Estados Unidos cae ante Panamá: el duro camino de Pochettino hacia el Mundial 2026
Los problemas del equipo estadounidense quedan en evidencia tras una nueva eliminación en la CONCACAF Nations League.
Un proyecto en crisis
Mauricio Pochettino asumió el mando de la selección de Estados Unidos con el gran reto de prepararla para el Mundial de 2026, que el país coorganizará junto a México y Canadá. Sin embargo, a 15 meses del torneo, la realidad del equipo está lejos de ser alentadora. La reciente derrota ante Panamá por 1-0 en la semifinal de la CONCACAF Nations League ha puesto en duda la evolución de un equipo que sigue sin convencer.
Una derrota que deja muchas dudas
El partido disputado en el SoFi Stadium de Inglewood dejó claro que Estados Unidos no solo tiene problemas de definición, sino que tampoco puede superar equipos que se agrupan bien en defensa. Con el dominio del 66% de la posesión, la escuadra de Pochettino fue incapaz de generar peligro real y solo acertó cinco tiros a puerta en todo el encuentro.
Panamá, en cambio, supo aprovechar su única gran oportunidad. En el minuto 94, Cecilio Waterman marcó el gol que silenció el estadio y eliminó a los estadounidenses. Un duro golpe para un equipo que ya había fallado en la Copa Oro 2023 y la Copa América 2024.
El problema recurrente de la ofensiva
Uno de los mayores puntos débiles del equipo estadounidense es la falta de contundencia en el ataque. Ni Josh Sargent, ni Patrick Agyemang, quienes tuvieron buenas oportunidades, lograron convertir. La ausencia de Ricardo Pepi y Folarin Balogun por lesión complicó aún más la situación.
Pochettino insistió en la falta de agresividad ofensiva: "No probamos desde fuera del área. Este tipo de cosas hay que aprovecharlas más". Además, mencionó que el reducido tamaño del campo favoreció el esquema defensivo de Panamá, pero reconoció que su equipo debe saber lidiar con estas circunstancias.
Un equipo sin identidad
Más allá de los problemas ofensivos, Estados Unidos también sufre una evidente falta de identidad futbolística. Mientras equipos como Panamá pueden no tener grandes figuras, pero sí una clara idea de juego, los norteamericanos siguen sin encontrar solidez táctica bajo las órdenes de Pochettino.
Las estadísticas del partido refuerzan esta percepción: Estados Unidos tuvo nueve tiros de esquina, pero ninguno se tradujo en una acción de real peligro. Christian Pulisic, una de sus figuras, pasó prácticamente desapercibido.
El tiempo se agota
Con solo cinco concentraciones completas antes del inicio del Mundial, Pochettino y su cuerpo técnico tienen una tarea titánica por delante. La paciencia de los aficionados y de los directivos podría agotarse si los resultados no mejoran pronto.
La derrota ante Panamá no solo representa un revés deportivo, sino también una grieta cada vez más evidente en un proyecto que debería estar mucho más avanzado a estas alturas. Si Estados Unidos aspira a hacer un papel digno en su propio Mundial, los cambios deberán llegar cuanto antes.