Hungría prohíbe el Orgullo: ¿una amenaza para los derechos LGBTQ+ en Europa?
El nuevo proyecto de ley de Viktor Orbán restringe aún más las libertades de la comunidad LGBTQ+, permitiendo incluso el uso de reconocimiento facial para identificar a los asistentes.
Una nueva ofensiva contra los derechos LGBTQ+ en Hungría
El Parlamento de Hungría aprobó una polémica ley que prohíbe los eventos del Orgullo y permite el uso de software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes. La medida, impulsada por el primer ministro Viktor Orbán y su partido Fidesz, ha encendido alarmas tanto dentro del país como en la comunidad internacional. Con 136 votos a favor y 27 en contra, esta legislación refuerza la llamada ley de “protección infantil”, que ya prohíbe la “promoción” de la homosexualidad a menores de 18 años. No solo convierte en delito organizar o participar en este tipo de eventos, sino que impone multas de hasta 200,000 florines húngaros (aproximadamente 546 dólares).Orbán y su lucha contra la “ideología de género”
Desde su llegada al poder en 2010, Orbán ha promovido una agenda ultraconservadora que se ha intensificado con los años. En 2021, su gobierno aprobó una ley que restringe la educación sexual en las escuelas y prohíbe cualquier contenido que represente la diversidad sexual en medios accesibles para menores. Según Orbán, estas medidas buscan “proteger a la familia tradicional y a la infancia del adoctrinamiento LGBTQ+”. Sin embargo, sus críticos, incluidos líderes de la Unión Europea (UE), denuncian que estas políticas vulneran los derechos humanos y promueven la discriminación.Protestas y resistencia dentro y fuera del país
La aprobación de la ley generó una fuerte reacción en Budapest. Durante la votación parlamentaria, legisladores de la oposición encendieron bombas de humo de colores como símbolo de protesta. Al mismo tiempo, organizaciones LGBTQ+ y activistas como Budapest Pride denunciaron la medida como un acto autoritario. “La verdadera intención de esta ley es silenciar toda voz disidente y utilizar a la comunidad LGBTQ+ como chivo expiatorio para desviar la atención de los verdaderos problemas del país”, expresaron los organizadores en un comunicado. En la esfera internacional, la UE ya tomó una posición firme contra las políticas anti-LGBTQ+ de Hungría. En 2022, la Comisión Europea presentó una demanda ante el Tribunal de Justicia de la UE contra la legislación de 2021, argumentando que es inconsistente con los valores de igualdad y dignidad fundamentales del bloque.¿Qué implica el uso del reconocimiento facial?
Uno de los aspectos más preocupantes de la nueva medida es la autorización del uso del reconocimiento facial para identificar a los asistentes a eventos prohibidos. Este tipo de tecnología ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos debido al riesgo de vigilancia masiva y abuso gubernamental. En un país donde la discriminación estatal contra la comunidad LGBTQ+ ya es evidente, esta normativa podría desencadenar represalias contra activistas y ciudadanos que simplemente deciden manifestarse pacíficamente. ¿Será esta una táctica para generar miedo y desmovilizar a la comunidad?El Orgullo en Hungría: 30 años de lucha
En 2024, la Marcha del Orgullo de Budapest celebra su 30 aniversario. Lo que comenzó como una pequeña manifestación en los años 90 ha crecido hasta convertirse en un evento multitudinario que atrae a miles de personas de toda Europa. A pesar de la prohibición y el hostigamiento estatal, los organizadores han prometido seguir adelante con la marcha programada para el 28 de junio. “Seguiremos luchando por la libertad de todas las personas en Hungría para expresarse sin miedo”, afirmaron en redes sociales.Una batalla crucial para los derechos LGBTQ+ en Europa
El caso de Hungría es más que un conflicto nacional; representa un punto de inflexión en la lucha por los derechos LGBTQ+ en Europa. La extrema derecha avanza en varios países del continente con discursos similares al de Orbán, promoviendo leyes que restringen las libertades civiles en nombre de la “protección tradicionalista”. Si estas tendencias no se contrarrestan con presión internacional y resistencia interna, podrían extenderse a otras naciones de la UE. Mientras tanto, la comunidad LGBTQ+ y sus aliados dentro y fuera de Hungría continúan su lucha por igualdad y justicia en un panorama cada vez más hostil. Este artículo fue redactado con información de Associated Press