operación Caza del Zorro

A pesar de la presión internacional, China continúa con su programa de repatriaciones. Mientras tanto, EE.UU. ha incrementado las sanciones y acusaciones contra individuos involucrados en estas prácticas. La comunidad internacional está dividida entre aquellos que ven en este programa una herramienta legítima contra el crimen y aquellos que lo consideran una amenaza a los derechos humanos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press