La revolución del baloncesto femenino: ¿Puede el March Madness repetir el fenómeno de Caitlin Clark?

Con Juju Watkins y Paige Bueckers liderando el torneo, el baloncesto universitario femenino sigue en ascenso tras romper récords de audiencia en 2024.

El impacto de Caitlin Clark y el cambio en el baloncesto femenino

El año pasado, la final del torneo de la NCAA femenina hizo historia al superar en audiencia a la final masculina, un hecho sin precedentes en el baloncesto universitario. Caitlin Clark, la estrella de Iowa, fue el epicentro de este fenómeno, atrayendo millones de seguidores gracias a su talento y carisma. Su impacto no solo fue evidente en la cancha, sino también en los números: 18.87 millones de espectadores vieron la final femenina, mientras que la masculina quedó por debajo.

Este crecimiento explosivo del interés por el baloncesto femenino ha generado un cambio de paradigma. ESPN reportó un aumento del 41% en sus ratings de la temporada regular en comparación con hace dos años, consolidando al torneo femenino como un evento de primer nivel.

Bueckers y Watkins: Las estrellas que llevan la antorcha

Con la salida de Clark rumbo a la WNBA, muchos se preguntan si la fiebre del baloncesto femenino continuará. Y todo apunta a que sí. Dos nombres han tomado el relevo: Paige Bueckers, de UConn, y Juju Watkins, de USC. Ambas jugadoras han dominado la temporada con actuaciones espectaculares y un enorme impacto en redes sociales.

Watkins, en particular, ha marcado un hito al convertirse en la primera atleta femenina en firmar un contrato de patrocinio con Fanatics, consolidando su estatus de estrella emergente en el deporte.

Audiencias y el auge del baloncesto femenino en televisión

El torneo de este año se presenta como una prueba clave para determinar si la popularidad del baloncesto femenino universitario es sostenible sin la presencia de Clark. Hasta ahora, los números indican que el crecimiento es real: el enfrentamiento entre Watkins y Bueckers en diciembre promedió 2.2 millones de espectadores, confirmando el interés del público.

Además, el reconocimiento del torneo femenino ha llevado a cambios estructurales en la NCAA. Por primera vez, los equipos recibirán pagos por avanzar en March Madness, lo que otorga una cuota de equidad con el torneo masculino y refuerza su valor comercial.

El legado de Clark y el futuro del baloncesto femenino

No se puede negar que Caitlin Clark jugó un papel fundamental en este auge. Al igual que figuras como Magic Johnson y Larry Bird en la NBA, su impacto va más allá de las estadísticas y llega hasta la percepción del juego. Sin embargo, el baloncesto femenino no depende de una sola jugadora. Con atletas como Bueckers, Watkins y el constante desarrollo del talento en la NCAA, el futuro es prometedor.

Kevin Hull, profesor de medios deportivos en la Universidad de Carolina del Sur, lo resume así: “Los días en que la audiencia del Final Four masculino duplicaba o triplicaba a la del femenino han terminado. No me sorprendería que el torneo femenino siga superando al masculino en audiencia. Ahora hay un verdadero zumbido en torno a él, y las cadenas de televisión lo tratan como el gran espectáculo que es”.

¿Podrá March Madness 2025 superar los récords?

Con la posibilidad de ver a Bueckers y Watkins enfrentarse en la Final Four, el interés está más vivo que nunca. Y con la NCAA apostando por invertir en sus jugadoras y recompensar su éxito, la tendencia alcista del baloncesto femenino parece imparable.

Este March Madness será la gran prueba: ¿puede el baloncesto universitario femenino mantener el impulso que inició Caitlin Clark? Las cifras preliminares y el entusiasmo de los fanáticos indican que la respuesta es un rotundo sí.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press