Canadá busca reducir su dependencia militar de EE.UU. con la UE

Ottawa explora la diversificación de su industria de defensa con aeronaves europeas en el marco de una nueva estrategia de seguridad.

Canadá está en conversaciones con la Unión Europea para reducir su dependencia en materia de seguridad y defensa de Estados Unidos, explorando opciones para adquirir más equipos militares fabricados en Europa, incluido el potencial desarrollo de aviones de combate en suelo canadiense.

Un cambio en la estrategia de defensa

El gobierno canadiense, bajo la dirección del primer ministro Mark Carney, ha comenzado una revisión de su compra de aviones de combate F-35 a la empresa estadounidense Lockheed Martin. Esta decisión ocurre en un contexto donde la administración de Donald Trump ha intensificado la presión económica sobre Canadá, lo que ha empujado a Ottawa a explorar alternativas que ofrezcan un mayor grado de independencia estratégica.

Entre las opciones que se valoran, destaca la propuesta de la empresa sueca Saab, que promueve la fabricación y mantenimiento del caza Gripen en Canadá. Este movimiento alinearía a Canadá con la política de diversificación de adquisiciones militares que la UE ha promovido recientemente.

La iniciativa 'Readiness 2030' de la UE

El cambio de postura canadiense concuerda con la nueva estrategia de seguridad de la UE denominada “Readiness 2030”, la cual alienta a los estados miembros a priorizar la compra de equipo militar fabricado en Europa. Según el plan, al menos el 65% de los equipos adquiridos deben provenir de proveedores europeos, noruegos o ucranianos.

Este movimiento responde a la creciente incertidumbre sobre el respaldo militar estadounidense, particularmente después de que la administración Trump señalara que los europeos deberán asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad y la de Ucrania.

Impacto económico y geopolítico

La decisión de Canadá de buscar mayor autonomía en defensa no solo tiene implicaciones estratégicas, sino también económicas. En términos financieros, Ottawa ha comprometido solo la adquisición inicial de 16 aviones F-35 de un total de 88 pactados, dejando la puerta abierta a futuros ajustes en la compra.

Además, el primer ministro Carney ha mantenido diálogos con líderes europeos como el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, reforzando su intención de profundizar la cooperación con la UE en materia de defensa.

¿Qué significaría la compra del Saab Gripen?

Optar por el Saab Gripen implicaría una transformación significativa en la industria militar canadiense. Actualmente, este caza es utilizado por las fuerzas aéreas de Suecia, Brasil, Sudáfrica y Tailandia, entre otros países. Este modelo es conocido por su costo relativamente bajo, tanto en adquisición como en mantenimiento, en comparación con el F-35 estadounidense.

Otro factor clave es la transferencia de tecnología que permitiría la producción de estas aeronaves en Canadá, algo que reforzaría la capacidad de producción industrial del país en el sector de defensa.

Compras militares recientes en Canadá

Más allá de la potencial compra de aviones europeos, Canadá recientemente anunció un acuerdo para adquirir sistemas de radar de fabricación australiana por un valor de 4.2 mil millones de dólares. Estos sistemas, diseñados para mejorar la vigilancia aérea en el norte del país, han sido bien recibidos por las fuerzas militares estadounidenses.

En conclusión, Canadá parece estar trazando un nuevo camino en su estrategia de defensa, buscando reducir su dependencia de EE.UU. y fortalecer sus lazos con Europa. La compra del Gripen o de cualquier otra aeronave europea marcaría un punto de inflexión en su política de adquisiciones militares, con implicaciones de largo alcance para su industria de defensa y su posición geopolítica.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press