México prohíbe las corridas de toros violentas: ¿tradición o maltrato animal?
La Ciudad de México aprueba una ley para erradicar la violencia en las corridas de toros, desatando un fuerte debate entre aficionados y defensores de los derechos animales.
Un cambio histórico en la capital mexicana
La Ciudad de México ha dado un paso significativo en la protección de los derechos de los animales al aprobar una ley que prohíbe las corridas de toros violentas. Con una votación de 61-1 a favor de la medida, los legisladores han decidido eliminar la muerte de los toros y el uso de objetos cortantes en las peleas, estableciendo además límites de tiempo para los enfrentamientos. Esta decisión ha desatado una gran controversia entre los defensores de la tauromaquia y los activistas de los derechos animales.
La lucha entre tradición y modernidad
Las corridas de toros han sido una parte fundamental de la cultura mexicana desde la época colonial, heredadas de España. Para los aficionados, la llamada fiesta brava es una forma de arte y una profunda tradición cultural que no debería desaparecer. Según la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, la tauromaquia genera alrededor de 80,000 empleos directos y 146,000 empleos indirectos en todo México, además de representar un negocio que mueve más de $400 millones de dólares al año.
Sin embargo, los activistas argumentan que la tauromaquia es una práctica cruel e inhumana. La organización Culture Without Torture, Mexico Without Bullfighting estima que hasta 180,000 toros mueren anualmente en espectáculos de este tipo en todo el mundo. Estos grupos han promovido durante años la erradicación del maltrato animal en espectáculos públicos.
Las reacciones tras la decisión
Mientras que los defensores de los derechos de los animales celebraron la votación con entusiasmo, los aficionados a los toros y los profesionales del sector mostraron indignación. A la salida del Congreso local, manifestantes portaban carteles con frases como "Ser aficionado a la fiesta brava no es un crimen, es orgullo". Algunos incluso intentaron derribar las barreras policiales en señal de protesta.
Por otro lado, la alcaldesa de la Ciudad de México, Clara Brugada, respaldó la medida, declarando que se trata de un avance crucial para convertir a la ciudad en un territorio que respete los derechos de los animales.
¿El fin de la tauromaquia en México?
Aunque esta nueva legislación marca un antes y un después en la regulación de las corridas de toros en la ciudad, no supone una prohibición total de la tauromaquia. Se permitirá la celebración de eventos taurinos siempre que no impliquen la muerte del toro ni causen heridas con objetos punzocortantes.
En 2022, un juez ya había logrado suspender temporalmente las corridas de toros en la Plaza de Toros México, considerada la más grande del mundo, al aseverar que violaban el derecho de los ciudadanos a un ambiente libre de violencia. Sin embargo, el año siguiente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revirtió la decisión sin dar una explicación clara, permitiendo que las corridas regresaran.
El nuevo dictamen es un intento de encontrar un punto medio entre las posturas enfrentadas y evitar los efectos económicos negativos de una prohibición total. No obstante, queda la pregunta en el aire: ¿es sostenible una tauromaquia sin violencia?
El debate internacional
La prohibición de las corridas de toros con violencia en la Ciudad de México no es un hecho aislado. En países como Colombia, Ecuador y Venezuela, las corridas han sido objeto de intensos debates y restricciones. En España, la cuna de la tauromaquia, varios municipios han prohibido estas prácticas, aunque sigue siendo legal en muchas regiones.
Muchos defensores de los derechos de los animales esperan que México dé un paso más y erradique completamente las corridas de toros. Sin embargo, el arraigo cultural y los intereses económicos detrás de la industria taurina hacen que el camino hacia una prohibición total aún sea incierto.